Poesía comentada de Alfredo R. Placencia

No se olvida el gran Vate

THO

La Corresponsalía en Guadalajara del Seminario de Cultura Mexicana, encabezada por el Licenciado Ignacio Bonilla Arroyo, con el apoyo de la Sección Diocesana de Educación y Cultura de Guadalajara y del Ayuntamiento de la Ciudad, ofrecerá una Velada Literario-Musical, abierta a todo el público, el próximo martes 20 de mayo a las 20 horars en el Templo de Santa Teresa de Jesús (Calle Morelos No. 525, entre las de Ocampo y Donato Guerra, en la Zona Centro), cuyo título revela su doble objetivo: ‘La poesía comentada de Alfredo R. Placencia, en honor del Maestro Ernesto Flores Flores’, toda vez que durante ella se hará un público reconocimiento al Presbítero Alfredo R. Placencia Jáuregui (1875-1930), cuya obra compiló precisamente el Literato, Musicólogo y Poeta Ernesto Flores (1930-2014); todo ello justamente en el marco del histórico recinto donde el Obispo de Colima, don Atenógenes Silva y Álvarez Tostado, ungiera Sacerdote a Placencia el 17 de septiembre de 1899, al lado del hoy canonizado San Cristóbal Magallanes Jara.

FIGURAS RELEVANTES

Los comentaristas de la Velada serán el Escritor y Periodista don Luis Sandoval Godoy (biógrafo del Poeta) y los Maestros Yolanda Zamora Puente, Samuel Gómez Luna y Sara Velasco Gutiérrez, quienes vertirán su opinión acerca de la calidad humana y artística del Bardo de Jalostotitlán, Jalisco. En la parte musical intervendrá la Maestra Yalissa Cruz Espino, Violonchelista de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, interpretando composiciones para ese instrumento, de la autoría de Juan Sebastián Bach.

ALFREDO R. PLACENCIA Y ERNESTO FLORES

Sin menoscabo de su propio mérito literario como Crítico de Arte y Columnista, Poeta y autor de enjundiosos Ensayos humanísticos, pero principalmente como pedagogo y cultor de la palabra, Ernesto Flores unió muchos años de paciente y fatigosa labor a los diligentes oficios de Jorge Romero Orozco, María Luisa y Cuauhtémoc Vite, gracias a los cuales compiló un trabajo que apenas en 2011 pudo ver la luz pública: la obra cumbre ‘Poesía completa. Alfredo R. Placencia’, antecedida por una serie de entrevistas que el Maestro Flores hizo hace cuarenta o más años, rescatando del olvido la memoria histórica del Eclesiástico en la veintena de lugares donde éste ejerció su ministerio, entrevistando a quienes lo conocieron o trataron, y también hablando con los que más cerca estuvieron de él y aún vivían entonces.

UNA ESTRELLA SE APAGA Y OTRA SE ENCIENDE

No deja de ser curioso que el mismo año de la muerte del Padre Placencia, 1930, naciera el que sería después su biógrafo y pregonero, y que los extremos de la vida de ambos abarquen casi 140 años. Y menos, el empeño que tuvo don Ernesto, de perseverar hasta ver la corona de sus fatigas en un libro publicado por una de las mejores Casas Editoriales del mundo hispano, el Fondo de Cultura Económica, de cuyo Personal es el siguiente elogio que no tiene desperdicio: “En la Poesía de Alfredo R. Placencia culminan una originalidad inapreciable y la sencillez digna de imitación. Sus composiciones se distinguen por su estilo llano, inspirado en las cosas más triviales, y al mismo tiempo conmovedor, que raya muchas veces en lo sublime”.

Ciertamente, en la cantera del dolor se inspiró Placencia para producir Poesía, inédita casi toda al momento de su muerte, pero publicada años más tarde por Luis Vázquez Correa, a cuyas manos fueron a dar los Poemarios del Sacerdote alteño.

Como especial concesión de la Secretaría de Cultura de Jalisco, a las primeras 30 personas que después de la Velada presenten al Capellán del Templo de Santa Teresa este Artículo de Semanario, se les obsequiará, a cambio, una Antología de Poemas de Ernesto Flores Flores.