jueves, 8 de mayo de 2014

Las solas sensaciones no conducen al amor

Hacia el verdadero noviazgo


enamorados


Silvia Anahí Ruvalcaba Ortiz

Instituto Juan Pablo II para la Familia


El noviazgo es un tema que a todos los jóvenes nos interesa. Por ello, pretendo darte algunas pautas para que, si ya tienes una relación de noviazgo, la vivas al máximo, y sí aún no la tienes, pongas los medios necesarios para encontrar a la persona adecuada.

Comenzaré por definir qué es el noviazgo: Es un período en que un hombre y una mujer comienzan una relación amorosa, que los lleva progresivamente a madurar entre ellos la voluntad de pertenecerse de manera total, exclusiva y definitiva en el matrimonio.

Todos, alguna vez en nuestra vida, hemos estado enamorados; pero, ¿es suficiente estarlo para formar una relación de noviazgo madura? La respuesta es No, ya que el enamoramiento es simplemente un proceso biológico que sucede cuando nos sentimos atraídos por una persona. Por ello, para que exista una relación madura se necesitan más elementos, como el compromiso y la buena comunicación.


LA CLAVE: LA COMUNICACIÓN
El noviazgo es una etapa de conocimiento mutuo, y viene a ser muy importante hablar de todo con tu pareja: de lo que les gusta, de lo que no les agrada, de sus familias, de Religión, de sus planes y proyectos, etc. Ten presente siempre que el principal enemigo de una pareja es la falta de comunicación.

Recientemente, el Papa Francisco sugirió tres palabras clave a las más de 10,000 parejas de novios con las que se reunió el 14 de Febrero: “¿Puedo?, gracias y perdona”. Así que no olvides incluir siempre esas tres palabras en la comunicación con tu pareja.


RELACIÓN DE TRES
Me refiero a formar una relación entre Cristo, tú y tu pareja. A propósito, hace tiempo escuché una frase que me gustó mucho: “El corazón de una mujer debe estar tan oculto en Dios, que un hombre debe buscarlo a Él primero para encontrarla a ella”. Me atrevería a decir que esta frase aplica tanto para el hombre como para la mujer. Y es que para que exista un Noviazgo en Cristo, ambos deben esforzarse en tener su corazón “oculto en Dios” para que puedan encontrarlo en el otro.

Debido a que el noviazgo es un tiempo de conocimiento para caminar juntos en la misma dirección y es una etapa muy enriquecedora en la vida de una persona, lo mejor que puedes hacer es ponerla en las manos de Dios y dejar que Él sea quien guíe tu relación.


TODO A SU TIEMPO

No adelantes etapas; me refiero a tener relaciones sexuales con tu pareja, ya que, “cuando separamos el sexo del matrimonio, y por tanto de la propia función natural del hombre, hemos entrado en una dinámica que empobrece y, en algunos casos, hasta arruina”. La verdadera prueba de amor es un compromiso para toda la vida.


¿Y, QUÉ SI AHORA NO TENGO NOVIO (A)?

Empieza tú por ser una persona íntegra; es decir, por fortalecer y desarrollar todos los aspectos de tu vida, tales como el área académica, espiritual, humana y afectiva. Además, ten mucha paciencia y esperanza en que encontrarás a la persona indicada. Para ello, te propongo que pidas por esa persona, aunque quizás aún no la conozcas. Ya verás que Dios te la presentará en el momento más indicado. Por ahora esfuérzate en superarte y ser mejor persona, y verás que cuando la encuentres no te costará trabajo identificarla.

Quizás actualmente tengas una relación de noviazgo en Cristo, así que valórala mucho, agradeciendo y pidiendo a Dios por tu pareja y buscando cada día conocerla más, fomentando el respeto, los detalles de afecto y la comprensión.



“No tengáis miedo del amor, que presenta exigencias precisas al hombre. Estas exigencias -tal como las encontráis en la enseñanza constante de la Iglesia- son capaces de convertir vuestro amor en un amor verdadero”.

San Juan Pablo II.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario