jueves, 29 de mayo de 2014

Otro mundo posible

Texto y Foto: Pbro. Alberto Ávila Rodríguez


Otro mundo posible


Los años nuevos llegan, aunque sea tarde en las horas propias. Las épocas saturadas de alegría tienen otro punto de vista, una seducción pausada, un recuerdo de disfrute lento, una fuerza inigualable de la soledad, un pensamiento íntimo que emociona.

“Hay tiempos de sembrar y tiempos de cosechar”, lo dice la sabiduría milenaria de los viejos y de los días madurados a golpe de sufrimiento. Tiempo de hablar y tiempo de callar. Oír con la infancia, construir en la plenitud de la vida y de las fuerzas, y aconsejar con todo.

¡Ah, los libros!, emoción y encuentro de nuestros pensamientos. Selva de maravillas, vista con un lente delicado, personal y dialogante. Recuerdos para seguir construyendo, para incautar el futuro en los días tranquilos cuando brotan las interrogantes.

¿Soledad o quietud? ¿Abandono o privacidad? ¿Un mundo que gira y un espectador que lo disfruta? Un Sí y un No que se entrecruzan, que llegan o se eligen. Duele y emociona, enferma y cura. Nuestro Dios, intemporal, nunca se hizo viejo porque sigue viviendo, leyendo y amando en los corazones ajenos.


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