lunes, 5 de mayo de 2014

Negocios de nicho selecto

Aceites gourmet, alternativa


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Salvador Y Maldonado


La producción de aceites de especialidad para el mercado gastronómico (y otros nichos, como el de la salud) ha sido una apuesta que le ha funcionado muy bien a la empresa jalisciense Sésamo de Jalisco (Sesajal). Tan es así, que cuenta con una de las fábricas más relevantes en el ámbito latinoamericano en el procesamiento de aceite de ajonjolí, producto que ha sido su especialidad.

En los años recientes ha diversificado su portafolio de productos oleicos. Gran parte de su volumen productivo, ya procesado, se canaliza al mercado de exportación.

Así detalló la apuesta de esta agroindustria, su Presidente, José Luis González Iñigo, quien refirió que la empresa cuenta actualmente con 16 tipos de aceite de varias materias primas, como ajonjolí, uva, aguacate, girasol, cacahuate, cártamo y chía, entre otros insumos, los que tienen su demanda en el sector de la gastronomía, la industria farmacéutica y el cuidado personal.

Explicó que el ajonjolí es la sustancia de mayor demanda para su empresa, de modo que supone un volumen anual de 17 mil toneladas, de las 25 mil que procesa en total.

Otro caso exitoso en los aceites de nicho especial, es la empresaria Lorena Ortiz, quien ha iniciado un negocio de comercialización de aceite de aguacate, en el que gradualmente va penetrado mercado en el segmento de la gente preocupada por la salud, dadas las grandes ventajas nutricionales de este producto oleico.


EL BOOM DE LA CHÍA

Entre los productos procesados, González Íñigo destacó el buen momento a favor de la chía, al redescubrirse el gran potencial de nutriente de esta planta en la que Jalisco tiene tierra muy propicia para su cultivo, como ocurre en la Región de Los Altos.

Puntualizó que en la medida en que esta planta (tanto su semilla, como su aceite) sea más valorada en el mercado de Asia y Europa, se incrementará su rentabilidad, por lo que hay que apostarle a su producción.


DÉFICIT OLEICO DEL PAÍS

El entrevistado expuso que el campo mexicano tiene el reto de enorme tamaño en cuanto a incrementar su producción de oleaginosas para reducir sus importaciones. En su caso, mencionó que se compra menos de la mitad de su demanda de ajonjolí, lo que supone compras nacionales de ocho mil toneladas, de las que sólo mil son adquiridas de cultivos en la Costa Sur de Jalisco, concretamente en los Valles de Tomatlán.

Explicó que la insuficiencia de tierras con vocación para las oleaginosas en nuestro país es la causa del gran déficit en estas plantas de gran demanda en la dieta cotidiana.

Añadió que afortunadamente hay interés de los sectores público y privado, junto con agricultores organizados, para producir plantas oleaginosas bajo el esquema de agricultura por contrato. En el caso de Jalisco, citó que en este esquema se pueden incrementar los volúmenes de canola, ajonjolí y girasol.



PARA SABER


El país importa cinco millones de toneladas

de oleaginosas, sobre todo de soya y canola.


Fuente: Sagarpa.



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