Comunidad floreciente de niños

Formación y acompañamiento de Agentes
En San Juan Cosalá, renuevo de generaciones

Esta localidad ribereña del Lago de Chapala no sólo presume el mejor clima del mundo (constatado con reconocimiento oficial y compartido con una de Madagascar y otra de las Islas Canarias), sino también el ser un pueblo fiestero, que todo el año tiene qué festejar.

Con profusión de flores y adornos lucen el Templo Parroquial y la imagen de
San Juan Bautista, cuya Fiesta Patronal será el próximo jueves 24.

José de Jesús Parada Tovar
y Rebeca Ortega Camacho

A simple vista parece paradoja, pero es una realidad harto tangible: en San Juan Cosalá, perteneciente al Municipio de Jocotepec, abundan las familias indígenas (hay apellidos Xilonxóchitl, por ejemplo). Es más, a media cuadra del Templo Parroquial de San Juan Bautista, perdura en ruinas, con su vetusta torrecilla aún enhiesta, la que se considera Capilla más antigua de toda la Ribera de la Laguna de Chapala por sus cuatro puntos cardinales, y que data del Siglo XVI.
Y, como ironía para la Historia y la Estadística, mientras otros poblados de raigambre autóctona tienden a despoblarse por fenómenos de emigración o de decremento demográfico, aquí predomina abrumadoramente la niñez y la juventud. De lunes a domingo, sus calles reverberan de pequeñines y chavales adolescentes. Basten algunos datos demostrativos: tan sólo a la Primaria, la Secundaria y Preparatoria particulares, fundadas por el Padre Adalberto Macías Llamas, queridísimo Sacerdote Benefactor, ya nonagenario, asisten 600 alumnos; pero también hay planteles oficiales, y otros jovencitos recurren a Carreras Técnicas en Jocotepec o Chapala.

De todo, un poco
Platicar con el señor Cura Gabriel Becerra López, Párroco ahí desde el 7 de junio de 2012, equivale a hurgar lo mismo en los anales que en la idiosincrasia, las tradiciones y costumbres de un pueblo al que conoce y aprecia. De entrada, espeta: “Aquí hay más niños que piedras, porque es habitual que ya desde los 15 años se juntan en pareja los muchachos, y hay hogares con seis y hasta ocho hijos. Muy pocos son los que se casan, porque para ellos el Matrimonio es una fiesta de varios días, un gran acontecimiento, que implica grandes desembolsos.
“Ahora bien, los abuelos y los papás, especialmente las mamás, quieren que sus hijos, con todo y prole, sigan viviendo en su casa, sobre todo porque el terreno es carísimo para adquirir y construir. Se trata de una zona turística de muy alta plusvalía, y muchos dueños son gente de fuera que confía sus fincas a los lugareños para darles mantenimiento o hasta para vivir en ellas. De ahí que es frecuente que los abuelos ayuden con el cuidado de los niños, pues los papás van a trabajar para los ‘patrones’.
“Eso sí, algo muy admirable, gracias a Dios, es que todos estos niños son sanos, sanísimos, quizá porque sus papás los engendran muy jóvenes. No hay niños con deficiencias físicas o mentales, ni ciegos. De todos modos, cuando vienen a bautizarlos, les ofrezco a sus padres que se casen y que asistan a Cursos de Planificación Natural y de Orientación Matrimonial… Sin embargo, educarlos ya es una cosa diferente”.
Y en eso coincide Paulina Rameño Parra, con 22 años al servicio de la Parroquia como Agente de Pastoral y al frente de la Notaría: “Para la enorme cantidad de niños que viven en Cosalá, realmente son pocos los que vienen al Catecismo, en promedio unos 300, que 26 Catequistas impartimos entre semana: los lunes y martes, para Primera Comunión; los jueves y viernes, para Confirmación”. Y es que no pocos de los Instructores (varones seis de ellos), deben trabajar para los ‘Patrones’ en los fines de semana.

Señor Cura Gabriel Becerra López, flanqueado por escolapios cosaleños a la salida de clases. En esa localidad ribereña, es abrumadoramente mayoritaria la población infantil y juvenil.

Algunas características
Para atender a una población que oscila entre los 10,000 y los 12,000 moradores, el señor Cura Gabriel Becerra no dispone de Vicario Cooperador, aunque sólo se ocupa, adicionalmente, de una Capilla barrial y relativamente distante de la cabecera, dedicada a Nuestra Señora de Fátima. Sin embargo, para las siete Misas dominicales, distribuidas entre el Templo Parroquial, la citada Capilla y el referido espacio que dejan las ruinas del primitivo recinto, dedicado a la Virgen de Guadalupe, se apoya en el valioso concurso del Padre Macías, avecindado ahí desde hace medio siglo en atención a su copiosa muchachada estudiantil.
Tres atributos destaca nuestro entrevistado de sus fieles: “Antes que todo, es un pueblo fiestero (igual o más que Tuxpan, que tiene esa fama, según recalca). Todo el año hay fiestas, en cada mes, de enero a diciembre. Tan sólo en noviembre, a los Difuntos, a San Martín y a Santa Cecilia por parte de los músicos. En enero, Procesiones a Jocotepec, por El Señor del Monte. En febrero, por La Candelaria, hay Peregrinación a Talpa. En la Semana Santa, varios Viacrucis Vivientes. En mayo, gran rebumbio por La Santa Cruz, hasta con siete Misas en las Siete Cruces, en recuerdo de las que dejaron los primeros Misioneros para suplantar los lugares en que los naturales adoraban a sus ídolos. También se venera y festeja, en agosto, una imagen del Divino Niño. No se diga la Fiesta Patronal de San Juan y los 90 Años del Padre Macías Llamas, por estos días.
“Asimismo, es un pueblo artista. Hay muchas Bandas y grupos musicales. Hay muchos pintores, tal vez un poco líricos, pero buenos. El pueblo canta y lleva la música por dentro. De hecho, hay Coros para cada Misa. Otra cualidad: es un pueblo muy comunitario; todos los festejos los hacen por cooperación. Y, aunque no se junta mucho de limosna, se nota la colaboración para las obras materiales y otros gastos”.
¿De qué vive la gente? Paulina Rameño interviene: “Principalmente, de servicios al turismo y a propietarios de fincas avecindados aquí. Todavía hay pescadores. Ésta fue una región agrícola muy buena para chayotes y hortalizas; pero ahora hay mucho empleo para los viveros de fresa y frambuesa, que aquí le dicen ‘mora’. Numerosos albañiles van a trabajar a Guadalajara, y también en el pueblo abundan las tienditas que venden de todo y se ayudan en el autoempleo”.
Desde el parecer del Padre Gabriel (oriundo de Ciudad Guzmán, con 42 años de Sacerdote y trayectoria como Vicario o como Párroco en San Juanito de Escobedo, en Bolaños, Nochistlán, La Estanzuela, Huentitán, El Perdón, Tateposco y Santa Eduwiges, además de 6 meses de experiencia espiritual en Australia y estudios de Pastoral Social en Colombia), el principal problema en San Juan Cosalá es el de la inseguridad, permeado por la situación de narcoviolencia que ha invadido la comarca ribereña de Chapala. Es más, ocho de los 43 acribillados recientemente en Michoacán, eran de Cosalá, y ya hay una decena de desaparecidos, entre jóvenes y adultos.
También inquietan el desempleo, la drogadicción en grado creciente y más notoria que el alcoholismo, así como la desintegración familiar. Todo ello, especialmente evidente por el factor de una población predominantemente joven. Por cierto, en estas Celebraciones Patronales de San Juan Bautista se le pedirá con mayor vehemencia su mediación para desterrar o al menos atenuar la problemática social.

Con 22 años al servicio de la Parroquia, Paulina Rameño Parra es una eficiente
Agente de Pastoral como conocedora de la vida de la Comunidad, además de ser la Responsable de la Notaría.

Revisión y proyección
En sintonía con el Plan Diocesano de Pastoral, se efectuó una Asamblea Parroquial de Evaluación y Planeación, con la mira de “Formar, animar y acompañar a los Grupos de Barrio, en especial a los jóvenes y las familias, mediante la convocación, integración y formación de Agentes comprometidos, a fin de acrecentar nuestra Fe y crear espacios de vida comunitaria y solidaria, y fomentar los valores de la Familia”.
Reconoció, el Pastor de esta Comunidad, que se trabajó bien en definir teóricamente el Objetivo; “pero ciertamente falta mucho para lograrlo en la práctica”. Dijo que, ante la dimensión de los retos que plantea en concreto ahí la Nueva Evangelización, vendría muy bien el apoyo adicional de un Vicario, algún Diácono o, al menos, un Seminarista en Año de Servicio, particularmente para la atención dedicada a los jóvenes.
Conforme al Organigrama, para la Pastoral Profética existen Departamentos de Catequesis; Presacramentales; Estudio de Biblia en 23 domicilios; Jóvenes y Promoción Vocacional. Para la Pastoral Litúrgica, un Equipo de Liturgia; 12 Acólitos; 26 Ministros Extraordinarios de la Comunión, que la distribuyen entre más de 60 enfermos dos veces por semana; Coros; Hijas de María; Adoración Eucarística; Sacristán (Alberto Rameño Gómez) y Secretario, Hugo Zamora. Para la Pastoral Social, las Áreas de Obras Materiales, Notaría, Aseo y Cáritas, que reparte alrededor de 30 despensas en hogares muy necesitados. Además, se proyecta la creación de una Bolsa de Trabajo, una Mutual de Servicios Funerarios y una Librería. En la Pastoral Familiar apoya el Movimiento Familiar Cristiano con visitas domiciliarias, pláticas y cursos.

Además de las celebraciones patronales, San Juan Cosalá festejará, en sus 90 años de edad, a su primer Párroco y gran benefactor como Educador de la Niñez y de la Juventud durante 50 años, el Padre Adalberto Macías Llamas.

De Fiesta por el Patrono
Desde el lunes 15 comenzó el Novenario, alternándose cada día la participación y organización: los Agricultores; el Ballet Parroquial; las Adoración Nocturna; Misioneros Católicos; Comunidad Agraria; Ministros Extraordinarios; Profesionistas; Catequistas; Pescadores; Hijas de María; Jóvenes; Equipo Coordinador Básico; Comerciantes; Grupos Bíblicos; Albañiles; Movimiento Familiar; Jardineros y Grupo de Amor y Servicio.
A diario ha habido Alba, Mañanitas y Rosario de Aurora; Misas matutina y vespertina; Visita al Santísimo y Rezo del Rosario; Peregrinación y Serenata. Para el jueves 18 se programó Misa de Enfermos. Al día siguiente, Misa y Confirmaciones, por el Obispo Auxiliar Juan Gutiérrez Valencia. El sábado 20, al mediodía, Ceremonia Colectiva de Matrimonios. El domingo 21, Misa para los Hijos Ausentes, a las 12 horas, en tanto que el jueves 25 se dedicará especialmente al Padre Adalberto Macías en el 90º Aniversario de su Natalicio.

Esta edificación para el culto católico, la más antigua de toda la Ribera de Chapala, data del Siglo XVI. En su espacio de entrada se oficia Misa cada semana. Al parecer, hay un proyecto oficial de convertir en Museo el lugar; pero también planes parroquiales de restaurar el sitio para rehabilitarlo en honor de la Virgen de Guadalupe, como lo aprecian los vecinos cosaleños.

Erigida canónicamente el 4 de octubre de 1972 por el séptimo Arzobispo de Guadalajara y luego Cardenal, D. José Salazar López, la Parroquia de San Juan Bautista, de Cosalá, ha tenido sucesivamente los siguientes Párrocos: Pbro. Adalberto Macías Llamas; Pbro. Celso López Manzano; Pbro. Anacleto López Carrillo; Pbro. Salvador Mora Medina, y el actual, Pbro. Gabriel Becerra López.

Domicilio: Calle del Cardenal 25-B. San Juan Cosalá, Municipio de Jocotepec, Jal.
C.P. 45800. Tel. (387)76-102-68
Decanato: Chapala.
Vicaría Episcopal:
San Antonio, Tlajomulco.
Notaría: de las 16 a las 20 horas, en días hábiles.