¡Cuidado con “jueguitos”!

“Charlie”, el juego de los lápices

Mientras que Jaime Septién dijo, el 1º de Junio en aleteia.org, que los lápices de este supuesto juego se mueven por la fuerza de gravedad, y la Página de la BBC indicó el 26 de mayo que no es una tradición del folclor mexicano, el Padre Ernesto María Caro, Sacerdote de la Parroquia de La Santa Cruz, en Monterrey, Experto en Dogma, publicó en su Página de Facebook, el mismo martes 26, lo siguiente:

“Charlie, Charlie, ¿estás ahí?”
Hoy en la mañana me desperté con la novedad de que este ‘juego’ de “Charlie, Charlie” había invadido las Redes Sociales, sobre todo las que siguen los adolescentes de Secundaria. Sé que a esta hora ya será tarde para prevenir a muchos sobre la realidad de “Charlie, Charlie”; sin embargo, espero pueda ser de utilidad para los papás y den a conocer a sus hijos el peligro que corren con esa práctica.
Empecemos diciendo que ésta es una más de las PRÁCTICAS ADIVINATORIAS, las cuales son puertas que se abren hacia las regiones del Infierno. Para que esto suceda, es necesario que algún objeto sirva como ‘puerta’. Entre los objetos más comúnmente usados como puerta, figuran las cartas del tarot, el café, la Ouija o cualquier otro objeto que pueda ser usado como trámite para contestar a la pregunta realizada. La puerta se abre al invocar indirectamente al Demonio con el fin de conocer el futuro.

Dios ha decidido no revelarnos el futuro
Dios quiere que el hombre viva de la Fe y confíe en Él. Sin embargo, desde tiempos inmemoriales, el hombre, siempre curioso de su futuro, ha invocado a las fuerzas oscuras para “conocer” lo que le espera. Los resultados siempre son desastrosos.
Cuando nosotros participamos de una práctica adivinatoria, lo que en realidad estamos haciendo es establecer una conexión con el mundo demoníaco.
De manera ordinaria, el Demonio no puede entrar en contacto con nuestro medio físico, pues es un ser espiritual que vive en el Infierno (que no es un lugar propiamente, sino como una “dimensión” o un “estado”), por lo que no puede tocarnos FÍSICAMENTE. Está limitado a la tentación, lo cual realiza especialmente a través de la sugestión, de los pensamientos y sueños, en los que él puede intervenir para llevar al hombre al pecado y a la desesperación, y así empujarlo a abandonar la Fe. Esto es lo que pone al hombre en sus garras y en el camino de la condenación o, al menos, de la destrucción de la felicidad ofrecida por Dios.
Con las prácticas adivinatorias, el Demonio tiene ahora la posibilidad de entrar a nuestro medio físico. Desde ahí puede producir enfermedades, destruir relaciones afectivas, llevar a la depresión, etc.
Todas las personas que participan, sea consciente o inconscientemente en una práctica adivinatoria -crean en ella o no-, quedan propensas a haber establecido una relación con el Maligno. Si esto ocurre, será necesaria una oración de liberación y, en algunos casos, puede llegarse a requerir un exorcismo.

Necesidad de prevenir
Por todo esto, quiero prevenir a los jóvenes y a los papás, en fin, a todo el mundo, del terrible peligro que se corre cuando “inocentemente” participamos de estas prácticas.
“Charlie, Charlie” no es un juego; es una puerta que abre la posibilidad, a Satanás, de dañar nuestra vida y la de todos los que están a nuestro alrededor.
Aléjense de toda práctica adivinatoria: lectura de cartas, consultas a adivinos, lectura del café, Ouija, y de esta terrible amenaza que se llama “Charlie, Charlie”. Si no quieres que el Diablo arruine tu vida, tu salud, tu familia y, en suma, tu felicidad, ¡aléjate de esto!
Si ya has participado de esto y ha habido respuestas: es decir: se movió la Ouija, o se movieron los lápices, busca un Sacerdote, confiésate, comulga y, de ser posible, pídele que haga por ti una oración de liberación. Haz una Profesión Solemne de Fe y renuncia para siempre al Demonio y a todas sus prácticas adivinatorias. Espero que esto no llegue demasiado tarde para ti. Con mi bendición.

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