La República Mexicana en general, y en particular la Diócesis de Zamora, están de plácemes y se visten de luces porque en este tercer domingo de octubre el Papa Francisco canoniza, junto con otros cuatro Beatos de tres países, a un niño mexicano, Mártir de la Persecución Religiosa: José Sánchez del Río, nacido en Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913, y sacrificado el 10 de febrero de 1928 en defensa de su Fe y Religión, y proclamando su amor a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe.
Con él, sumarán 32 los Santos canonizados oriundos de nuestro suelo patrio, y será el primero en esa edad adolescente, si bien hay otros tres menores en calidad de Beatos, indígenas tlaxcaltecas, también Mártires.
Agradecidos con Dios Nuestro Señor por la exaltación de este hermano nuestro, nos congratulamos también de que nuestra Nación, en medio de sus sufrimientos, avatares y convulsiones, tenga en el Cielo un Intercesor más, y sea modelo eficaz para la niñez y la juventud del país.
Daniel León Cueva
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