Reflexión sobre la Confesión
Rebeca Ortega Camacho
El Reverendo Padre Rufino María Grández Lecumberri, de la Orden de los Hermanos Capuchinos Menores, es el Misionero de la Misericordia número 481 (de un total de 1,071) y fue facultado por el Papa Francisco para perdonar los pecados reservados a la Santa Sede durante el Año Extraordinario de la Misericordia. Además, es el único de la Arquidiócesis de Guadalajara que ostenta este título.
Los cuatro pecados reservados, descritos por el propio Padre Rufino María, son: “La profanación de la Santa Eucaristía, tomar la Eucaristía, por ejemplo, para hacer ‘misas negras’. Otro, es violar el secreto de la Confesión; el Sacerdote que violara el secreto de la Confesión, que manifestara, por ejemplo, ‘yo sé que éste ha cometido un adulterio’, supongamos, es un pecado gravísimo.
“Un tercer pecado es el aprovecharse de la Confesión para cometer un pecado sexual. Un cuarto pecado es el agredir personalmente al Papa. Esos pecados, si se cometieran, nos los puede absolver el Obispo; si no, hay que pedir la facultad directamente al Papa”.
Los Misioneros de la Misericordia fueron creados con dos objetivos: predicar la Misericordia de Dios y estar disponibles para la Confesión.
La experiencia de un confesor
“La experiencia que me va dando el escuchar Confesiones me ha dado una comprensión más profunda y enternecida de lo que es este Sacramento. Les voy a hablar de mi experiencia en la Catedral (Metropolitana).
“¿Qué es lo que yo he experimentado? Dos cosas: La primera es que toda persona que va al confesionario, va porque ha sentido algo en el corazón, y yo tengo un respeto profundísimo a esta persona. Él ha venido de parte de Jesús; él va a decir lo que lleva dentro del corazón; yo no soy más que un testigo para escucharle; no pregunto nada.
“Segunda experiencia de la Confesión: siempre es un Sacramento de paz, de consuelo. La confesión nos tiene que dejar el corazón ensanchado. Pero dicen: ‘No sé si estoy arrepentido del todo’; no importa, si usted ha venido aquí, es porque Dios le ha traído; yo voy a darle la Absolución, y lo demás, Dios lo irá haciendo poco a poco.
“Dios nos perdona siempre, y el Sacerdote no tiene otra cosa sino decir: ‘Dios le ha perdonado; la prueba es que usted viene acá’ ”, señaló Fray Rufino durante su intervención en el Encuentro Diocesano con la Misericordia Divina en el Santuario de los Mártires de Cristo, que se realizó a finales de septiembre.
También se refirió y explicó las formas de perdonar los pecados, que son tres: El Bautismo, el Sacrificio de la Misa y el Sacramento de la Penitencia.
Celebrar la Misericordia del Padre
“El Ritual oficial del Sacramento de la Penitencia admite tres posibilidades para la celebración de la Confesión, en este orden:
I. Rito para reconciliar a un solo penitente
II. Rito para reconciliar a varios penitentes con Confesión y Absolución individual
III. Rito para reconciliar a muchos penitentes con Confesión y Absolución general.
“¿Cada cuánto tiempo debemos confesarnos? No se trata de establecer una periodicidad de acuerdo a un calendario. Creo que el criterio es otro. Se trata de un ritmo de vida. No podemos tomar la Confesión como un ‘recurso psicológico’; desvirtuaríamos la belleza de su inserción en el Misterio de Cristo, pues de esto se trata, de cómo vivir el perdón de Dios en el abrazo que me ofrece su Hijo Jesucristo”, estableció el Religioso Capuchino.
Finalmente, comentó lo que es la Misericordia de Dios: “El Amor de Dios hacia nosotros se llama Misericordia, es el Amor de un Dios que se muere de Amor por mí. Por lo tanto, tengo que dar un cambio mental, total, para decir: ‘Dios mío, abro mi corazón a tu Misericordia. A la hora de encontrarme contigo, no puedo presentarte nada y no puedo dudar de que si muero ahora mismo, voy a encontrarme en tus brazos, porque tu Misericordia es infinitamente más que el Mal que yo haya hecho en la vida’”.
La Conferencia completa y más reflexiones del Padre Grández Lecumberri se encuentran en su Blog titulado: “Las hermosas palabras del Señor” (hermosas-palabras.blogspot.mx). Además, se le puede encontrar en la Catedral de Guadalajara los sábados, de las 16 a las 20 horas, exclusivamente para impartir el Sacramento de la Confesión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario