jueves, 11 de junio de 2015

Huertos urbanos, opción de una mejor alimentación

Alternativa de ahorro familiar

Huerto familiar DIF

A pesar de la expansión de las losas de concreto en las grandes ciudades, todavía es posible la agricultura urbana, si se conjugan voluntades para tal propósito. A continuación, un testimonio de que “Sí se puede”, como dice una consigna.
La señora Silvia Montero comentó con satisfacción que la experiencia del huerto urbano ha sido muy positiva, “al recoger unos rabanitos o unas cebollas, una lechuga sangría, unas espinacas o unas arúgulas y comerlas recién cortadas. Eso es muy diferente de comprar las verduras en una tienda o en un supermercado”.
Otro participante en este huerto, Armando de la Torre Reynoso, también expresó que “han sido muy interesantes los aprendizajes de variadas técnicas en el huerto, desde la siembra de las semillas, la aplicación de los fertilizantes orgánicos, hasta el cómo combatir a las hormigas arrieras con algas diatomeas, en vez de usar insecticidas químicos”.
Estas opiniones fueron recabadas en una reunión de evaluación de un Proyecto de Huerto Urbano promovido en el popular Barrio de San Andrés, en el Sector Reforma tapatío.
Ambos entrevistados expusieron que el contacto directo de la gente con la producción de vegetales destinados al consumo humano, trae la motivación de valorar más los alimentos naturales en la dieta cotidiana.

Abriendo cancha
Las plantaciones se hicieron en la mitad de un campo infantil de futbol, en el que se habilitaron espacios destinados (camas) a la producción de hortalizas, un poco de maíz y plantas ornamentales.
En tal espacio se combinó el cultivo de jitomates, espinacas, betabeles, cebollas, ejotes, brócoli y calabazas, entre otras hortalizas, además de plantas ornamentales, como el cordón de obispo, la citronela y el cempasúchil. Tal Proyecto fue impulsado por el Sistema DIF Guadalajara y la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER).

De la curiosidad a la convicción
Al respecto, la Bióloga de la SEDER, Susana Salmerón Hermosillo, comentó que el esquema de huertos comunitarios es una experiencia muy propicia para el fomento de la agricultura en zonas urbanas, lo que ha demostrado ventajas muy positivas en estimular la educación nutricional de la gente que se involucra en estas iniciativas, además de incidir en el ahorro del gasto familiar.
Por su parte, Mary Espino, del DIF Guadalajara, resaltó que, afortunadamente, es creciente el interés de la población por los huertos comunitarios. Citó que en el caso del municipio tapatío, se han generado 10 proyectos exitosos en los meses recientes, además de que hay más solicitudes para nuevas experiencias.
El Consultor del Despacho “Cosecha en Casa”, Fernando García, puntualizó que los huertos urbanos traen también consigo la ventaja de enseñar a la gente cómo pueden producirse alimentos en su propia casa, desde en macetas o en sus jardines, y con ello obtener mayor disponibilidad alimentaria.
Adujo que el ahorro en el gasto familiar se da en un rango del 10 al 30 por ciento, según el producto y el volumen que se coseche, además de que los huertos urbanos son un vehículo excepcional para la difusión de una cultura nutricional que valore el enfoque sustentable de la agricultura, dado que no se recurre a los fertilizantes ni a los plaguicidas sintéticos.

EL DATO
La agricultura urbana es una de las prioridades de herramientas promovidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para inducir la seguridad alimentaria en cada país, sobre todo en los que tienen más dependencia en ese renglón.

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