lunes, 19 de septiembre de 2016

¡Cuidado con el Diablo porque causa división y juega sucio!

Nota 1

CIUDAD DEL VATICANO- En la Misa matutina del lunes 12, en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco se mostró tajante al afirmar que las divisiones destruyen la Iglesia y son obra del Diablo.
Al comentar la Carta de San Pablo a los Corintios, de la Liturgia del día, explicó que “el Diablo tiene dos armas muy potentes para destruir la Iglesia: las divisiones y el dinero”.
Y sucede desde los inicios de la Iglesia: “las divisiones ideológicas, teológicas, laceraban la Iglesia”. El Diablo siembra celos, ambiciones, ideas, ¡pero para dividir! O siembra codicia”.
Luego aseguró que es como cuando acontece una guerra: después, “todo queda destruido. Y el Demonio se va contento. Y nosotros, ingenuos, entramos en su juego.
“Las divisiones en la Iglesia no dejan que el Reino de Dios crezca, no dejan que el Señor se haga ver bien, como es Él. Las divisiones hacen que se vea esta parte, esta otra contra ésta y en contra de… ¡siempre en contra!
“No existe el aceite de la unidad, el bálsamo de la unidad. Pero el Diablo va más allá, no sólo en la comunidad cristiana, sino que va a la misma raíz de la unidad cristiana”.
El Vicario de Cristo pidió a los fieles hacer “todo lo posible para no destruir la Iglesia con las divisiones, sean ideológicas, sean de codicia y de ambición, sean por celos.
“Y, sobre todo -prosiguió-, orar y cuidar las fuentes, la raíz misma de la unidad de la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, y que nosotros -todos los días- celebramos su Sacrificio en la Eucaristía.
“Pidamos al Señor la unidad de la Iglesia, para que no haya divisiones. Y la unidad también en la raíz de la Iglesia” (ACI).

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