jueves, 15 de mayo de 2014

Pidan el don de fortaleza para ser santos en los momentos difíciles

Papa Francisco:


CIUDAD DEL VATICANO.- En su audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco continuó sus reflexiones sobre los dones del Espíritu Santo y alentó a los fieles a pedir a Dios el don de Fortaleza, porque es el que los sostendrá en los momentos difíciles.


LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR Y LA FORTALEZA

Imagen principal“Hay una Parábola que nos ayuda a comprender la importancia de este don -ilustró-. Un sembrador va a sembrar; pero no todas las semillas que siembra dan fruto. Las que terminan en el camino se las comen las aves; las que caen en terreno pedregoso o entre espinas, brotan, pero pronto se secan por el Sol o ahogadas por las espinas. Sólo las que caen en la buena tierra crecen y dan fruto.

“Como el mismo Jesús cuenta a sus discípulos, este Sembrador representa al Padre, que difunde abundantemente la semilla de su Palabra. La semilla, sin embargo, a menudo, choca con la aridez de nuestros corazones y, aun cuando viene recibida, a menudo se mantiene estéril. Con el don de la Fortaleza, en cambio, el Espíritu Santo libera la tierra de nuestro corazón, la libera del letargo, de las incertidumbres y de todos los miedos que pueden detenerlo, de modo que la Palabra del Señor sea puesta en práctica de manera auténtica y alegre. Es una verdadera ayuda este don de la Fortaleza.

“Hay también momentos difíciles y situaciones extremas en las cuales el don de la Fortaleza se manifiesta de modo extraordinario. Es el caso de aquellos que tienen que afrontar experiencias particularmente duras y dolorosas, que perturban su vida y la de sus seres queridos. La Iglesia resplandece por el testimonio de tantos hermanos y hermanas que no han dudado en dar la propia vida, con tal de permanecer fieles al Señor y a su Evangelio”.


SANTOS COTIDIANOS

“También hoy no faltan cristianos que en tantas partes del mundo continúan celebrando y testimoniando su Fe con profunda convicción y serenidad, y resisten. Todos nosotros conocemos gente que ha vivido situaciones difíciles, tantos dolores. Pensemos en aquellos hombres y en aquellas mujeres que llevan una vida difícil, luchan por llevar adelante la familia, educar a los hijos; pero esto lo hacen porque está el Espíritu de la Fortaleza que los ayuda”, afirmó el Santo Padre.

“Cuántos, cuántos hombres y mujeres, de los cuales no conocemos el nombre, honran nuestro pueblo, honran nuestra Iglesia porque son fuertes, fuertes en el llevar adelante su vida, su familia, su trabajo, su Fe. Estos hermanos y hermanas nuestros son santos, santos cotidianos, santos escondidos, en medio de nosotros. Tienen precisamente el don de la Fortaleza para llevar adelante su deber de personas, de padres, de madres, de hermanos, de hermanas, de ciudadanos.

“¡Agradezcamos al Señor por estos cristianos que tienen una santidad escondida, pero es el Espíritu dentro, que los lleva adelante! Pablo, el Apóstol, ha dicho una frase que nos hará bien escuchar: ‘Yo lo puedo todo en Aquél que me conforta. Cuando llegan las dificultades, recordemos esto: ‘Todo lo puedo en Aquél que me conforta’. El Señor da la fuerza, siempre, no falta. El Señor no nos prueba más de lo que nosotros podemos tolerar.

“Queridos amigos, a veces podemos estar tentados a dejarnos vencer por la pereza, o peor, por el desaliento, sobre todo frente a las fatigas y a las pruebas de la vida. En estos casos, no perdamos el ánimo, invoquemos al Espíritu Santo para que, con el don de la Fortaleza, pueda aliviar nuestro corazón y comunicar nueva fuerza y entusiasmo a nuestra vida y a nuestro seguimiento de Jesús” (ACI/EWTN Noticias).


El empresario cristiano debe poner primero a la persona y al bien común


CIUDAD DEL VATICANO- El Papa Francisco recibió en Audiencia a los miembros de la Fundación Centesimus Annus-Pro Pontifice, a los que les habló sobre los desafíos que encuentran, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, en los tiempos de crisis económica en el mundo, y les agradeció por “trabajar sobre el valor de la solidaridad”.

Indicó que, “en particular, se recomienda al empresario cristiano conjugar siempre el Evangelio con la realidad en la que opera; y el Evangelio le pide poner en primer lugar a la persona humana y al bien común, hacer todo lo posible para asegurarse de que haya oportunidades de trabajo, y de trabajo digno.

“Esto es esencial, porque el ambiente de trabajo a veces se vuelve estéril, hostil, inhumano. La crisis pone a dura prueba la esperanza de los empresarios; y no hay que abandonar a los que están en más dificultad”, aseguró el Santo Padre (ACI).


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