jueves, 20 de octubre de 2016

Encuentro Misionero en el Seminario

Una grata experiencia

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Jjorge Octavio Velázquez Rosales,
4º de Teología

Con mucha frecuencia, la gente suele pensar que hablar de las Misiones es hablar de una realidad que está del todo ajena, pues se imagina que ser Misionero es dejar atrás su tierra para ir a pueblos muy lejanos a predicar la Palabra de Dios, a aquellos lugares donde quizá nunca nadie ha oído hablar de Él. Incluso hay quienes piensan que sólo es tarea de los Institutos Misioneros; sin embargo, hoy queremos compartirles que también en el Seminario Diocesano vivimos esta prioridad de la Iglesia: la Misión.

¿Cómo ocurre esto?
Los Seminaristas -fieles al Mandato de Cristo, de hacer discípulos a toda la gente, enseñándole todo cuanto Él nos ha revelado (Mt 28, 19-20)-, nos vamos formando gradualmente a la luz de la oración y con el estudio en todo lo que implica la Misión; y, de una manera muy especial, en este mes de octubre (Mes de las Misiones) promovemos diferentes actividades que organiza la Comisión llamada «Misión Ad Gentes» de nuestro Seminario.
Es así como tenemos visitas de Sacerdotes Misioneros a celebrar la Eucaristía, y en la homilía nos cuentan cuál ha sido su experiencia en los diferentes lugares a los que han ido, cómo les ha costado adaptarse a los cambios que enfrentan y, sobre todo, cómo es el reto de inculturizar el Evangelio en lugares cuya mentalidad es muy distinta en todos los sentidos. Nada menos, acaba de estar entre nosotros, el jueves 13 del mes en curso, el Padre Francisco Trujillo Zepeda, Misionero de Guadalupe, quien nos compartió su vivencia de 12 años en África, especialmente en Bangladesh. Lo que más nos gustó fue su forma de presentarnos la Misión: nos comentó que ser Misionero implica, ante todo, como primera actitud, la apertura total a una nueva forma de ser y de existir, con la novedad de llevarles a Cristo, que se encarna en todas las culturas y en todas las épocas.
Otra de las actividades es, desde luego, el rezo del Santo Rosario Misionero, en el cual casi siempre nos acompañan Hermanas Misioneras, quienes con su alegría y testimonio de vida nos dan ejemplo de cómo se vive en otros ángulos de la Iglesia la Misión, mediante la práctica generosa de la caridad, en los hospitales y orfanatos, donde la Persona de Cristo se hace presente a través de la mano amiga que le ofrece ayuda cuando más se necesita.
También, se nos imparte una Conferencia que nos actualiza en todo lo que hoy se viene haciendo en todo el mundo, y con ello podemos tener un panorama mucho más amplio y fresco de toda la actividad misionera. Este año fue impartida por el Vicario General de la Arquidiócesis, el señor Cura Jesús García Zamora, compartiendo la importancia que tiene en todo cristiano el conocer la Sagrada Escritura, para empaparnos de ella y así poder ir a transmitir el Mensaje de Jesús.
A la vez, la Comisión Ad Gentes abre un Periódico Mural para el Seminario, con el fin de mantenernos diariamente informados de las múltiples noticias que hay en los Campos Misión.

Conclusión
De esta manera, el Seminario asegura para sus futuros Pastores no sólo una formación teórica de la labor misionera en la Iglesia, sino, ante todo, vivenciar el ardor y la urgencia de llevar a Cristo a todos los rincones de la Tierra. Por ello, amigo lector, te invito a que no dejes de pedir por cada Misionero que ha decidido entregarse en totalidad, con el fin de hacer presente a Cristo en su testimonio de vida. Todos estamos llamados a la Misión: ser luz para aquél que se encuentra con nosotros en el día a día; ser ejemplo vivo de Jesús. ¡Oremos por las Misiones!

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