Escuela de Música Sacra
Ocho décadas de formar buenos músicos
A punto de cumplir 80 años, esta Institución diocesana lucha cada día para cumplir con su propósito: elevar las almas a Dios a través de la música.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
La Escuela Superior Diocesana de Música Sagrada de Guadalajara, conocida popularmente como Escuela de Música Sacra, está de plácemes, pues con esfuerzo y constancia está alcanzando sus primeros 80 años de servir a la Liturgia mediante el canto y la música.
“Lo principal es que queremos agradecer a Dios por la permanencia de la Escuela, por todos los que nos hemos formado aquí, y con este motivo tendremos una Misa en la Catedral el 6 de noviembre a las 12 del día, en la que está prevista la presencia del señor Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara”, comentó el Maestro Héctor Manuel Salcedo Becerra, Coordinador Académico, y Organista Titular de la Catedral Metropolitana.
“Vamos a participar los miembros de la Escuela cantando la Misa, como se hace cada 15 días, pero en esa ocasión de manera especial, pues se espera la participación de mayor cantidad de voces. Se está invitando a todos los que han estudiado en la Escuela, también a los del Curso Sabatino, por lo que se prevé que sea un Coro muy grande.
Así están celebrando
“Ha habido varias actividades. Nos visitó uno que fue Organista Titular de la Catedral de San Francisco, California, que vino a darnos un Curso. También hemos tenido un Curso del Método Suzuki. Tendremos también un Curso de Canto Gregoriano: viene Fray Gerardo Frausto, quien tiene el Doctorado en Canto Gregoriano por el Pontificio Instituto de Música Sacra. Vendrá también un Maestro de Costa Rica. Queremos festejar este Aniversario con actos culturales, pues nuestra principal preocupación es la formación de mejores músicos en la Escuela”, apuntó el Maestro Salcedo.
Destacó enseguida que el símbolo de la Música Sagrada es el Canto Gregoriano, y recientemente ha habido muchas reformas; de ahí que sea necesaria una actualización para estar a la vanguardia.
De igual manera, como cada año, los jueves de noviembre tendrá su tradicional Festival de Órgano, que por segundo año consecutivo, con motivo de la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero, se ha trasladado de la Iglesia Catedral al Templo Expiatorio.
Apegados a la norma litúrgica
“Hay que recordar que, para que la Música sea aceptada en la Liturgia, debe coincidir con los textos del Misal, y eso es lo que debería de cantarse, no otra cosa”, puntualizó el entrevistado.
“Buscando la participación de la gente es como se tienen cantos más populares, que pueden elegirse dependiendo de las Lecturas que se proclamarán ese día en la Celebración.
“La Música, para que sea Sagrada, dicen los textos, debe ser parecida al Canto Gregoriano. No se le puede dar el mismo estilo a la música que se toca en la calle o en una fiesta que a la música que se toca dentro de la Celebración Eucarística. Y es que si bien la Misa es una fiesta, no debe olvidarse que es una fiesta sagrada, y el propósito de la Música Sacra es elevar las almas hacia Dios; no dejarlas bailando aquí.
“Quienes interpretan Música en las celebraciones litúrgicas deben tener cuidado tanto con el texto como con la manera de ejecutarlo”.
Actualmente la Escuela de Música Sacra tiene 70 alumnos en su Curso Ordinario, y cerca de 100 alumnos en su Curso Sabatino.
Guadalajara tiene la fortuna de contar con una Escuela de Música Sacra que tal vez no ha sido suficiente para la dimensión de la Arquidiócesis; sin embargo, ha dado bastantes frutos. “Aquí tenemos Músicos que dedican su vida a la Música Litúrgica y que cuentan con una muy buena capacitación; no obstante, es difícil vivir sólo de tocar en los Templos; muchos de ellos dan clases o son integrantes de otros grupos musicales en los que se apoyan para complementar sus gastos. Tomemos en cuenta que en los Templos, entre semana, hay una o dos Misas solamente.
“Guadalajara tiene el beneficio de que desde el Seminario se da cierto grado de formación musical a los alumnos, pero tenemos que seguir trabajando en este sentido.
Formación para Coros
Desde hace dos años, la Escuela de Música Sacra, por indicación del señor Cardenal Francisco Robles, ofrece un Curso de Formación Básica para los Coros Parroquiales, que se imparte por trimestres: “Ahorita estamos en el cuarto trimestre de que se inició este proceso, y vienen ellos una vez por semana, los viernes. El Curso completo dura tres trimestres”, hizo saber el Padre Candelario Sánchez Muñoz, Director de la Escuela de Música.
Y es que, aunque en principio la Escuela fue criticada por ofrecer formación a los Coros que en el sentido más estricto de la Liturgia no deberían estar tocando en la Misa, la realidad es que en la mayoría de los Templos existe este tipo de grupos que toca guitarras y entona cantos populares.
“Hay, incluso, mariachis que tocan dentro de la Misa, que no debería de ser, pero si ya existen, por lo menos que sepan cómo tocar correctamente; que elijan los cantos adecuados, los ordinarios y los propios de cada solemnidad, para darle mayor dignidad a la Celebración”, advirtió, a su vez, el Maestro Salcedo Becerra.
La participación en este Curso ha sido baja, por lo que el Padre Candelario invita a los Párrocos a motivar a sus Coros para que participen en este Curso, que “abarca la formación litúrgica, la formación cristiana y humana, y la formación básica musical; no es una formación académica musical, pero sí algo básico.
“Actualmente, el número de alumnos es bajo: son unos 30, y dos de ellos, integrantes de mariachis, pero son un fermento, una semilla, sobre todo para que los mariachis entiendan de qué se trata esto de la participación litúrgica de estos grupos musicales”.
Así ha ido caminando
“La Escuela de Música Sacra surgió hace 80 años por iniciativa del Padre Manuel de Jesús Aréchiga Fernández, un hombre muy virtuoso en la ejecución del órgano. También tocaba piano, pero se distinguió más con el órgano”, relató el Padre Sánchez Muñoz.
“El señor Arzobispo José Garibi Rivera lo había enviado a estudiar a Roma, de donde regresó titulado.
“Con su iniciativa y el apoyo del Arzobispo fue como comenzó esta Escuela hace ocho décadas, con el criterio fundamental de que fuera para formar músicos para el servicio en la Iglesia. Así se creó la Licenciatura en Canto Gregoriano, que se fue asimilando a los esquemas académicos del Instituto Pontificio de Música, de Roma.
“Todavía seguimos más o menos el mismo esquema en cuanto a lo académico, aunque se ha procurado dar un poquito de actualización. Ahora añadimos, por ejemplo, la edición de partituras electrónicas o la pedagogía musical para ayudar a los alumnos a que, en su momento, puedan también tener herramientas de enseñanza más eficaces.
“Asimismo, la cuestión misma del uso de los aparatos electrónicos, como los teclados. Normalmente se les enseñaba la utilización de órganos, sí electrónicos, pero de barras y pedales, pues era lo tradicional que había en los Templos; pero ahora también hay muchos teclados.
“A la fecha hemos estado seis Directores en estos 80 años. El que más duró fue el Padre Aréchiga; posteriormente, el Padre Ernesto Estrella Vaca que, gracias a Dios, nos sobrevive y está entre nosotros ayudándonos en las Clases de Gregoriano, Paliografía, Iniciación Gregoriana, etcétera. El Padre David González Reinoso. El Padre Rafael González Reynoso. El Padre Agustín Arriola Velasco, y actualmente su servidor, Padre Candelario Sánchez Muñoz, que ya llevo cinco años”.
Por la Escuela en estos primeros 80 años han pasado alrededor de 15 mil alumnos.
La Escuela de Música Sacra pertenece a la Comisión de Liturgia de nuestra Diócesis, y está domiciliada en: Avenida Hidalgo 2195, Sector Hidalgo. Tel. 3616-0387.
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