jueves, 17 de septiembre de 2015

Legado cultural y espiritual para nuestra ciudad

In Memoriam: Francisco José Belgodere Brito

arquitecto

Modesto Alejandro Aceves Ascencio

La madrugada del 12 de septiembre del año en curso, en la Ciudad de Guadalajara, luego de una larga pero sufrida agonía, nació para la vida eterna el Arquitecto Francisco José Belgodere Brito, importante gestor cultural, maestro y virtuoso cristiano, que no poco apoyó a la Arquidiócesis de Guadalajara en diversas actividades, entre ellas a la Comisión de Arte Sacro, hasta que dejó de ser requerido.

DATOS DE SU VIDA
Vino al mundo en San Ángel Tenanitla, al sur de la Ciudad de México, el 19 de marzo de 1938. Cursó todos los estudios hasta el bachillerato, en el Colegio lasallista ‘Cristóbal Colón’, y las Licenciaturas en Arquitectura e Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también obtuvo la Maestría y el Doctorado en Historia.
Lector asiduo desde la edad más temprana, cultivó la historia, especialmente la del período virreinal y del medioevo europeo. A partir de 1961, cursando la carrera de Arquitectura, se inició en el magisterio, una de sus acciones más fecundas y gratificantes, de la que obtuvo gratos recuerdos a su paso por la Universidad Iberoamericana.
El Instituto de Cultura Hispánica lo becó en 1975, como también lo hizo el Instituto Español de Migración, para cursar estudios de doctorado en la Madre Patria. Ya estando casado (1973) con María del Rosario Muradás Rodríguez, la compañera de toda su vida y madre de su única hija, María Manuela.
De nuevo en México, retornó a la UNAM, de donde pasó a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, y al tiempo, a la capital de Jalisco, que le gustó para ya no moverse, impartiendo clases inicialmente en la Universidad Autónoma de Guadalajara y después en el ITESO, donde discurrirán los restantes 35 años de su vida. También fue maestro en la Universidad del Valle de Atemajac y de la Maestría en Restauración de la Universidad de Guadalajara, así como del filosofado de los franciscanos en Zapopan.

SU LEGADO A LA POSTERIDAD
Su producción escrita alcanzó casi la veintena de libros, tales como El convento de El Carmen de San Ángel, Obispos mexicanos del Siglo XX, El Teatro Degollado, Personajes ilustres de Jalisco, El Convento de Santa Teresa de Guadalajara y Ruta franciscana de Zapopan.
En 1995 inició su trabajo en el sector gubernamental, ocupando diferentes puestos de dirección, tanto en la Secretaría de Cultura como en la Secretaría General de Gobierno, así como en los ayuntamientos de Guadalajara y Tlaquepaque. A lo largo de 22 años, mantuvo un Programa hebdomadario en la emisora ‘Radio Metrópoli’ de Guadalajara. Participó en diversas e importantes obras de restauración.
Hombre de Dios, profundamente religioso, melómano; gustaba también de la carpintería y de la mecánica automotriz, enseñó con su ejemplo y con su palabra, de modo que las principales acciones de su fecunda existencia bien pueden reseñarse en estas palabras: educación, caridad fraterna, justicia y bondad. Murió siendo presidente de la Cofradía de Santiago Apóstol de Guadalajara.

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