jueves, 15 de mayo de 2014

Hacia el horizonte, sí, pero con los pies en la tierra

Marco de la realidad


Jóvenes bañistas


Teresita de Jesús Navarro García


Un buen maestro debe conocer a sus alumnos, un buen vendedor debe conocer a sus clientes, de la misma manera que los Grupos de Pastoral Juvenil y la Iglesia, que llevan la Buena Nueva a los jóvenes, deben conocer la realidad de ellos y presentarles a Cristo como el horizonte, y que está en el interior más profundo de su alma.

Es por eso que entre los marcos de referencia que aborda el CAPyM (Civilización del Amor, Proyecto y Misión) se encuentra el de la realidad, mediante el cual se pretende acercarse al contexto actual del joven desde los aportes de Ciencias como Sociología, Biología, Derecho, Antropología, pero orientadas por una realidad teológica, pues sin Cristo, las demás realidades no tendrían razón de ser.


JUVENTUD Y PARADIGMAS

Los muchachos se ven influidos por paradigmas; es decir, por valores o ideas que predominan en una Sociedad en una etapa histórica específica. En la actualidad, los paradigmas que han influido en la realidad juvenil han sido generados por fenómenos tales como la secularización, la crisis de la racionalización y la caída del mito del progreso y la técnica, entre otros. Por otra parte, estos son algunos de los paradigmas que afectan o condicionan el actuar del joven en la Sociedad contemporánea:


1. LA JUVENTUD ES UNA ETAPA PREPARATORIA

Comúnmente, el joven es visto como alguien que sólo necesita “preparación” y no es capaz de revelar algo nuevo. Y muchas veces nosotros mismos, como jóvenes, nos apropiamos de ese paradigma, como el Profeta Jeremías, quien afirmaba: “Señor, yo no sé hablar porque soy joven”; pero el Señor le dijo: “No digas ‘soy joven’. No tengas miedo de ellos. Estoy contigo para protegerte. Pongo mis palabras en tu boca” (Jer 1, 6-10).


2. LA JUVENTUD ES UNA ETAPA PROBLEMÁTICA

Este otro paradigma plantea que los jóvenes somos un problema. Pero, ¿qué adulto no desea ser joven? Esta idea que tienen los mayores de nosotros se demuestra en que las actividades que nos ofrecen tienen la finalidad de la “prevención” de los problemas; por ejemplo: quieren prevenirnos de las drogas, del embarazo en la adolescencia, etc. Todo lo que se hace para nosotros es con un espíritu de desconfianza.


3. LA JUVENTUD, COMO POTENCIAL TRANSFORMADOR

Es el paradigma en el cual la Pastoral Juvenil Latinoamericana cree, y se desea a partir de la Antropología Cristiana. El modelo de ser humano es Jesús; la felicidad y la realización del joven es la finalidad (Capym). Los jóvenes somos protagonistas, enriquecidos por la experiencia de los adultos.


4. LA JUVENTUD COMO SUJETO DE DERECHOS, EN EL CAMINO DE LA AUTONOMÍA
Este paradigma concibe a los jóvenes como personas libres, autónomas y con una vida plena ofrecida por Jesucristo. Somos los que podemos utilizar nuestra libertad y autonomía, no sólo para darnos cuenta de los obstáculos que impiden llegar hacia el horizonte del ser humano, sino también para potencializar su camino hacia él.

Y así, una vez que nos hayamos acercado a conocer la realidad del joven y sus paradigmas, será muy importante pedir la Gracia de ver a la juventud “con los ojos de Jesús”, y diseñar las estrategias eficaces para anunciar a Cristo desde su contexto.

Ante estos paradigmas que la Sociedad tiene respecto de la juventud, hay que tomar los que nos permitan crecer y ser los protagonistas de nuestro caminar hacia el Horizonte, sí, pero con los pies en la tierra.


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