Lucha por tu Fe, Lucha por el Santuario
Con el fin de recaudar fondos para la construcción del Santuario de los Mártires, el Comité de Difusión del sacro recinto organiza una función de Lucha Libre, a realizarse el domingo, familiar, 6 de septiembre, a las 12 horas en la Arena Coliseo.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
Para conocer más sobre este deporte de alto contacto, que muchos califican como violento, Semanario platicó con un Profesor y algunos luchadores.
Magnum es un luchador experimentado; desde hace 25 años lucha profesionalmente, y en la actualidad imparte clases a los luchadores profesionales en la Arena Coliseo de Guadalajara.
Magnum pertenece a una familia de luchadores. Su papá es Halcón Furia I; su tío es Halcón Furia II, y su hermano es Mr. Brisa. Otro de sus hermanos lucha con el nombre de El Paramédico. Además, su hijo también pertenece al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), y su nombre es Esfinge.
Entrevistado para el caso, explicó que el entrenamiento para ser luchador es un camino difícil: “Empezamos con Lucha Olímpica, Grecorromana, Intercolegial y la Lucha Libre. Con la simple manera de pararse, uno como entrenador detecta quién sí va a sobresalir, quién le va a echar ganas y quién es bueno para este deporte”.
Para ser un luchador profesional, se requiere un entrenamiento mínimo que varía entre los tres y los cinco años, de acuerdo al talento y empeño que pongan los jóvenes.
FORTALEZA DE CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU
Se trata de un deporte que requiere gran disciplina y que, entre otras cosas, demanda mucho autocontrol para saber en qué momento detenerse.
El entrenamiento incluye actividades cardiovasculares, como correr o subir y bajar escaleras, hacer algunos saltos y cuerdear en el cuadrilátero. Otra clase es específicamente para el tombling (saltos) y una más de llaveo.
Resulta conveniente iniciar el entrenamiento entre los 12 y los 15 años de edad, pues para ser un profesional se requiere haber cumplido la mayoría de edad, es decir, 18 años, aunque podría lucharse a los 17 con un permiso especial y una carta responsiva por parte de los padres de familia.
La Lucha Libre se da a tres caídas; a quien gana dos de tres, se le declara vencedor.
Magnum relató que detrás del cuadrilátero, entre los luchadores, en ocasiones se vive ambiente de compañerismo, pero también existen las rivalidades, si bien, por lo general, igualmente se experimenta un clima de respeto por las personas y por el deporte.
“Arriba del ring subimos a dar el cien por ciento. Arriba del ring no existe el compañerismo, e incluso tiene uno que dejar de lado el hecho de ser familia. A mí me ha tocado luchar contra mi hijo, o en épocas pasadas luché contra mi padre o contra mi tío. Y, por guardarles cierto respeto, me pusieron muy buenos golpes. La mentalidad siempre debe ser tratar de ganar, pues es a lo que uno sube”.
Para ser luchador es indispensable, en primer lugar, tener buena condición física, y para ello, asegurar una buena preparación. Respecto a la actitud, se exige disciplina, constancia y muchas ganas de salir adelante.
“Esto es una escuela, en la que se va subiendo de grado y, por lo tanto, se requiere la disposición para aprender. Se necesita tomar los entrenamientos con seriedad”.
Las puertas de la Arena Coliseo están abiertas para quienes deseen empezar a entrenar Lucha Libre. Los Profesores Magnum y Satánico imparten las clases. El primero advirtió que la Lucha no es tan fácil como se ve en la televisión, sino que implica mucho esfuerzo.
Por lo que atañe a quienes califican a la Lucha Libre como un acto con alto contenido de violencia, Magnum aclaró que es un deporte y un espectáculo: “Nosotros estamos preparados para esto”.
DESTRUCTOR
Lleva luchando profesionalmente dos años en este deporte que, desde siempre, le atrajo por el acondicionamiento físico y la disciplina que supone.
Afirma que para ser un buen luchador se deben tener muchas ganas, asistir a los entrenamientos y tener la disciplina para no desistir.
Detrás de la máscara, asegura que hay una persona humilde, sencilla y trabajadora.
LEO
Es muy joven, pero tiene ya 10 años como Luchador Profesional, pues inició su carrera a los 15 años. “Tengo lona recorrida, como se dice aquí”.
Leo combina la Lucha Libre con su trabajo y sus estudios profesionales de Cultura Física y Deporte.
Apunta que su mayor vicio es el deporte y que su droga es la adrenalina que le genera subir al cuadrilátero. Sabe que esa emoción no se compara con lo que el alcohol u otro tipo de sustancia podría generarle.
“Quien hace deporte, deja de lado vicios y malas compañías”.
Dice venir de una familia muy unida, lo que lo ha impulsado a formar su propio hogar, y tiene una bebé de cinco meses.
“Le echo muchas ganas para salir adelante no sólo en el ring, sino en la vida”. Por eso siempre está dispuesto a dar lo mejor de sí.
VAQUERO JR.
Lucha desde hace dos años y trae un Rosario colgado al cuello. Afirma que, en cada combate, Dios está con él.
Platica que, pese a que en un principio su mamá no quería que luchara, este deporte es su pasión y por eso busca trascender en él.
“Lo más importante en la Lucha es sobreponerse a los nervios y divertirse, para poder divertir a los demás”.
Aunque ha tenido que sacrificar tiempo y el dejar de hacer cosas con la familia o los amigos, asevera: “La Lucha me ha dado grandes satisfacciones”.
EXPLOSIVO
Tiene 23 años, e inició en la Lucha Profesional desde hace dos años. Su sueño desde pequeño fue llegar al cuadrilátero, y recuerda que, en ese tiempo, admiraba a Mil Máscaras y a Rey Misterio. Señala que ser Luchador presupone mucho trabajo, pero sabe que “para tener lo que uno quiere, debe de esforzarse”.
Diariamente entrena dos horas y reconoce que su combate más importante fue el primero, debido a la emoción de pisar por primera vez el ring frente a un contrincante.
En cuanto a sus rivales, le fue emocionante enfrentarse a Furia Roja, y admite que los nervios siempre están presentes. “El día que se quiten, ya a qué viene uno”.
A los niños que lo siguen como Luchador, Explosivo recomendó estudiar mucho y practicar algún deporte.
EL YAQUI
Se inició como Luchador Profesional hace alrededor de seis años, y atraviesa por uno de los momentos más duros de su carrera, pues el domingo 23 de agosto perdió su máscara ante Freezer.
“Duele mucho porque es parte de ti, de tu identidad”.
Su familia es quien le fortalece en estos momentos difíciles. Su papá también es Luchador, Nube Roja, y desde siempre ha sido su inspiración. El Yaqui comenzó a entrenar desde los 10 años y agradece los ánimos que siempre le da su papá y la bendición con la que siempre lo despide su mamá.
Lo que sigue para él es comenzar de nuevo y tratar de ser mejor.
CON UN SELLO PROPIO
La Lucha Libre en México tiene un estilo muy diferente del estadunidense y del resto del mundo. En México se utiliza más el llaveo y la lucha aérea. Los antecedentes de la Lucha Libre mexicana se remontan hacia 1863 durante la Intervención Francesa en nuestro país, cuando Enrique Ugartechea, quien es considerado como el padre de la Lucha mexicana, desarrolló e inventó la Lucha Libre a partir de la Lucha Grecorromana.
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