El Papa Francisco y México
Roberto O’Farrill Corona
En su Visita Ad Limina Apostolorum (al dintel de la Tumba de los Apóstoles), los Obispos mexicanos presentaron a Su Santidad un bosquejo de la realidad que guarda nuestro país; situación que deja una profunda tristeza lamentable.
Expresándose a nombre de todos los Obispos de México, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, resaltó, entre otras realidades terribles de las que es víctima México, las siguientes:
- Pobreza: “Somos un pueblo que, juntamente con nuestras Autoridades Civiles, busca darse las estructuras adecuadas para un desarrollo justo y sustentable para todos. Sin embargo, por el momento, vivimos una extendida y endémica pobreza en un gran sector de la población, con todo lo que esto conlleva: ignorancia, enfermedades, abandono del campo y emigración a la ciudad y al vecino país del Norte”.
- Migración: “No sólo nuestra población emigra; muchos hermanos, sobre todo centroamericanos, pretenden cruzar nuestro país para llegar a Estados Unidos y, tenemos que reconocer, son víctimas de atracos, extorsiones, violaciones y muerte que enluta a tantos hogares”.
- Narcotráfico: “Padecemos, de años, la presencia y actividad del negocio del narcotráfico, fenómeno globalizado y complejo, que ha causado profunda división, muchas muertes, daños a la salud física de la juventud y a la salud moral de las familias; ha sido causa, además, de la ruptura del tejido social”.
- Aborto: “Se ha ido enseñoreando la cultura de la muerte, manifestada en una falta de respeto a la sacralidad de la misma vida, no sólo en las muertes violentas y crueles del crimen organizado, sino también en la mentalidad abortista de algunos sectores, muchas veces impulsada por políticas de agenda que atentan contra nuestra conciencia, la soberanía de nuestra Nación y directamente contra el santuario de la vida, la familia”.
- Sociedad dividida: “Somos un pueblo que ama la convivencia, que practica la solidaridad y la hospitalidad. Sin embargo, tenemos que reconocer hondas divisiones en algunos sectores de la Sociedad, provocadas muchas veces por intereses de Partidos políticos y grupos de poder que no buscan el bien común, sino su propio beneficio”.
- Decadencia moral: “No cabe duda, a la base de estas oscuras realidades está la arraigada cultura de la corrupción, la impunidad y la ambición desmedida. La ausencia, muchas veces, de la cultura de la legalidad, del compromiso social y de la corresponsabilidad ciudadana. Al mismo tiempo, se percibe una pérdida de la conciencia de la moralidad de los actos y las omisiones; en fin, la realidad del pecado”.
- Impostura religiosa: “Ante estos desafíos y otros que no he mencionado porque miran a nuestro ámbito intraeclesial y que cada Señor Obispo reporta en su Informe, a manera de ejemplo menciono solamente el avance de grupos religiosos o pseudorreligiosos; abandono e indiferencia de tantos bautizados católicos; acentuada ignorancia religiosa; ausencia del compromiso de muchos Laicos en las realidades temporales; desconocimiento y falta de aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia”.
MÉXICO, TIERRA DE VICTIMARIOS
Por su parte, y en respuesta a los Obispos, y al Pueblo de México, el Papa Francisco demostró profundas muestras de acompañamiento y cercanía, y expresó, entre otras, las siguientes palabras:
“Santa María de Guadalupe, Patrona de toda América, en más de una oportunidad, con ternura de Madre, ha contribuido a la reconciliación y a la liberación integral del pueblo mexicano, no con la espada y a la fuerza, sino con el Amor y la Fe”.- Valor y concordia: “En la actualidad, las múltiples violencias que afligen a la Sociedad mexicana, particularmente a los jóvenes, constituyen un renovado llamamiento a promover este espíritu de concordia a través de la cultura del encuentro, del diálogo y de la paz”.
- El Papa lo sabe: “Conozco sus desvelos por los más necesitados, por quienes carecen de recursos, los desempleados, los que trabajan en condiciones infrahumanas, los que no tienen acceso a los servicios sociales, los migrantes en busca de mejores condiciones de vida, los campesinos… Sé de su preocupación por las víctimas del narcotráfico y por los grupos sociales más vulnerables, y del compromiso por la defensa de los derechos humanos y el desarrollo integral de la persona”.
- Saludos y oraciones: “Antes de despedirme, les ruego que lleven mi saludo al pueblo mexicano. Pidan a sus fieles que recen por mí, pues lo necesito. Y también les pido que le lleven un saludo mío, saludo de hijo, a la Madre de Guadalupe. Que Ella, Estrella de la Nueva Evangelización, los cuide y los guíe a todos hacia su Divino Hijo. Con el deseo de que la alegría de Cristo Resucitado ilumine sus corazones, les imparto la Bendición Apostólica”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario