jueves, 24 de septiembre de 2015

Washington, D.C., la Ciudad que recibió al Papa Francisco

Capital fundada y creada ex profeso: 1790-91

Del 22 al 27 de septiembre, el Papa Francisco visitó tres ciudades de Estados Unidos –Washington, Nueva York y Filadelfia–. Continuando con la serie descriptiva de las ciudades de América, he aquí algunos datos de la Capital de EE.UU., donde el Papa Francisco canonizó a Fray Junípero Serra, el pasado 23 de septiembre.

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“La Ciudad de Washington es el típico ejemplo de una Ciudad Capital fundada ex profeso, y creada en 1790-91 con el fin de alojar al Gobierno Federal de la naciente Nación, después de la Independencia. La decisión respondía a evitar rivalidades entre los ‘Estados’” (Cfr. Ciudades del Mundo, Barcelona: Ed. Salvat, p. 133).
El territorio sobre el que se la construyó tenía 260 kilómetros cuadrados, junto al Río Potomac; cedido por Virginia y Maryland. Fue constituido en territorio ‘Autonómico’, llamado D.C.: Distrito de Columbia. Las razones de peso fueron por su situación geográfica y política de ese momento, hace ya más de dos siglos. Porque el West: inmenso Poniente, todavía no estaba completamente conquistado. La Ciudad, en realidad, fue inaugurada hasta 1800, y fue John Adams el primer presidente que se estableció en ella. Sin embargo, en 1814 fue invadida y gravemente dañada por los incendios provocados por los ingleses (en revancha de la Independencia). También fue muy destruida en los años de la Guerra Civil, a mediados del Siglo XIX, y las acérrimas luchas políticas y militares.

I- SU DESARROLLO URBANO EN
LOS SIGLOS XIX Y XX, YA CIUDAD CAPITAL

Desde su inicio, se caracterizó por extensas áreas verdes a la orilla izquierda del Río Potomac, donde confluyen los ríos RockCreek y el Anacostra; sello típico de su configuración urbana que aprovechó el Arquitecto francés L’Enfant, en su planeación.
En el Siglo XIX, su superficie fue mermada y quedó en 181 km2 para restituir al Estado de Virginia una sección en 1847. Pierre L’Enfant la proyectó, en 1790, según un esquema en V, cuyos puntos focales debían ser, y son: el majestuoso Capitolio marmóreo (comenzado por el Arq. W. Thomton). Y en otro vértice, la Casa Blanca (residencia presidencial, obra de J. Hoben y B.H. Latribe, desde 1792). El Plano Primero se configuró ya con un complejo “entramado” de calles y avenidas ortogonales, que en las intersecciones formaron 15 Plazas, símbolo de los iniciales Estados de la Unión. Y dicho ‘Damero’ (un amplísimo tablero…) es una maravilla, pues se le sobrepuso la Red de las Calles Diagonales. Paisaje notorio al aterrizar a la pista.
Destacan, en ese marco citadino, edificios muy característicos de Washington, D.C. Ya desde el Siglo XIX, se remontan ‘las iglesias de Cristo’, así como la de San Juan de Georgetown. Y también el Palacio de Justicia Federal y el serio Departamento del Tesoro. A mediados del mencionado siglo (1857-59), está el Puente ‘Cabin John’, del Ing. Mc. Miegs. Al igual que numerosos edificios y monumentos de estilo neoclásico y aun neo renacentista; la Galería ‘Freer’, de arte del Lejano Oriente. Pero es en el Siglo XX, desde el Plano Urbanístico de 1902, cuando empiezan otras grandes construcciones: el Centro Administrativo llamado ‘Mall’; con pleno derecho, reiteramos al Capitolio y a la Casa Blanca, ya citadas; la Catedral Neogótica de los Santos Pedro y Pablo; los edificios ‘clasicistas’: del Tribunal Supremo, la Nacional Gallery, el macizo y célebre ‘Lincoln Memorial’ (1914-22) y el Instituto Carnegie, de merecida fama.
Para 1960, se vivió una ‘Renovación’ de la ciudad en el Sector Suroriental, por razones muy importantes. Washington es el principal Centro Político-Administrativo de los Estados Unidos, y desarrolla también una ‘importantísima’ (así ponderada) Función Cultural. Alberga por ello a la Georgetown University (1789); a la George Washington University (1821) y la Catholic University of America de 1887, junto con la Academia Nacional de Ciencias. Además de prestigiosos Institutos de Investigación y ricas (en sus acerbos) Bibliotecas: por ejemplo, la Library of Congress, con más de 13 millones de volúmenes por 1981, en sus 180 km de estanterías. Guarda desde ‘incunables’ valiosísimos, hasta Partituras musicales originales, y no se diga Manuscritos de gran valor histórico y literario. Es un rasgo de Washington que nos impactó. ¡Y qué servicios bibliotecarios! Nos falta citar la Folger Shakespeare. Y los Archivos y Museos, como la National Gallery of Art y el Nacional Air Museum.
La Ciudad de Washington destaca, también, como contraparte ya descrita, en ser Puerto Fluvial muy movido (no se lo imagina ni espera uno…). Y con su Aeropuerto Internacional J.F. Dulles y el Nacional. Sobresale el Monumento a Thomas Jefferson, y la visión panorámica del Río Potomac. Sin olvidar el Lincoln Memorial, ya citado, así como la conocida Avenida Connecticut, gran centro Comercial.

II- OTROS ASPECTOS MUY PROPIOS
DE CIUDAD WASHINGTON, D.C.

Para 1980, la Ciudad ya albergaba en su área metropolitana, como Sede del Gobierno Federal, casi 3 millones de habitantes capitalinos. Pero, gracias a Dios, no llega a los excesos de los 20 millones atiborrados en Nueva York. Ni a los 10 millones de la Chicago, Pto. Lacustre, y su inmensa estación ferroviaria. Ni a los extensísimos complejos citadinos de Los Ángeles, California, y sus 13 millones.
Ciudad Washington se sabe y es la Capital Nacional; celebra magníficamente el 4 de julio, fiesta de la Independencia. Son genuinos ‘estadunidenses’. En Washington y su Distrito, se observa también la Composición étnica de los EE.UU., y con esa variedad racial, se observa también el respeto de las varias confesiones religiosas. Ya citamos las magníficas Catedrales católicas.
Nos faltó espacio para ponderar el Observatorio Astronómico; también algunas facultades como la de Farmacéutica y muchos específicos Museos. Ciudad Washington, D.C., es de las más hermosas y equilibradas Ciudades de América.

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