Concluyó el VI Congreso Eucarístico Nacional
14 mil participantes, 30 horas, más de 50 Diócesis representadas, y 25 presidentes, conferencistas y panelistas, se reunieron en Monterrey para reflexionar en torno a la Eucaristía.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez, Enviada Especial
Con la participación de más de 14 mil, inició Congreso Eucarístico
El miércoles 9 inició el Simposio Teológico Pastoral, que acompaña a todos los Congresos Eucarísticos, y el viernes 11 de septiembre iniciaron los trabajos del VI Congreso Eucarístico Nacional, que tuvo como sede Cintermex, en Monterrey, Nuevo León.
Por parte de la Arquidiócesis de Guadalajara, participó un grupo de alrededor de 100 personas, la gran mayoría de ellos Adoradores Nocturnos.
Las actividades iniciaron a las 9 de la mañana con el rezo de las Laudes que presidió el Cardenal Francisco Javier Errazuriz, Delegado del Papa para el Congreso Eucarístico.
Posteriormente, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, dio la bienvenida a los más de 14 mil participantes.
Entre las Autoridades eclesiásticas, se encontraban Mons. Piero Marini, Delegado Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales; Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México; Mons. Alonso Garza, Obispo de Piedras Negras, Coahuila, y Delegado Episcopal para los Congresos Eucarísticos en México; además del Cardenal Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia; y algunos otros Obispos de México.
La proclamación de apertura del Congreso estuvo a cargo del Cardenal Errázuriz, quien transmitió el saludo del Papa Francisco y afirmó que el Santo Padre espera muchos frutos de este Congreso.
Señaló que la Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia y que, en ella, el amor se detiene.
El Cardenal Errázuriz dijo que en el Eucaristía “la Familia encuentra luz, fuerza y vida para recorrer su camino. En ella, encuentra su esperanza y sus anhelos, y crece su conciencia. Jesús Eucaristía le pide a cada miembro de la Familia, a los esposos, a los hijos, a los abuelos y a los hermanos que acojan su palabra, y que crean en el amor que les tiene, con el cual siempre les ama primero”.
Eucaristía, fuente de alegría: asegura Nuncio
El primer día del Congreso concluyó con la Misa presidida por el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre. Durante la Homilía, dijo: “El Señor nos ha concedido desbordante su gracia al darnos la Fe y el amor que vienen de Cristo Jesús.
“Ojalá que la celebración del Congreso Eucarístico sea oportunidad nueva y propia para estar cerca de quien asumió nuestra naturaleza para hacerse cercano a nosotros. Que este Congreso sirva para rendir homenaje a Jesús Eucaristía, venerarlo públicamente y renovar la alianza en el amor. Hacer comunión con Cristo presente en los otros es ser como Él, don de gozo y de vida por los demás”, dijo el señor Nuncio.
“Quien reconoce a Jesús en la Eucaristía, lo reconoce en el hermano que sufre. El pan y el vino son signos de nuestra participación pequeña y limitada en la obra de Cristo. El Señor tiene necesidad de lo que cada uno está en posibilidades de darle, como lo hizo aquel muchacho que entregó los cinco panes y los dos pescados. El Señor quiere que le demos todo lo que tenemos para que tenga lugar la transformación de la vida.
“Comprometámonos junto a María a ser en Cristo, Iglesia Eucarística, ofrenda de amor, de alegría y de vida para cada Familia y para el mundo entero”, concluyó el Nuncio.
En la Misa estuvieron presentes alrededor de 60 Obispos mexicanos que participaron en la semana de formación que organiza el Episcopado, entre ellos Mons. Juan Humberto Gutiérrez Valencia, Obispo Auxiliar de Guadalajara.
Arzobispo de Monterrey: “la Eucaristía, la mejor Pastoral Familiar”
En entrevista para Semanario, Mons. Rogelio Cabrera López señaló que para Monterrey, ser sede del Congreso Eucarístico Nacional, significó “la oportunidad de compartir la gracia más grande que tiene nuestra Iglesia Católica: la presencia de Cristo en la Eucaristía, y nosotros estamos muy seguros de que, además del bien que recibe esta Iglesia, se va a expandir para todo México y nuestras familias”.
Respecto a los frutos que esperan recibir, dijo: “Que esto llegue al corazón de todas las familias. Esta es la mejor Pastoral Familiar”.
Mons. Cabrera López felicitó la labor de los Medios de Comunicación diocesanos y dijo que “Cristo debe ser ahora anunciado desde los púlpitos electrónicos”.
Cardenal Robles exhorta a reconstruir a la Familia
“Para transformar a México, es necesario reconstruir a la institución familiar”, señaló el Arzobispo de Guadalajara en el Congreso Eucarístico Nacional.
El segundo día de actividades del VI Congreso Eucarístico Nacional, inició con la Misa presidida por el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien señaló que esta fiesta Eucarística nos congrega como una verdadera Familia de Dios ante la fuente perenne de la gracia de Cristo.
Dijo que el referente del amor es Cristo. Al hablar sobre al amor oblativo de Jesús, quien se entrega en la Cruz y en el Altar, el señor Cardenal se refirió al amor dentro de la Familia: “Mientras no se llega la prueba de fuego del dolor por el ser querido, el amor es aún incierto, pero si ese amor es capaz de soportar y triunfar sobre penas y sinsabores en cualquier enfermedad, tristeza, angustia, miedo, de encarar incluso la traición y la infidelidad, entonces sí que puede ser considerado un amor hasta el extremo. Hasta dar la vida por quien se ama”.
El Cardenal Robles añadió que el amor del Señor es de gratuidad, de misericordia y de paz. Dijo también que la Eucaristía es fuente de alegría y vida para la Familia y el mundo.
“En este momento crucial en la historia del mundo y de México, nuestra amada patria, quiero proclamar en nombre de Dios que sólo en la vivencia concreta y cotidiana del amor, a ejemplo de Cristo, podrán la Familia y el mundo experimentar una profunda y verdadera reconstrucción.
“Hermanos, por la fuerza de la Eucaristía, con la fuerza de esta ofrenda de amor, no nos cansemos de hacer el bien. Hagamos el bien a todos, así la Familia vivirá en plenitud y alegría”.
El señor Cardenal concluyó su homilía deseando “que la Eucaristía sea fuente de alegría y vida plena para cada Familia y cada persona de esta bendita tierra amparada y protegida por la presencia de la Madre de Dios en Nuestra Señora de Guadalupe”.
Hasta la lluvia respetó el paso de Jesús Eucaristía
La actividad del segundo día del Congreso Eucarístico Nacional concluyó la tarde-noche del sábado con la Procesión del Santísimo por las calles de Monterrey.
Pese a que todo el día estuvo nublado, e incluso la cima del Cerro de la Silla estaba cubierta de nubes, lo que presagiaba tormenta según el dicho regiomontano, “Cerro con sombrero, seguro aguacero”, a la hora de la procesión, las nubes comenzaron a disiparse y ni una gota cayó sobre la capital nuevo leonense.
El recorrido duró casi tres horas y se estima que participaron alrededor de 7 mil personas.
Durante su intervención, al concluir el recorrido y para comenzar la adoración, Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, expresó la alegría de los católicos al poder adorar a Cristo en un lugar céntrico de Monterrey: “En esta ciudad en la que acontece de todo, en la que hay alegrías y tristezas, trabajo y desempleo; en esta ciudad en la que muchos sufren; en este centro histórico por el que circulan los migrantes y los que no tienen techo, ni tienen que comer, Cristo ha querido estar en medio de nosotros.
“No hemos venido para hacer un acto triunfalista de la fuerza que tiene la Iglesia Católica, no. Hemos querido hacer esta presencia humilde como lo es el Pan, que es siempre humilde porque se expone a ser comido por todos. Eso es lo que hacemos esta noche, aprendiendo la humildad de este Pan, pidiéndole al Señor que aquí sea otro Belén, otra panadería donde muchos tengan acceso al pan material y también al Pan espiritual.
“Cuánto dolor, cuánta hambre en esta ciudad, pero también cuánto lujo y cuánto exceso, y Cristo es el único que da equilibrio, el que toca el corazón del que necesita volver los ojos al más necesitado.
“Que el mundo no sea un campo de batalla, que no sea un ring de pelea entre enemigos. Que desde el centro de esta ciudad, corra la luz de Cristo a todo México, para que la nuestra sea una nación de amigos en Jesús”.
Al finalizar, hubo una hora de adoración animada por el grupo Jésed.
Los actos concluyeron alrededor de las 10.30 de la noche, con la bendición impartida por Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey.
Mérida, sede para el VII Congreso Eucarístico Nacional
El domingo 13 de septiembre concluyeron las actividades del Congreso Eucarístico y se entregó la estafeta a la próxima sede que será Mérida, Yucatán.
Durante la Misa de Clausura, presidida por el Cardenal Javier Errázuriz, Arzobispo Emérito de Santiago de Chile, Delegado Pontificio para este Congreso, señaló que este encuentro “ha permitido la reflexión y comprensión de la Eucaristía, poniéndonos en comunión como hermanos y haciéndonos misioneros para compartir la alegría y el gozo del encuentro con Jesús Eucaristía en la Familia, la cultura y las estructuras sociales de nuestro país, para que la convivencia sea justa, solidaria, pacífica, fraterna y contemplativa”.
El Cardenal chileno recordó también que todos estamos llamados a la santidad. “Por el Bautismo, la vocación de ser otros Cristos la tenemos todos, y para Dios nada es imposible. Queremos ser también nosotros ofrenda de amor, fermento de paz.
“Al concluir este Congreso Eucarístico, dejemos en manos de Santa María de Guadalupe todos nuestros anhelos, nuestras esperanzas y nuestros propósitos; ella intercederá por su cumplimiento. Escuchemos siempre su voz maternal y misericordiosa que nos conduce siempre a Jesús.
“Por su intercesión, pidamos a Dios que, gracias a la Eucaristía, se pueda decir, como de las primeras comunidades: Miren cómo se aman”.
Al finalizar la Misa, Mons. Alonso Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras y Delegado Episcopal para los Congresos Eucarísticos, agradeció a los organizadores del Congreso.
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