jueves, 22 de septiembre de 2016

En defensa de la Célula de la Sociedad

La Iglesia le responde al Presidente

El 17 de mayo, Enrique Peña Nieto firmó dos Iniciativas de Reforma para reconocer la unión entre personas del mismo sexo, bajo el nombre de “matrimonio igualitario”.

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Una de sus reformas consiste en modificar la Constitución en su Artículo 4to. para mencionar que todo matrimonio debe ser avalado por el Estado, y que ahora podrán casarse homosexuales entre sí en todo el país.
La respuesta de la mayor parte de la Sociedad ha sido contundente y masiva. Varios Legisladores se opusieron, y algunos Secretarios de Estado también. Las Iglesias Cristianas Protestantes convocaron a grandes movimientos para mostrar su desprecio por tales Iniciativas. Faltaba la Iglesia católica…

Sin una Antropología sólida
Finalmente, y de manera sólida, la Comisión Episcopal para la Familia, Adolescentes, Jóvenes, Laicos y Vida, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, envió una carta, tanto valiosa como valerosa en sus contenidos, a todos los Obispos de México, solicitando su apoyo a las muchas iniciativas de la Sociedad Civil, de repudio a la propuesta presidencial.
El documento, de fecha 12 de agosto, y llevando por asunto: Respaldo al Frente Nacional por la Familia, comienza por exponer la situación: “El Consejo de Presidencia y los Obispos de la Comisión Episcopal de Familia, Adolescentes, Jóvenes, Laicos y Vida, le compartimos estas reflexiones e informamos de algunas actividades en torno a la propuesta del llamado “matrimonio igualitario”, que se presenta sólo como una parte de una serie de propuestas legislativas con amplio espectro, unas ya aprobadas y otras en proceso, y con consecuencias de un profundo cambio antropológico”.
Enseguida, los Obispos presentan las razones del rechazo a las Iniciativas presidenciales: “La irrupción de la mentalidad de ideología de género se mueve con una bandera de aceptación al promover el valor de la diversidad y la no discriminación; pero lo hace con criterios de verdadera ideología, pues niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer; presenta una Sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Nadie puede pensar que debilitar a la familia como Sociedad natural fundada en el matrimonio, es algo que favorece a la Sociedad.
“Ocurre lo contrario: perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblos. Las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo no pueden equipararse, sin más, al matrimonio. Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el Matrimonio y la Familia”.

Invitación a la Marcha del 24 de septiembre
Además, los Obispos mencionan dos movilizaciones sociales. La primera, la que se llevó a cabo el sábado 10 de septiembre en cada uno de los Estados; la segunda, el sábado 24 de septiembre, en la Ciudad de México, con un sentido nacional. El Documento pide a cada Obispo que considere apoyar, “desde las Parroquias, para animar y promover la participación entusiasta y creativa de todas las personas, familias y grupos a estas Marchas-Concentraciones, con la posibilidad de implementar alguna forma de seguimiento-colaboración para otros procesos y eventos con los participantes. También se puede organizar y animar a apoyar en otras iniciativas de tipo cultural, académico, legislativo y social”.
A este desprestigiado Gobierno le faltaba el rechazo de la Iglesia, que era previsible, ya que la mayor parte del pueblo mexicano es creyente y católico. ¿Quién le dijo al Presidente de México que esto es lo que el país necesitaba? ¿Dará marcha atrás en sus propuestas? El Mandatario, se supone, no es Dictador de leyes aberrantes.

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