jueves, 8 de septiembre de 2016

Mártir del Matrimonio

TOMAS.MORO

“El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral” “El Buen servidor del Rey, pero primero Dios”

El Santo Patrono de Políticos y Gobernantes, Tomás Moro, nació en Londres en 1478. Estudió Leyes, Literatura Clásica y Teología en Oxford y en Londres, donde también escribió, en 1516, su libro Utopía, que presenta una comunidad ficticia con ideales filosóficos y políticos muy diferentes a los de su tiempo.
En 1505 se casó con Jane Colt, con quien procreó cuatro hijos. Ella murió seis años después, en 1511, y él estableció un segundo matrimonio, con Alice Middleton, viuda y madre de una hija. En ambos matrimonios, Tomás siempre se condujo con fidelidad y se empeñó en la educación académica, intelectual, moral y espiritual de sus hijos.

Decapitado
En 1504, bajo el reinado de Enrique VII, fue elegido Miembro del Parlamento inglés. Años después, el Rey Enrique VIII lo confirmó en el cargo, y además lo nombró Representante de la Corona en Londres, con lo que inició una brillante carrera política. Como hombre de confianza del Rey, sirvió en diversas misiones diplomáticas y comerciales.
Por sus méritos, fue nombrado miembro del Consejo de la Corona, Juez Presidente de un Tribunal, Vicetesorero y Caballero. En 1523 llegó a ser Portavoz de la Cámara de los Comunes. En 1529, en un momento de crisis política y económica del país, el Rey lo nombró Canciller del Reino, convirtiéndose, así, en el primer Laico en ocupar el cargo, al que en 1532 se vio obligado a renunciar, debido a las pretensiones del Rey, de asumir el control de la Iglesia en Inglaterra.
En consecuencia, Enrique VIII ordenó encarcelarlo en la Torre de Londres, donde fue presionado a prestar juramento de fidelidad al Rey, pero él venció toda forma de presión, fiel a sus principios, creencias y valores cristianos.
Durante el proceso jurídico en su contra, Tomás Moro pronunció una apasionada apología sobre la indisolubilidad del matrimonio, el respeto del patrimonio jurídico inspirado en los valores cristianos, y la libertad de la Iglesia ante el Estado. Murió condenado a decapitación el 6 de julio de 1535, a pesar de la alta estima en que siempre le tuvieron tanto la Corona como el pueblo de Inglaterra. Fue beatificado en 1886, canonizado como Mártir en 1935, y declarado Patrono de Políticos y Gobernantes por el Papa Juan Pablo II el 31 de octubre del año 2000.

La Iglesia del Rey
El contexto histórico en el que se desenlazaron los acontecimientos que llevaron al martirio a Moro es responsabilidad del Rey Enrique VIII, quien heredó el Trono en 1509, a la edad de 17 años. Por razones políticas y económicas, tuvo que casarse con la viuda de su hermano, Catalina de Aragón, con quien intentó procrear un hijo varón que lo sucediera en el Trono, sin conseguirlo.
Pero en 1522 se sumó a la Corte de la Reina Catalina una mujer de la Nobleza inglesa, educada en Francia, de nombre Ana Bolena. El Rey, enamorado de ella, solicitó al Papa Clemente VII la declaratoria de nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón, bajo el argumento del parentesco previo que hubo entre el Rey y la esposa de su hermano, a lo que el Papa se negó por no existir elementos disolutorios ni causales de nulidad del Sacramento.
Por ello, Enrique VIII deshizo las relaciones con la Santa Sede y nombró un nuevo Arzobispo de Canterbury para que declarara nulo su matrimonio, a fin de poder coronar como nueva Reina a Ana. Con esto, el Rey incurrió en apostasía y en cisma, por lo que el Papa le expidió una Bula de Excomunión.
Por su parte, el Rey declaró la independencia de la Iglesia Anglicana, y él como cabeza de la misma. Concretado el cisma, Enrique VIII disolvió las Órdenes Religiosas e incautó sus bienes. Los católicos ingleses que permanecieron fieles a la Sede Apostólica de Roma fueron perseguidos como traidores a la Corona inglesa, torturados y ejecutados en las plazas públicas de Londres.

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