Hermanos, hermanas:
En esta ocasión quiero comentar con ustedes el Instrumentum laboris, Documento de Trabajo ya publicado, con vistas al Sínodo Extraordinario de Obispos que se llevará a cabo del 5 al 19 de octubre próximo en Roma. Este Documento es muy importante porque recoge todas las respuestas que los distintos Episcopados del mundo aportaron, a solicitud de la Secretaría del Sínodo; y es de suponer que las respuestas han sido muy variadas de acuerdo a las distintas realidades de América del Norte, Latinoamérica y El Caribe, Europa Occidental, Oceanía, África, Asia, etc., pues cada una de ellas acoge las diferentes vivencias de la Fe cristiana en los contextos culturales donde se desarrollan.
Dicho Documento de Trabajo consta de tres partes, las cuales quiero comentarles brevemente, al mismo tiempo que les invito a que, cuando tengan la oportunidad, perso-nalmente lo lean, ya que es muy interesante.
La primera parte trata del Evangelio de la Familia; es decir, la Iglesia tiene la Buena Nueva, la Buena Noticia para la Humanidad, acerca del valor que significa la Familia, y eso lo hace a partir de dos fuentes; una, la Sagrada Escritura, y la otra, el Magisterio. Es interesante constatar que la propuesta del Evangelio de la Familia que ha hecho la Iglesia desde todos los tiempos, y sobre todo últimamente, por desgracia no es suficientemente conocida, incluso por un buen número de católicos; es decir, hay muchos cristianos católicos que no se han dado la ocasión de conocer las fuentes de la familia en la inspiración de la Sagrada Escritura y en las enseñanzas de la Iglesia, especialmente en el Magisterio de los más recientes Pontífices. Ésta es una realidad, y el Documento es realista.
La segunda parte del Documento trata de la acción pastoral que la Iglesia ha venido desarrollando en bien de la familia, especialmente ante los desafíos que está viviendo actualmente la institución familiar. Aquí sí se deja ver la variedad de contextos, la variedad de temas que surgen por la realidad de la familia en distintas partes del mundo. Sobresale el tema de los divorciados vueltos a casar; cuál es su situación; si se les puede o no admitir a recibir la Sagrada Comunión. También se toca el tema de las uniones de personas del mismo sexo, de las aspiraciones y la lucha que ellos tienen para que, en el marco legal se les reconozca, así como el asunto de la adopción de hijos por parte de esas parejas. Aparece, asimismo, el tema, cada vez más creciente, de los matrimonios que se llaman ‘mixtos’; o sea, de un católico casado con una persona que es de otra confesión religiosa; en fin, todos los desafíos que vive la institución familiar están acogidos y presentados en esta segunda parte, que es la acción pastoral de la Iglesia en el contexto familiar de hoy.
Y en la tercera parte se trata el tema de la vida; esto es, lo referente a la procreación de los hijos, y el derecho y el deber que conlleva, para los padres que engendran hijos, el educarlos, especialmente en el campo de la Fe, pues se constata que ya en muchas partes del mundo los padres de familia han renunciado a esta obligación, y son más bien los abuelos quienes se preocupan de transmitir a sus nietos enseñanzas doctrinales sobre la Evangelización y la Fe.
Son éstas, pues, las tres partes de las que consta el Documento, y sobre ellas se trabajará en el Sínodo, para ubicar bien la problemática y, cuando se celebre el Sínodo Ordinario, habrán de ayudarle al Santo Padre para aportar las soluciones y conclusiones.
Como pueden ver, aunque hay urgencia, no debe haber prisa por remediar esta pro-blemática, puesto que las resoluciones deberán de ser de largo alcance, dado que la familia constituye el núcleo más importante de la Sociedad y de la Iglesia. Por lo tanto, cada tema tendrá que ser tratado con toda serenidad, con verdadera profundidad, con mucho realismo y con el interés de darle una respuesta acertada.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
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