jueves, 25 de junio de 2015

Extreman precauciones para evitar daños a la Catedral

Expertos europeos, especialistas en edificios históricos, han estudiado el inmueble para prevenir afectaciones. La Arquidiócesis mantiene comunicación con las Autoridades y las Empresas encargadas de los trabajos.

Yara Martínez González

Aunque la Estación de la Línea Tres del Tren Ligero no está prevista para ubicarse exactamente frente a la Catedral, sino frente a la Plaza de Armas, se han acentuado las previsiones con tal de evitar que el edificio, que data del Siglo XVI, sufra daños durante el proceso de construcción del túnel para el transporte subterráneo.
Así lo informó el Padre Eduardo Gómez Becerra, Ingeniero y Arquitecto, además de Titular de la Comisión Diocesana de Arte Sacro, quien señaló que existe constante comunicación tanto con las Autoridades como con las Compañías que acondicionarán ese paso inferior.
“Hay mucha comunicación, sobre todo en lo que concierne a la Línea con la cercanía de los Templos que están en el Centro Histórico, como son Nuestra Señora del Sagrario, el Santuario de Guadalupe, la Catedral, el Sagrario Metropolitano, San José de Gracia y San Francisco”.
Además indicó que, por ser un edificio hecho de adobe y cantera, requiere un tratamiento especial, y para ello, quienes se encargan de los trabajos en este punto, han recurrido a la asesoría de Personal europeo, experto en edificios históricos.
“La tecnología con la que se construye este túnel es muy avanzada; es igual a la que están utilizando en Europa. Europa está llena de túneles por todos lados, y no se caen los edificios, incluso los que son mucho más antiguos que la Catedral de Guadalajara”.
En cuanto a las características que tendrá el túnel, en el que ya se trabaja desde hace algunas semanas, el Padre Gómez Becerra explicó que éste irá a 30 metros de profundidad de la Catedral. Además, se construirá un muro de contención de 32 metros de profundidad, 60 metros de largo y 1.50 metros de ancho, mismo que ayudará a controlar las vibraciones que genere el tren, así como la presión del edificio, que es la fuerza de expansión que propicia el inmueble sobre el suelo.
“Hay que ver que la Catedral ya tiene mucho daño por la contaminación y el exceso vehicular que pasa frente a ella. Es una cantidad exagerada de camiones que tenemos. Yo he contado hasta 32 autobuses en una sola fila”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario