Texto y Foto: Luis Sandoval Godoy
Formuló: José Sánchez Orozco
69- Donde no hay honor, no hay dolor
Cuánto dice este refrán y cuánto ha de animarnos a sobrellevar las adversidades.
Que no nos volvamos un turrón que se derrite luego. Que sepamos dar la cara al sacrificio, poner el pecho al dolor. Que sepamos caminar por la vía del sacrificio, que lleva a la Gloria de la Resurrección.
Que sepamos negarnos a nosotros mismos, nuestras mieles y nuestras blanduras feminoides. Que entendamos que los lauros del triunfo se dan luego de las angustias del calvario. Que el honor y la gloria, la luz y la victoria, vienen tras de una noche de agonía.
Que emprendamos el camino de la renunciación a los placeres que envilecen. Que tengamos la fuerza para arrancar el pie del lodo cenagoso que quiere atraparnos.
Y, liberada el alma, limpio el corazón y lavada la pupila, tengamos sitio a donde llegan los grandes.
El honor más grande es el que han merecido los héroes que empezaron renunciando en las cosas menores, para alcanzar los lauros resplandecientes que están arriba del sol.
70- El buen pagador, de la bolsa ajena es señor
Viene al caso esto que dice el refrán, con la tormentosa historia de los débitos bancarios.
Ahí anda un ventarrón oscuro, un aire siniestro que nubla el horizonte nacional. Los señores banqueros se dicen en situación financiera de apuro. Miles y miles de sus clientes se les andan escondiendo.
Debo, no niego; pago, no tengo… qué quiere qué haga, señor banquero. Pero el señor ese, sí sabe qué hacer: a ver, espérate: quién es tu aval, qué bienes están garantizando tu préstamo.
Y presiones y amenazas, en despojos y pleitos de Juzgado. El país se ha vuelto una hoguera ardiendo. ¿Y quién nos sacará de este apuro, quién hallará la solución de este problema?
De un lado y de otro hay argumentos que parecen convencer. Pero no puede uno estar convencido de esto y de lo contrario. Son vientos de nuestra época, son situaciones que vienen de muy allá.
La política financiera, los rumbos de la Economía y la desposesión de las grandes mayorías. Uno quisiera volver a los tiempos del refrán: aquél pidió un préstamo, lo pagó a su tiempo y “san se acabó”. El día que vuelva a necesitar, volverá a pedir y volverán a prestarle.
Pero esos tiempos ya pasaron.
71- Si no hay qué comer, ¿a qué ponen arancel?
Dice éste que andamos cayendo y levantando; que las condiciones económicas se acucian cada vez. Que nos traen a plazos y plazos: que en unos meses, que para el año que viene.
Eso, y el espejismo de quienes ven signos alentadores en el horizonte. La afirmación de quienes sienten tierra firme a los pies: ya pisamos fondo.
Pero un plazo llega y no hubo nada; un impulso de apoyo, y el suelo sigue siendo inconsistente. De ahí vienen luego opiniones, remedios, proyectos en que los economistas no acaban de entenderse.
Lo que digan unos, lo que nieguen otros, lo que propongan los de allá, lo que sugieran los de acá… ¿De qué sirve todo eso si los precios siguen arriba y los salarios no alcanzan ya para los gastos de la familia?
Así las cosas, y el Gobierno muy orondo, firme y feliz: él tiene sus ingresos asegurados.
Y anda en esto y en aquello, estudiando si este Impuesto podría aumentarse, si se cobrara más aquella tarifa.
El refrán se indigna y avienta un soplamocos en dirección a esos economistas oficiales.
¡Ah, tanta gente que no tiene para mal comer!… ¿Cómo, por qué, en base a qué hablan allá del arancel?
72- La esperanza no llena panza
Los mexicanos hemos vivido esta dramática verdad. Nuestro pueblo puede dar testimonio amargo de cuán ínútiles y vacías son las promesas que vuelan por el aire.
Llevamos años viviendo en la esperanza. Y aunque se dice que la esperanza muere al último, también hay que decir: nadie vive de esperanza.
Ahora en esto la crisis: se trata de una situación pasajera que pronto pasará. Las cifras de este abatimiento económico dijeron superarlas al primer trimestre del año. Mas no, siempre no se consiguió lo que se había previsto, pero en el actual semestre vendrá la bonanza.
Y las cosas siguen presentando el perfil del desempleo, de la inflación, de la pobreza en grandes sectores. Ah, bueno, pero ahora sí: el año venidero será año de fiesta para todos los mexicanos. Ya hay rumbo cierto, ya tocó fondo la Economía; nomás entrando el año y cambiará el panorama.
Mientras acá, la corrupción, la impunidad, salarios caídos, fuentes de trabajo cerradas, y una trágica situación de hambre en la población. ¿Comeremos esperanzas, llenaremos el vientre con palabras; satisfaremos con promesas nuestras limitaciones?…
73- México cuenta su historia en cuenta de siglos
Y cantando y contando sigue su destino, desde una mañana de diciembre.
Allá venía Juan arrebujando en su tilma a la Patria recién nacida. La mecía en sus brazos, se la apretaba junto al corazón. Eran unas rosas, pero en esas rosas estaba la Patria; ahí nació México.
Porque, de ahí, comenzó un vínculo de unidad, una razón en la Historia, un amor en el pecho… De ahí nació la imagen que hace más de cuatro siglos señorea la vida nacional.
Y no hay un lazo más fuerte, una atadura más delicada, una Madre más tierna. Por eso el guadalupanísmo da razón y fuerza, aliento y esperanza a este pueblo.
Y este pueblo lleva siglos caminando en su destino… un destino que siempre va en el rumbo del amor y de la ternura.
Un destino que se nos arrebuja aquí, en el hueco del pecho, igual que a Juan cuando mecía en su manta las rosas del milagro.
Donde se orienta el corazón de nuestra Patria; allí donde se inclina el corazón, por allí ha caminado nuestra Historia.
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