jueves, 17 de septiembre de 2015

Por tercera vez, un Papa estará en Cuba

San Cristóbal de La Habana, Puerto de Mar

De gran historia, tradición, cultura y belleza, la Capital de la más grande de Las Antillas se honrará con la visita de un Pontífice de la Iglesia Católica. El legendario Fidel Castro Ruz recibió a Juan Pablo II, ahora Santo, en enero de 1998. Raúl Castro fue anfitrión de Benedicto XVI, y en estos días lo será del Papa Francisco. Continuando con la serie descriptiva de las urbes de América, he aquí algunos datos de esta perla caribeña.

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Así como al redactar el Capítulo específico sobre Cuba, la calificamos de única y personal, del mismo modo tenemos ahora que calificar a la Ciudad de La Habana, su Capital: San Cristóbal de la Habana, desde 1515, desde su fundación, estratégica, por Don Diego de Velázquez, al Sur de la gran Isla en su personalísimo contorno geográfico.
Ciudad de La Habana, Puerto, abierto hacia el Océano Atlántico. Fue el emperador Carlos V y luego Felipe II, más directamente, quien ordenó en 1589 que se construyesen las dos Fortalezas: la del Morro y el de la Punta, que hasta hoy dibujan el perfil del amurallado Puerto. Murallas que soportaron ataques recios de Ingleses, en 1762; Franceses y Holandeses: 1671-1708.
Desde sus inicios coloniales, La Habana ha sido Puerto de Mar y de altura oceánica; sitio de reunión y de partida de la ‘Flota de Indias’ rumbo a Ciudad Sevilla, Atlántico de por medio, con los enfrentamientos piratas.
Años, en la Habana, de la ‘Real Compañía de Comercio’, dedicada desde la importación de esclavos negros, hasta el intercambio de telas y harinas. Asimismo la venta de azúcar y tabaco, dos de sus esenciales productos de exportación. Y se cimbró con los monopolios comerciales del Mar Caribe.
Ciudad y epicentro que sufriría la ocupación inglesa para dominar el comercio, y desde el Siglo XVII, más el XVIII. Ya en el siglo XX, sin dejar de mantener sus principales productos: azúcar, algodón (en manos de catalanes), Ciudad La Habana fue y ha sido uno de los Puertos más activos del mundo (así asentado en la Historia). Además, supo hacer florecer la Industria del Turismo, ya bajo el control de Estados Unidos.

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EL ÁREA METROPOLITANA
DE LA ANTIGUA Y NUEVA CIUDAD CAPITAL

La Habana, bajo el patrocinio de Santo Santiago, Apóstol, con sabor marino y gallego, es Ciudad Capital de la Nación de Cuba, así como de su Provincia regional. Ya en 1953, era una gran urbe de 800 mil habitantes: la Gran Habana y sus municipios conturbados de Marianao, de Regla, de Guanabacoa, de Santa María del Rosario, y de Santiago de las Vegas. ¡Y, para 1966 ya se estimaba en un millón de capitalinos! Desde hace medio siglo, se notaban bien, por sus diferencias, la Ciudad Antigua en la Bahía, y la Habana Nueva, orientada hacia el Poniente.
La Antigua, con sus calles estrechas y tortuosas, en verdad. Y La Habana Nueva tanto con sus amplias avenidas como calles rectilíneas. También sus edificios, con mejores condiciones higiénicas. Fue notable su crecimiento poblacional tras la ocupación norteamericana y la desaparición de la fiebre amarilla.
Como Ciudad Capital, además de ser centro de las funciones administrativas y políticas, La Habana es Centro Industrial y Puerto resguardado extraordinariamente desde hace siglos ya para el comercio internacional a través de numerosas Líneas regulares transoceánicas, que tocan y gozan de las instalaciones portuarias. Dicho Puerto es, además, centro pesquero (¡qué extremos…!)
Más aún, La Habana sobresale por sus ramos: alimentario, textil, de la industria química, la farmacéutica, la papelera, la del cemento y, obviamente, la tabacalera: “los habanos”, proverbiales (hasta en Guadalajara).
Y es La Habana, Ciudad Capital, centro cultural muy singular.
• Por sus Universidades, la primera en 1670, tricentenaria. Y sus Centros de Enseñanza Superior y Docencia: Normales. Su Escuela de Artes y Oficios.
• La singular ‘Escuela del Hogar’.
• La Academia de Pintura y Escultura.
• Y también, con un rasgo social específico: Instituciones como La Casa de Beneficencia, la Leprosería, y los Asilos: de pobres, de ancianos y de huérfanos. Más los ‘Bonos de Piedad’, muy especialmente.
• Además, no podrían faltar en La Habana sus Cámaras de Comercio.
• El Ateneo Cultural, de serio prestigio. Y sus Teatros: el Nacional, el Martí; el Campoamor, entre otros, que maravillan.
• Nos sorprendió el Cementerio Cristóbal Colón y su grandioso Arco de ingreso, joya arquitectónica.
• Las Granjas Agrícolas (inimaginables y obvias, a la vez, en su Régimen), al igual que el Jardín Botánico, como digno colofón en la Ciudad Capital.

TRES RASGOS PROPIOS DE CIUDAD
DE LA HABANA EN SU SEÑORÍO

1° Sus edificios más significativos:
• El Palacio Presidencial y el del Congreso (“Capitolio”, también Museo).
• El Centro Gallego.
• El Castillo del Morro.
• La Iglesia de los Padres Jesuitas, en la Calzada de la Reina, y la Catedral (por cierto, Cuba tuvo Cardenal de la Santa Iglesia antes que México: Manuel Arteaga y Betancourt, quien llegó a visitar Guadalajara, con esa investidura. El actual Arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamino, es también Cardenal).

2° Sus Parques Tradicionales:
• El Monte.
• El Central.
• El Gonzalo de Quezada.
• El de la ‘India’.
• El Paseo del Prado, desde el Siglo XVII.

3° Los Astilleros en el Puerto. Ahí donde llegó el ‘Crucero Maine’, 1898, cuando la Guerra de Cuba, EE.UU. y aliados Vs. la España colonialista con su Armada y sus expedicionarios.
¡Vaya si Ciudad La Habana vale la pena ser visitada por su Historia y su personalísimo sello! Máxime hoy día, en la coyuntura de este 2015, Año de la reanudación de Relaciones Exteriores, nunca rotas con ni por México, fiel país hermano, y en ocasión de la Visita Pastoral del Obispo de Roma, de origen latinoamericano.
Que la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, allá en su Santuario de Santiago, bendiga a Cuba desde su Basílica.

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