Los Misioneros del Espíritu Santo
Norma Angélica Trigo González
A pesar de la persecución religiosa de que han sido objeto a lo largo de su historia, los Misioneros del Espíritu Santo han logrado su objetivo, que es la Evangelización. El Padre Miguel Ochoa, Misionero de esta Congregación, quien estuvo alrededor de dieciocho años en Italia, ahora visita México, y el próximo mes de octubre viajará nuevamente, aunque no sabe a qué país, pero de lo que sí está seguro es que continuará ayudando a sus hermanos cristianos a caminar hacia la santidad.
Recordó que en los primeros años del Siglo XX los Misioneros del Espíritu Santo se enfrentaron a diversos problemas por seguir a Cristo. “En 1929, en Estados Unidos, un Seminario tuvo que emigrar a otro país por una circunstancia histórica adversa; afortunadamente, eso pasó y ya no hay persecución religiosa. Lo mismo le pasó a la Iglesia en sus inicios, podemos comparar cómo, luego de la Resurrección y Ascensión de Jesús al Cielo, los Apóstoles empezaron a vivir un período de persecución y eso les obligó a irse por distintos rumbos. Ésta es una dinámica que existe desde el inicio de la Iglesia y que ha sido un motivo por el que se ha expandido su mensaje y carisma, al tener que emigrar a distintos lugares”.
Agregó que están convencidos de que, en lo particular, el carisma y espiritualidad de estos Misioneros tiene algo qué decir al mundo de hoy, y por ello no pudieron quedarse sólo en México, donde fueron fundados, de tal forma que ahora trabajan en Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
“Aun cuando numéricamente no seamos tantos Misioneros del Espíritu Santo, y que no tenemos vocaciones como para expandirnos como quisiéramos por todos los ámbitos del orbe, a pesar de esa limitación, estamos convencidos de que nuestra espiritualidad tiene algo qué decir a los demás y por eso vamos. Otra motivación es también de tipo intercultural; es decir, nuestro carisma fue fundado en México y se ha desarrollado aquí principalmente, está impregnado de expresiones y de vida de la cultura mexicana. Por ello creemos que llevar nuestro carisma a otras culturas es para enriquecer no sólo al otro país, sino para enriquecer nuestro propio carisma”.
El Padre Miguel Ochoa, dijo que todos los días trabajan en la construcción del pueblo sacerdotal y han sido llamados a seguir a Jesucristo Sacerdote y Víctima, contemplativo y solidario, con el propósito de transformarse en Él y compartir sus sentimientos sacerdotales, animados en sus mismas cualidades y virtudes de amor, pureza y sacrificio.
Cabe señalar que en este 2014 los Misioneros del Espíritu Santo cumplen cien años de vida en la Iglesia. Su fundador fue el Padre Félix de Jesús Rougier, y su Congregación se encuentra bajo la protección de Santa María de Guadalupe, desde el 25 de diciembre de 1914, pues ésta se inició en El Tepeyac, de la Ciudad de México.
Es una de las cinco Obras de la Cruz, que nacieron en la Iglesia por iniciativa de Concepción Cabrera de Armida, y fueron aprobadas por la Sede Apostólica gracias al celo pastoral de Monseñor Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla.
Forman parte de la Familia de la Cruz, junto con otras diecisiete instituciones. Hasta diciembre del año pasado eran 329 Misioneros trabajando en cincuenta comunidades y con presencia en seis países.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario