Aberrante pretensión
No debe contradecirse el Derecho Natural
El jueves 18 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó un Comunicado manifestando su postura ante la tesis jurisprudencial 43/2015 que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
A continuación, el texto completo:
DECLARACIÓN DEL CONSEJO DE PRESIDENCIA Y DE LAS DIMENSIONES FAMILIA Y VIDA, DE LA CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO,
RESPECTO AL DICTAMEN DE LA SUPREMA CORTE
Los cristianos obedecen las Leyes establecidas, pero con su vida las sobrepasan (Carta a Diogneto, V, Siglo II).
El 3 de junio, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que: “La Ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”. Esta jurisprudencia, avalada sólo por 4 Ministros, deberá ser acatada por todos los Jueces del país.
Los Obispos, respetuosos de las Instituciones y de las diversas formas de pensar y vivir, ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión, reiteramos nuestra convicción, basada en razones científicas, sociales y religiosas, que la Familia, célula de la Sociedad, se funda en el matrimonio de un hombre con una mujer, que por su capacidad procreativa garantizan la supervivencia de la Sociedad. De ahí que, por ser de eminente interés social, el Derecho Civil confiera a esta unión un reconocimiento institucional, que el Estado ha de promover y tutelar para el bien común.
Esta convicción consta en la tradición jurídica bimilenaria de Occidente, recogida y profundizada a lo largo de nuestra Historia por Legisladores y Juzgadores de diversas corrientes de pensamiento e ideologías, la cual se ve reflejada ya desde el Código Civil de 1870, emanado bajo el Gobierno del Presidente Benito Juárez; del Código Civil Federal de 1928, promulgado por el Presidente Plutarco Elías Calles, y en la mayoría de los actuales Códigos Civiles o Familiares de los Estados de la República.
Por eso, como ciudadanos, consideramos que la Sentencia de la Suprema Corte, además de romper con esta sólida tradición jurídica y el bien social que custodia, contraviene los principios del Federalismo y la razón de ser de los diversos Códigos Civiles, que pretenden responder a la realidad concreta de cada Entidad Federativa y su pluralidad, lo que debe reflejarse en las acciones de los Jueces.
Todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos dignidad y derechos. Y dado que toda persona es idéntica a sí misma y diferente a las demás, han de derivarse tratos variados según esas diferencias. Con esta convicción, la Iglesia sostiene que el matrimonio sólo puede celebrarse entre un hombre y una mujer, y defiende este valor para el bien de las personas y de toda la Sociedad.
La discriminación es una distinción injustificada, que en este caso no se da, ya que el matrimonio siempre ha sido entre personas de diferente sexo, hombre y mujer. No corresponde al Estado crear nuevas formas de matrimonio, porque ya no sería matrimonio, sino otro tipo de unión. En el caso que nos ocupa, sí se justifica la distinción, como la hay, por ejemplo, al impedir el voto a un menor de edad o a un extranjero, ya que no atenta a sus derechos políticos, sino salvaguarda la Nación.
Si bien valoramos que nadie deba ser objeto de discriminación, tal como lo consigna el Artículo Primero Constitucional, esto no significa que deba modificarse la esencia del matrimonio ni que se olvide el espíritu del Constituyente, que en el Artículo Cuarto, Primer Párrafo de la propia Ley Fundamental, reconoce la igualdad del varón y la mujer y establece el deber legal de proteger el desarrollo y organización de la familia.
+Francisco, Cardenal, Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara
Presidente de la CEM
+Norberto, Cardenal, Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
Presidente de la Comisión Episcopal Familia, Juventud, Laicos y Vida
+Javier Navarro Rodríguez
Obispo de Zamora
Vicepresidente de la CEM
+Eugenio Andrés Lira Rugarcía
Obispo Auxiliar de Puebla
Secretario General de la CEM
+Óscar Roberto Domínguez Couttolenc
Obispo de Ecatepec
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Sigifredo Noriega Barceló
Obispo de Zacatecas
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de Tehuacán
Responsable de la Dimensión Vida
+Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca
Responsable de la Dimensión Familia
+Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro
Responsable de la Dimensión Laicos
+Héctor Luis Morales Sánchez
Obispo de Netzahualcóyotl
Responsable de la Dimensión Adolescencia y Juventud
Lo más importante
La SCJN emitió una jurisprudencia que considera anticonstitucionales los Códigos Civiles que determinan que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.
Según esta tesis, el único fin que puede fijarse al matrimonio es la protección de la familia, no la procreación.
En diciembre de 2009, el DF redefinió su concepto de matrimonio como la “unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida”. La reforma entró en vigor en marzo de 2010, y en su primer año de vigencia se casaron 700 parejas del mismo sexo.
El 31 de octubre de 2013, el Congreso del Estado de Jalisco adoptó la Ley de Libre Convivencia, la cual aprueba los contratos civiles entre dos o más personas, sin importar el sexo o los lazos familiares que existan entre ellos.
Unión entre homosexuales
Sin discusión: el Matrimonio es entre hombre y mujer
La Iglesia defiende la Ley Natural, la Ley de Dios, y pese a que respeta la libertad de quienes piensan diferente, es muy clara respecto al Sacramento.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
Luego de que el miércoles 3 de junio, Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinaran que es inconstitucional para cualquier Estado de la República considerar en su Ley que el matrimonio es exclusivo entre un hombre y una mujer, y su finalidad sea la procreación, el Padre Luis Heliodoro Salcedo Morales, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Guadalajara, se une a la Fe de la Iglesia Católica y señala que la Suprema Corte de Justicia tendrá potestad para mandar sobre el Estado, pero no tiene injerencia sobre las Leyes propias que rigen a la Iglesia Católica.
Lo que la Iglesia dice
Quienes están dentro de la Iglesia siguen sus lineamientos, afirmó el Sacerdote y citó textualmente el Canon 1055 del Código de Derecho Canónico (CDC), que señala que el Matrimonio, “la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo, Nuestro Señor, a la dignidad de Sacramento entre bautizados.
“Las propiedades esenciales del Matrimonio son la unidad y la indisolubilidad, que en el Matrimonio cristiano alcanzan una particular firmeza por razón del Sacramento (1056).
“El Matrimonio lo produce el consentimiento de las partes legítimamente manifestado entre personas jurídicamente hábiles; consentimiento que ningún poder humano puede suplir (1057).
El Vicario Judicial fue enfático al señalar que no puede obligarse a la Iglesia a ofrecer el “matrimonio” por la Iglesia a personas del mismo sexo: “Definitivamente, no. La Iglesia tiene su legislación propia, y los que se adhieren a la Iglesia se adhieren con libertad; a nadie se le obliga a pertenecer a la Iglesia”.
“Dios nos ofrece la Salvación, y nos la está ofreciendo a través de la Iglesia también.
“La Iglesia es respetuosa de las Leyes del Estado en cuanto a la convivencia entre las personas, pero en cuanto al Derecho matrimonial, la Iglesia es muy clara al señalar que es un Sacramento entre hombre y mujer.
“Para el Estado, el Matrimonio ya no es la unión entre un hombre y una mujer para la procreación, sino es una asociación entre dos personas que quieren estar juntas, simplemente, olvidándose de las Leyes Naturales y de la Revelación Divina”.
Para homosexuales y heterosexuales
Respecto a un grupo de homosexuales que amenazó con presentar su “renuncia” (apostasía) ante la Iglesia para dejar de formar parte de ella, el Padre Heliodoro Salcedo, Licenciado en Derecho Canónico, explicó: “Hay mucha confusión. Definitivamente, la Iglesia, como Cristo, nunca rechaza a la gente. Hay quienes dicen que no son atendidos. La Iglesia nunca ha rechazado a quienes tienen la tendencia o preferencia hacia las personas de su mismo sexo; lo que rechaza son los actos (relaciones) homosexuales, al igual que rechaza los actos heterosexuales fuera del Matrimonio.
“Para la Iglesia, quienes tienen una relación sexual, aunque se trate de un hombre y una mujer que viven fuera del Matrimonio, están igualmente en una situación pecaminosa que no está dentro del Plan de Dios”.
Pbro. Luis Heliodoro Salcedo M.
Requisitos para hacer válido el Matrimonio
Ante el cuestionamiento de si los católicos tenemos derechos dentro de la Iglesia, el Sacerdote entrevistado señaló que los católicos tenemos los derechos fundamentales, nacidos de la Naturaleza: “Surgen, incluso, de la misma Revelación Divina. No son derechos meramente al gusto humano”.
Podríamos hablar de que los Sacramentos son un derecho, pero el CDC señala que son para quienes estén debidamente preparados y para quienes puedan recibirlos; en el caso del Matrimonio, se precisa que es para personas legítimamente hábiles; por ejemplo, no puede ejercer su derecho al Matrimonio quien ya está casado anteriormente o quien no cuenta con la edad necesaria o quien desea casarse con un pariente cercano de tercer o cuarto grado. “No puede ejercer ese derecho porque la misma Ley Eclesiástica marca cuáles son las condiciones para poder ejercer ese derecho. En el caso del Matrimonio, está muy claro que, para ejercerlo como Sacramento, debe ser entre un hombre y una mujer.
“Como Iglesia, también tenemos el derecho a ser respetados como Sociedad; respeto que tampoco recibimos de los grupos que piensan diferente a nosotros”, concluyó el Vicario Judicial.
Dios no obliga
“Quienes, sabiendo cuáles son los lineamientos de la Iglesia en cuanto al Matrimonio, que es reconocido como la unión entre hombre y mujer, y quieran alejarse porque no van a encontrar en ella lo que buscan, pues tienen la libertad de ejercer una decisión personal, como es decisión personal también aceptar lo que la Iglesia propone. Dios nos ofrece la Salvación pero no nos obliga.
“Si yo ya no quiero reconocer la autoridad de la Iglesia, me excluyo y ya. No es la Iglesia la que está expulsando”.
No existe un “trámite” oficial para renunciar a la Iglesia. “El Sacramento del Bautismo es lo que nos hace miembros de la Iglesia, y es un Sacramento indeleble, no se puede borrar. Anteriormente, en la Historia había quien, queriendo renunciar a la Iglesia, se tallaba la cabeza como queriendo borrar el signo del bautizo. Aunque abandones la Iglesia, tú vas a seguir siendo bautizado; sencillamente, estás rechazando la Salvación que Dios te ofrece por medio de la Iglesia”.
Un tema que nos aqueja a todos
La Ley Civil ante la Ley de la Vida
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, el pasado 3 de junio, en sesión privada, emitió dos jurisprudencias, la 43/2015 y la 46/2015, en cuanto al Matrimonio, con las que estableció que “la Ley de cualquier Entidad Federativa que, por un lado, considere que la finalidad de aquél es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”. Esto es, en pocas palabras, que el Matrimonio no tiene como fin la procreación, y no es exclusivamente entre un hombre y una mujer.
Dulce Natalia Romero Cruz
Desde hace varios años, diversos Amparos han declarado lo mismo que la Suprema Corte de Justicia, SCJ, en 22 Estados de la República Mexicana. Así lo explicó el Abogado Luis Antonio Martínez Guzmán, Presidente del Centro Jurídico Internacional de Derechos Humanos y Consejero de Mexicanos por la Vida de Todos: “Los activistas del lobby gay, al no encontrar eco en los Congresos Locales, acudieron al recurso de los Amparos, sabiendo que con cinco de ellos favorables, forzarían por medio de la SCJ lo que no pudieron cambiar por la Ley, declarando inconstitucional la Institución del Matrimonio, fundada en el amor entre un hombre y una mujer para formar una familia. Y así sucedió, con sentencias favorables en Oaxaca, Baja California, Sinaloa, Estado de México y Colima, dando como resultado las dos jurisprudencias mencionadas”.
El marco legal
El Abogado también dijo que “el alcance de una jurisprudencia es limitado, particularmente de una jurisprudencia temática, pues sólo obliga al Poder Judicial y no a los Legisladores ni a la Administración Pública. Es decir, si acuden las parejas formadas por dos personas homosexuales a un Juez del Registro Civil, les seguirían negando el matrimonio, porque la Ley no ha cambiado.
“El Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso de Jalisco, Héctor Pizano, aprovechando la situación y queriendo sacar provecho de la ignorancia de la gente, afirmó que con el caso Diana-Damara (ni siquiera haciendo referencia a las jurisprudencias), el Congreso estaba obligado a reformar en un plazo de 15 días el Código Civil para admitir los homomonios. Afirmación irresponsable y falsa”.
Porque, según lo que nos comentó el Abogado Martínez Guzmán, el Congreso de Jalisco no tiene por qué cambiar los Artículos 258º y 260º, que mencionan que el matrimonio es entre hombre y mujer, puesto que la jurisprudencia no tiene ese alcance.
Un ataque por la espalda
Con todo, el jurisconsulto comentó que no estamos lejos de que la situación cambie, porque existe una estrategia, a nivel nacional, ya muy avanzada: “En octubre de 2014, con la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, se estableció, mediante su Artículo 45º, que todos los Estados deben colocar, en sus Códigos Civiles, los 18 años como edad mínima para contraer nupcias. Sonaba inocente y natural; sin embargo, al reformarse los Códigos, como sucedió en Jalisco, se estaba dando pie a que el Artículo reformado fuera puesto a análisis mediante un instrumento legal llamado ‘acción de inconstitucionalidad’. Por ejemplo, si en Jalisco no se hubiera reformado bajo esta estrategia, el Artículo 260º del Código Civil, que menciona el matrimonio entre un hombre y una mujer, no podría ser amenazado por la SCJ; pero, al reformarlo, se le conceden 30 días naturales a ciertas Autoridades para objetarlo como inconstitucional. Y fue lo que sucedió”. Esta misma estrategia se está repitiendo y se verá próximamente en más Estados de la República, que están adecuando sus Códigos Civiles a la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
“En el caso de Jalisco, no está todo perdido, pues es el 258º y no el 260º el que define el matrimonio, y ese Artículo no sería tocado por la SCJ. Es por ello que seguramente los activistas del lobby gay y los Diputados Locales que legislan a favor del homomonio, buscarán, por iniciativa propia, sin ser obligados por jurisprudencia alguna, reformar el 258º”.
Presión por un cambio de cultura
“El lobby gay es muy fuerte. Es un grupo de personas homosexuales, junto con otros que no lo son, que tratan de modificar, en todos los países y con gran participación económica, las legislaciones, la cultura, las costumbres, atentando contra todos los valores que desde siempre se han difundido; valores que son sumamente respetuosos del Proyecto de Dios. En ese proceso han ido ejerciendo una fuerte influencia en instituciones clave (Suprema Corte de Justicia, Comisión de Derechos Humanos, Congresos Locales), de tal manera que fuerzan, de muchas formas, a legislar en cierto sentido. En el caso de México, se está dando un mensaje equívoco a la población, a sabiendas de que la están engañando”.
Los más afectados
También explicó el entrevistado que el riesgo con los niños está en dos sentidos: 1- “Una deformación de su conciencia, porque cuando un niño escucha que el matrimonio puede ser entre personas del mismo sexo, en su conciencia se va formando la idea de que todos los actos tienen la misma valoración, que no hay diferencias”. 2- La adopción. “En nuestra Constitución, en el Artículo 4º, se asienta que los niños merecen una protección especial, y dice que ellos deben estar primero cuando hay un conflicto; por eso se habla del bien superior de los menores. En este caso, ese bien superior va a ser colocado bajo el arbitrio de los Jueces cuando, al convertir la unión de dos personas del mismo sexo en ‘matrimonio’, van a adquirir el derecho a adoptar.
“Si esto pasa, entonces al niño se le deja en una situación injusta, porque el desarrollo pleno de un menor requiere de la presencia de papá y mamá, para poder identificarse con el igual y para aprender de la complementariedad, que es algo esencial en su desarrollo. Si revisáramos todos los libros de Psicología Evolutiva y de desarrollo humano en donde se habla del crecimiento de los menores, siempre vamos a encontrar la importancia de la figura del padre y de la madre para la conformación sana de la personalidad del niño, y eso se refleja en esos Tratados que México ha firmado, como la Convención de los Derechos del Niño, que afirma: ‘Los niños tienen que crecer con la presencia de un padre y una madre que los proteja’. Además, es sabido que, de los homosexuales que se han casado, la mayoría están ya divorciados, porque la realidad de estas uniones es la inestabilidad”.
“La enseñanza de la Doctrina de la Iglesia dice que la persona homosexual es igual de valiosa que nosotros porque es hija de Dios y merece un trato digno y respetuoso. Que la Institución del Matrimonio, en el caso religioso, se convierte en un Sacramento que recibe ayuda especial por parte de Dios para su fortalecimiento y su perseverancia. Y todo eso queda ya sin claridad para los niños. Por eso estas reformas, lejos de fortalecer el tejido social, terminan generando un desconcierto en nuestros menores y devaluando una institución que va más allá del Estado, que es propia de la naturaleza misma del ser humano”, agregó Luis Martínez.
“El Magisterio de la Iglesia no tiene nada de discriminación. Hay muchos Documentos que hablan del amor; lo importante que es defender la verdad y, al mismo tiempo, acoger a los que están viviendo diferentes situaciones. Un católico jamás podría impulsar acciones violentas, agresivas, denigrantes contra nadie; un hijo de Dios actúa amando a cada uno de sus hermanos, pero al mismo tiempo enseñándoles la verdad”,
Luis Martínez Guzmán.
En riesgo, nuestra soberanía nacional
“Muchas personas a favor de llamar ‘matrimonios’ a estas uniones, e incluso a favor de adoptar, suponen que nos oponemos porque en dichas uniones pueden darse situaciones de vulnerabilidad (violaciones o abusos); pero no va por ahí nuestra preocupación. No es a priori el riesgo de los niños adoptados por estas parejas, sino su ausencia de padre y madre, la falta de ese desarrollo complementario, de que pueda identificarse en la diferencia pero también en la igualdad. Esto quiere decir que si es niña se identifica con su madre pero también se reconoce diferente en la presencia de su padre, y eso le ayuda a tener relaciones sanas con ambos sexos.
“Otra afectación indirecta es el tema de la Soberanía Nacional, porque si nosotros nos ponemos a rastrear a quienes en Jalisco están promoviendo estas iniciativas, con nombre y apellido, rápido lograríamos ubicar las asociaciones a las que pertenecen y, a su vez, en (Sitios) Web especializados pero a la vez accesibles, podríamos rastrear sus donativos. Los resultados, comprobables y evidentes, es que reciben cientos de miles de dólares de Fundaciones de Estados Unidos, año tras año. Si llamamos a las cosas como son, nos damos cuenta de que es un país y son actores extranjeros los que están influyendo en la legislación mexicana, y eso está prohibido por el Artículo 133º Constitucional, siendo así un daño directo contra la Soberanía Nacional”.
Los objetivos que persiguen todas estas estrategias de organismos extranjeros y lobby gay, son tres:
•Obtener financiamiento desde el extranjero, a costa de personas inocentes.
•Modificar una cultura que ha sido rica en valores, en espiritualidad, en el respeto a lo trascendente, para cambiar de manera diametralmente opuesta la visión que hoy se mantiene de la Sociedad y la Familia.
•El tema de la adopción. Si nosotros volteamos a ver lo que hoy ofrecen las Leyes de México a los derechos de estos grupos minoritarios, prácticamente les dan todos los beneficios que tendría una relación como el Matrimonio. Sólo dos no se han logrado: la adopción de niños y la unión de puntajes del Infonavit. Y es evidente que la última no les preocupa.
En defensa
¿Cómo podemos enfrentar esta amenaza? “Tenemos que prepararnos, estudiar y conocer lo que nos dice el Magisterio de la Iglesia Católica, para encontrar la verdad primero; eso nos permitiría no lastimar, no faltar al respeto, no tratar indignamente a quien es digno por ser hijo de Dios. Pero, al mismo tiempo, nos permite no aceptar conductas y propuestas que son contrarias a ese plan maravilloso de amor que Dios nos tiene.
“Después, tenemos la obligación de manifestar como católicos lo que queremos que ocurra en nuestra Sociedad. Debemos anunciar, porque el creyente desde su bautizo es profeta, y denunciar ante las Autoridades que no estamos de acuerdo con lo que están haciendo, antes de desobedecer una Ley. Porque también es una opción para todos, desobedecer una ley cuando es injusta.
“Tenemos que orar mucho por nuestros gobernantes, sobre todo los que tienen poder de decisión. Invito a todos a estar atentos porque tal vez vamos a tener que manifestarnos públicamente, a través de una Marcha, porque si no salimos a la calle, no nos ven. Y hacer un llamado a los diferentes Legisladores y políticos católicos para que estén atentos a la manera en que se armonizan sus Leyes locales en referencia a los Derechos de los Niños, porque hasta ahora por ahí están entrando estas iniciativas”.
Si quieres expresar que estás en contra de este Fallo de la Suprema Corte de Justicia, puedes hacerlo firmando electrónicamente en: http://ift.tt/1GKCRH0
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