Los Informes oficiales

Tema de Estudio

Mientras los gobernantes rinden sus informes oficiales, las banderas de los ciudadanos interesados o acarreados ondean en señal de júbilo, también se exhiben cartulinas escritas con consignas de protesta para patentizar en estos actos públicos tanto el apoyo de unos, como la inconformidad de otros.

José de Jesús Vázquez Hernández

El objetivo primordial de los informes consiste en hacer uso de las facultades que la ley les concede a las autoridades correspondientes para que la ciudadanía, ya sea a nivel nacional, estatal o municipal, esté al tanto del desempeño de la función pública, de lo que han hecho, cómo lo han realizado y para qué lo hicieron; sin embargo, los pendientes a futuro se multiplican.

¿Hasta dónde llega la libertad?
Actualmente, la libertad de expresión se ejerce con mayor continuidad, aunque a veces falta responsabilidad y sobre todo de respeto por los derechos de terceros que constantemente son vulnerados por minorías que se manifiestan públicamente, efectuando actos en la vía pública, causando graves problemas a ciudadanos que nada tienen que ver en ese asunto, materia de la inconformidad.
Hace unos días, un ciudadano de aproximadamente cuarenta años y de buena presencia, aprovechó el transporte público para deleitar a sus pasajeros con sus melodías, por cierto bien interpretadas, y al final señaló: “Quiero compartirles una experiencia, ya vienen las fiestas patrias, pero aquellos patriotas como Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez o Leona Vicario, etcétera, dieron su vida para darnos a nosotros una mejor patria, pero desde hace varios años, nuestros gobernantes venden nuestra patria para darse ellos una mejor vida”.
Continuó su mensaje exhortando a los presentes a no celebrar a esta clase de autoridades que “nos patean el trasero” y ya no escuché más por haber llegado a mi destino, pero no le falta razón cuando quienes nos ofrecen transparencia, son opacos; quien ofrece seguridad, aumenta la inseguridad; quien promete efectuar cambios para bien, ofrece más promesas que realidades.

Un Pueblo cansado
La ley faculta a los Gobiernos a informar a los ciudadanos de los actos y obligaciones conforme a las facultades concedidas de rendir cuentas sobre el uso de los recursos que administran, de sus programas, proyectos y tareas realizadas y por realizar en el ejercicio de su administración en un acto democrático en el que debe manifestarse la voluntad y madurez política entre gobernados y gobernantes.
En ese acto ceremonial, más que dar lectura a un grueso o endeble volumen de hojas escritas bien iluminadas, suele presentarse una síntesis del informe en un espacio público o cerrado al que asisten, quienes obligados voluntariamente o invitados, mientras unos suelen recibir una rica torta, otros más disfrutan de un delicioso banquete, desde luego a cargo del erario público.
Tal vez algunos informes deberían ser como los de aquel presidente municipal a quien sus pobladores le recomendaron que fuera breve, y en entera literalidad de dicha recomendación, el día del informe, se concretó a expresar a su pueblo: “Lo que entró, salió, y lo que no, pos no”, y todos contentos regresaron a continuar con sus labores, agradeciendo a su presidente no haberles quitado su tiempo.

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