jueves, 4 de junio de 2015

Elegiremos servidores del pueblo

Cardenal José Francisco Robles Ortega,
Arzobispo de Guadalajara

Queridos hermanos y hermanas:

CardenalFrente a estas Elecciones, los invito a ejercer el derecho a decidir quiénes serán los servidores del pueblo que, como Presidentes Municipales y Diputados, deberán encontrar los caminos de la paz y del bien común.
El poder de auto-gobernarse viene de Dios, por la dignidad que ha dado a cada persona de ser libre. Sin embargo, la vida social nos invita a delegar en los gobernantes la organización de la Sociedad que, con buen juicio, encontrarán las vías de la sana convivencia, el desarrollo y el digno bienestar humano.
Como Pastores, vemos el contraste del desarrollo entre las zonas urbanas y las rurales, la corrupción institucionalizada, la injusta distribución de la riqueza, la pobreza de los salarios, los problemas de seguridad por los secuestros, la extorsión, el robo y la amenaza.
La Iglesia Católica no se identifica con ningún Partido político, sino que profesamos con plena confianza que Jesucristo ilumina las distintas opciones políticas, cuando son abanderadas de la verdad y de la honestidad.
¡Votemos! Participemos en la Elección, a fin de poder exigir, como ciudadanos, el cumplimiento de las promesas de campaña de quienes resulten ganadores. Los fieles católicos pueden afiliarse y votar libremente por el Partido político y por el candidato de su preferencia, sin contradecir sus convicciones morales y religiosas.
Los fieles católicos también somos mexicanos y somos conscientes de nuestros derechos y obligaciones. Por ello, nos comprometemos a colaborar con los candidatos electos, siempre que trabajen por el bien común y en apoyo a la Ley justa; y a pedir, como ciudadanos, el cumplimiento de los compromisos realizados a nuestras comunidades a quienes resulten electos gobernantes.
No olvidemos que, con nuestro voto este 7 de junio, podemos construir una mejor Sociedad, siendo más responsables para elegir a los servidores públicos, y cumplan, de manera fiel, honesta y austera, la encomienda que la Sociedad necesita.
Que, por la intercesión de Nuestra Señora de Zapopan, Jesucristo nos conceda un proceso electoral pacífico, constructivo y participativo.

Yo les bendigo en el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.

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