Chofer de “La Generala”
Durante tres años condujo la imagen de la “Reina de Jalisco” en su vehículo, y por 15 años la llevó anualmente a su tierra natal, Mezcala de Romero, en Tepetitlán, y de ello se siente sumamente dichoso.
José de Jesús Parada Tovar
Brillante Agente de Ventas de Radio Comerciales, S.A., por muchos años, Don Rodolfo Huerta Fernández, hoy octogenario, recuerda con viva emoción cómo, en 1968, el Padre Provincial de la Provincia de los Santos Francisco y Santiago le permitió acceder al Convento de Nuestra Señora de Zapopan a platicar con los alumnos de Filosofía, “a quienes luego invité a conocer ‘Las 5 Ondas de la Alegría’ para que atestiguaran la influencia social de la Radio, y fue como me gané gradualmente la confianza de los Frailes Franciscanos, hasta que me autorizaron hacer el recorrido de la Virgen de Zapopan en compañía del Padre Fernando Cisneros en mi carro” (un Dodge Dart 1970, que le había recién comprado a su primo hermano, Vicente Fernández, famoso cantante).
Piadosos trayectos
En entrevista para los Medios del Centro Católico de Comunicaciones, Don Rodolfo Huerta dejó constancia de la bonhomía y gran influencia espiritual del referido Padre Fray Fernando, quien, por cierto, auxilió en sus últimos momentos al papá de Vicente, y también gustaba de darse festines de mangos en una huerta propicia al terminar los periplos de la Virgen en temporadas de esa fruta barranqueña. “También me acompañaban los Padres Maximiliano, Egidio Madrigal y Luis Velázquez, indistintamente. Al carro le mandé soldar en su defensa unos ganchos para que los de la Corte jalaran el vehículo con el calabrote o cuerda, sin el motor activado.
“Recorríamos 154 Templos, además de Capillas, Conventos, Mercados, Fábricas, etcétera. Pero lo más conmovedor era pasar frente al Hospicio Cabañas, con rumbo al Mercado Libertad, porque salían todos los huerfanitos y le gritaban: ‘¡Adiós, Madrecita!” Luego, más de 50 mariachis esperaban a Nuestra Señora en San Juan de Dios, y se tendía una alfombra de alfalfa de más de 10 centímetros de espesor. Era notable el fervor en varias Parroquias. De momento, recuerdo La Sagrada Familia, donde esparcían un grande tapiz de aserrín de varios colores”.
Siendo Guardián del Convento y Basílica el Padre Fray Mario Araujo (a quien apodaban “Huarache veloz” porque diario andaba corriendo), se cumplieron 75 Años de la Coronación Pontificia de la Imagen, por lo que hubo distintos festejos. “Trabamos gran amistad -relató el entrevistado- y me permitió emprender una intensa campaña en las 5 Ondas para congregar a la gente en La Normal a las 5 de la tarde del día del Aniversario, y hacer una Romería a Zapopan con velas y veladoras. Fue tal la concurrencia, que ambos carriles iban atestados de fieles”.
“¡La vi, la vi!”, exclamaba una cieguita
Con el permiso de los Guardianes Franciscanos, Huerta Fernández llevó anualmente, por espacio de tres lustros, una réplica de la Virgen de Zapopan al pueblo alteño de Mezcala de Romero. Del Templo Parroquial era conducida luego al Colegio, “y en una ocasión, transportada en andas -refirió conmovido-, confundida entre los cantos, aclamaciones y aplausos de la gente, la señorita Lucía, una ancianita de 85 años totalmente ciega, gritó a todo pulmón: ‘la vi, la vi’. Ese hecho, por cierto, lo consignó luego en las Crónicas Fray Egidio Madrigal”.
Y añadió Don Rdolfo: “A mí, en lo personal, me hizo el milagro de detenerme instantáneamente el flujo imparable de sangre al desprendérseme totalmente la uña de un dedo del pie. Corrí ante la imagen que tengo en casa y le dije: ‘Madrecita, ¿no ves que soy diabético?, ¡cúrame!’ Y al día siguiente, en cumplimiento de una manda, recorrí desde mi casa, a pie, las 54 cuadras hasta su Basílica. Y eso lo hago cada año, aunque ya me cuesta mucho trabajo a mis 85 años, sobre todo subir la cuesta desde Plaza Patria, que, dicen, implica unos 60 metros de altitud hasta el Centro de Zapopan”.
El privilegio de tenerla
Dejó de transportar a la Virgen cuando los Franciscanos se hicieron de una unidad con un dispositivo interior que hace girar la imagen para que en el trayecto los devotos puedan mirarla de frente, o de perfil o de espaldas. “Fue cuando Fray Maseo Salcedo Haro, el Sacristán inolvidable de ‘La Pacificadora’ por más de 50 años, me regaló una figurita de La Zapopana, en madera. Se la llevé de inmediato al Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, mi amigo y condiscípulo en el Seminario, para que me la bendijera, pero me pidió primero que la vistiera como Reina.
“Por recomendación, la llevé al taller del Padre Fabián, en San Pedro, y le hizo un hermoso vestidito. Cuando la vio así Don Juan, me dio un abrazo y me pidió dejársela una día ‘para platicar con Ella’ y bendecirla con las mejores palabras de un Príncipe de la Iglesia a la Reina del Cielo. ‘Cuídala mucho, venérala, es milagrosa’, me dijo, y cada que viene a comer a mi casa, primeramente pasa a saludarla”.
Fin Rodolfo un Gran Ser Humano, quien ya está a un lado de Dios nuestro señor. Dejo como legado Una gran Familia. Bendiciones 🙏🏼
ResponderBorrarTuve la dicha y el honor de conocer a Don Rodolfo Huerta Fernández, todo un caballero el Sr. Huerta. Fuimos grandes amigos, recordando las anécdotas por su incursión en ventas para la radio, de los momentos que disfrutamos y que pasamos difíciles en nuestro trabajo, de nuestras familias. Y vivencias que compartía de su primo Vicente Fernández, le encantaba invitarnos a comer chamorro ahí por las avenidas de Ávila Camacho y Circunvalación, lo acompañamos en momentos de dolor, cuando sufrió la perdida de su amigo el cardenal Jesús Posadas. Y tuvimos el gusto de conocer a su hermosa familia en noches de Bohemia. Quisiera saber cuando falleció y si es posible donde se encuentra descansando entrañable amigo. Muchas Gracias, Hasta siempre al caballero Don Rodolfo Huerta Fernández.
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