XCVII Asamblea Plenariadel Episcopado Mexicano.
Mensaje de Apertura del Emmo. Sr. Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la CEM
Cardenal José Francisco Robles Ortega,
Arzobispo de Guadalajara
En la alegría de la Pascua, en la que hemos tenido la Gracia de vivir la Canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, nos reunimos en nuestra XCVII Asamblea Plenaria, como Colegio Episcopal, para pedir al Señor que, mediante la oración, la reflexión y el diálogo, nos ayude a “incentivar la Pastoral Evangelizadora de la Iglesia en México en las diferentes culturas y sus periferias, a la luz de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, para que Jesucristo sea vida plena de nuestro pueblo”.
San Juan Pablo II decía que el hombre vive una vida verdaderamente humana gracias a la cultura, por lo que la tarea esencial de la cultura es la educación, que consiste en que el hombre llegue a ser cada vez más hombre, “con los otros” y “para los otros”.
Este proceso, que ha de comenzar en el núcleo familiar, debe abarcar al hombre en toda la verdad de su subjetividad espiritual y corporal “¡El futuro del hombre -afirmaba el Papa Wojtyla- depende de la cultura!”
Somos testigos, con profunda pena, de las numerosas dificultades que hoy nos salen al paso; sin embargo, queremos enfrentarlas con la misma actitud de Fe que impulsó a San Juan XXIII, quien ante los que sólo veían en los tiempos modernos “prevaricación y ruina”, afirmaba: “En el presente momento histórico, la Providencia nos está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra misma de los hombres, pero más aún por encima de sus mismas intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e inesperados”.
Por eso, en esta Asamblea vamos a promover una reflexión sobre la Pastoral de la Cultura, desde el Magisterio pontificio, latinoamericano y mexicano. Y vamos a analizar algunas experiencias significativas de la Evangelización de la Cultura, para proponer algunos compromisos concretos.
Para lograrlo, debemos valorar la piedad popular, en la que, como explica el Santo Padre, “puede percibirse el modo en que la Fe recibida se encarnó en una cultura y se sigue transmitiendo”. Además, es preciso empeñarnos en el Anuncio del Evangelio a las culturas profesionales, científicas y académicas, como lo pide el Obispo de Roma, para favorecer el encuentro entre la Fe, la Razón y las Ciencias. Ámbito privilegiado para hacerlo son las Universidades y las Escuelas Católicas.
Con esta Fe y esta Esperanza, movidos por el amor, encomendamos los trabajos de nuestra Asamblea a la intercesión de Santa María de Guadalupe, de San Rafael Guízar Valencia, de San Juan XXIII, de San Juan Pablo II y de los Mártires y Santos Mexicanos, para que el Señor nos ayude a incentivar la Pastoral Evangelizadora de la Iglesia en México en las diferentes culturas y sus periferias, a fin de que Jesucristo sea vida plena de nuestro pueblo. (Extracto).
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