Nopal, un producto con demanda creciente

No es lo mismo vender nopal fresco a dos pesos el kilogramo en la huerta, que vender el producto ya transformado en fibra o harina que se puede comercializar a 60 o hasta 100 pesos.
Así describe el reto de la transformación del nopal el presidente del Consejo Nacional de Promoción del Nopal y la Tuna (CNPNT), Enrique Gómez Ramiro, quien refirió que debe aprovecharse el momento actual de una mayor demanda de estos productos emblemáticos del campo mexicano (tan emblemático, que forma parte del escudo nacional).
Expresó que tanto en el mercado nacional, como en varios segmentos externos, hay una demanda creciente para los productos del nopal, desde las tunas hasta los derivados de la planta ya procesada, como la fibra, la mermelada, la botana (la fibra combinada con azúcar y limón) y la harina.
La toma de conciencia de la población por alimentos amistosos con la salud, según explicó el entrevistado, ha disparado la demanda del nopal para su empleo en la dieta cotidiana.
El directivo afirmó que una plantación comercial de nopal requiere que se cultiven de 50 a 80 mil plantas por hectárea, lo que requiere de una inversión estimada de, al menos, 100 mil pesos por hectárea, que se recupera en un plazo cercano, dado que un buen manejo de la cactácea deja una utilidad de 60 mil pesos por hectárea.

EL RETO DE GLOBALIZAR
UN PRODUCTO MUY MEXICANO
Gómez Ramiro indició que en la exportación del nopal debe trascenderse la venta a los consumidores de origen mexicano que viven en Estados Unidos, de modo que el ingreso a otros países supone precisamente comercializar el nopal ya procesado.
En este punto, dijo que la presentación del nopal en harina utilizable en la manufactura de pan o de fibras dietéticas ha mostrado sus ventajas en varios nichos del mercado exterior. Agregó que esto se pretende concretar en Rusia en el propósito de que alimentos jaliscienses penetren en este país que requiere de un gran volumen de alimentos importados, por tener en contra un largo período de invierno.

EN JALISCO, MUCHOS
NOPALES Y POCAS TUNAS
El entrevistado puntualizó que en Jalisco se tiene una reducida producción de tunas, en comparación con la producción del nopal destinado al consumo como verdura, dado que éste tiene una generación de utilidades en tiempo muy reducido en comparación con lo que se requiere para la maduración de las tunas.
Por lo mismo, Enrique Gómez refirió que se tiene una gran dependencia de las tunas de otros Estados, como los vecinos Zacatecas y San Luis Potosí, y de otros, como el Estado de México y Puebla.
Detalló que, en Jalisco, sólo en los municipios de Ojuelos y Lagos de Moreno se tiene una zona productora de tunas.
Por cierto, los mercados Alcalde y Felipe Ángeles, de la capital jalisciense, son sitios tradicionales de distribución de tunas para su venta al menudeo, como en los conocidos carritos que ofrecen al consumidor la fruta en forma ambulante o en lugares semifijos.
En su punto de vista, hay falta de estímulos económicos en las políticas públicas para los agricultores del nopal tunero de Jalisco, por lo que hay que incluir alicientes para ello.

EL DATO
México es uno de los centros de origen del nopal. Es una de las plantas que son una barrera al avance de la erosión, por su gran capacidad de adaptarse a climas secos y agrestes.
Se calcula una producción de nopal, como verdura del orden, de 600 mil toneladas, de las que casi la mitad se cultivan en la zona rural del Distrito Federal.
En Jalisco, Zapopan es el líder, con 25 mil toneladas.

Fuentes:
UNAM y Gobierno de Jalisco.