Decanato y Vicaría Episcopal, en cordial intercambio
Vicaría de Pastoral
Desde el tiempo de hacer los Programas, considerando las propuestas de las Líneas Comunes, los Párrocos y demás Sacerdotes del Decanto de San Pedrito vieron necesario ir viviendo lo que dice la Segunda Línea: “Asumir la Espiritualidad de Comunión como cimiento e inspiración de toda acción pastoral”.
Por eso, en los Programas quedó consignada una Peregrinación Decanal a un Santuario. Y, para que respondiera a la Séptima Línea del Plan Diocesano: “Impulsar el protagonismo de los Laicos en la transformación evangélica de la Sociedad y su participación en la Iglesia”, o sea, para dar un signo de unión y de la importancia del Laico, la Peregrinación debería ser con los Seglares, insistiendo en la presencia del Equipo Coordinador Básico de cada Parroquia.
Se eligió el sábado 8 de agosto a Santo Toribio Romo y a San Pedro Esqueda. Para ello, cada Parroquia organizó su transporte, por lo menos uno o dos autobuses por comunidad. Los Laicos comprendieron la importancia de esta participación y, por su parte, los Sacerdotes, aunque era sábado, hicieron su esfuerzo por estar presentes en este acontecimiento interparroquial.
Por lo general, la salida fue a las 7 de la mañana, que hizo posible estar a buena hora en Santa Ana de Guadalupe, de Jalostotitlán. Hubo oportunidad de visitar los distintos lugares que recuerdan la vida, la familia, la vocación y el apostolado de Santo Toribio Romo González: la Calzada de los Mártires, la Capilla donde fue su casa, el primer Templo, el Museo, la casita de su tía donde daba Catecismo y, sobre todo, las instalaciones del nuevo y grandioso Santuario.
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
Con mucho gusto, el Padre Rector del Santuario, José Guadalupe Muñoz Porras, acogió y atendió a los peregrinos. A las doce del día, los Sacerdotes de esta Zona Oriente de la urbe tapatía se reunieron en la sacristía en un ambiente de cordialidad. Los Laicos, por su parte, se formaron a la entrada del Santuario. Y, aunque provenientes de distintas Parroquias, sentían su pertenencia a la instancia decanal. Fueron recibidos con el agua bendita por el grupo de Sacerdotes encabezado por el Decano, Señor Cura Ángel Zepeda Guzmán, Párroco de El Señor de los Milagros, en San Pedrito. Eran 13 concelebrantes, un número significativo en un día ordinario, comentó el Padre Capellán.
Podemos decir que el Santuario se llenó con el contingente venido de estas Parroquias. Fue una hermosa celebración en aquel recinto amplio, luminoso y lleno de devoción. Las personas vivían con intensidad el Mensaje de la Palabra de Dios; los cantos, con gran emotividad; la homilía, adecuada a la vivencia de esta comunidad decanal, que tiene tan gran misión en nuestra Iglesia de Guadalajara.
Al final, se impartió una bendición especial; los fieles aplaudían y proferían vivas a Cristo Rey, a la Virgen, a Santo Toribio y al Decanato. Luego de saludos, agradecimientos y despedidas, cada contingente parroquial fue siguiendo su horario establecido.
Gran parte se fue a visitar el Templo de San Pedro Esqueda Ramírez (oriundo de San Juan de los Lagos y también Mártir de Cristo Rey), donde conocieron, en forma gráfica, el momento de su martirio, la escena donde cayó del mezquite y fue impactado por las balas asesinas. Un Mártir de los que más sufrieron la crueldad de los verdugos en su martirio, al igual que el Padre Pablo García en Encarnación de Díaz. Fue el mismo verdugo, y los sacrificó por varios días a ambos.
De ahí, a la comida en Jalos, que estaba en fiesta, y hubo tiempo de visitar la Parroquia de La Asunción, en su Novenario, tan llena de devoción y de grandes tradiciones. Esta fue una jornada feliz vivida en ámbito de Decanato.
EUCARISTÍA Y UNA
OLIMPÍADA VICARIAL
El jueves 13 de agosto, contemplando también la Espiritualidad de Comunión, la Vicaría Episcopal de San Pedro, que incluye los Decanatos de San Pedro, Tonalá, San Pedrito, San José del Castillo y Zapotlanejo, planeó un Encuentro Vicarial con la Celebración de la Misa, la convivencia deportiva y la comida campestre, en el las instalaciones de la Caja Popular San Rafael, por la Carretera a Chapala.
Fue exigente el horario, pues la Misa en la capillita fue a las 10 de la mañana. Algunos apenas llegaron a tiempo. El ingrediente especial fue la participación de todos los Seminaristas del rumbo.
Y entre el gusto y el bullicio de los Levitas, empezaron las competencias deportivas. ¡Qué alegría ver a Sacerdotes mayores conviviendo y dando a los jóvenes sus recuerdos entrañables y sus mil experiencias apostólicas! Un ambiente de auténtica fiesta, fraternidad y comunión. Todo fue muy en serio. Al término, hubo entrega de trofeos o premios sorpresa, antes de compartir los alimentos en una gran mesa común de esta Vicaría Episcopal. Así el VI Plan de Pastoral ilumina el vivir de las distintas instancias pastorales.
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