jueves, 25 de junio de 2015

El Mundo, contra Natura

 

Laudato si’
Papa Francisco comparte su mirada espiritual sobre la Creación

Betabeles DIF Jal

CIUDAD DEL VATICANO- La mañana del jueves 18 de junio se dio a conocer oficialmente el texto íntegro de la nueva Encíclica del Papa Francisco, titulada Laudato si’ (Alabado seas).
En el texto, el Santo Padre comparte profundas reflexiones espirituales sobre la Creación y el ser humano. Recuerda primeramente a San Francisco, de quien ha tomado el título de la Encíclica, y resaltó que el Pobrecillo de Asís “es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad”.

RECONOCIMIENTO AL AUTOR DE LA CREACIÓN

San Francisco, afirma el Romano Pontífice, “nos propone reconocer la Naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: ‘A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor’”.
Se refiere luego a la “crisis ecológica” actual y señala que “es necesario acudir a las diversas riquezas culturales de los pueblos, al Arte y a la Poesía, a la vida interior y a la espiritualidad, para transformar la realidad. Si de verdad queremos construir una ecología que nos permita sanar todo lo que hemos destruido, entonces ninguna rama de las Ciencias y ninguna forma de sabiduría puede ser dejada de lado; tampoco la religiosa con su propio lenguaje”.
Afirma que “la relación con Dios, con el prójimo y con la Tierra, según la Biblia las tres relaciones vitales, se han roto no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la Humanidad y todo lo creado, fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios, negándonos a reconocemos como criaturas limitadas. Este hecho desnaturalizó también el mandato de ‘dominar’ la tierra y de ‘labrarla y cuidarla’”.

“Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo material es un lenguaje del Amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios”, afirma el Obispo de Roma.

INDIGNACIÓN POR EL TRÁFICO DE ANIMALES; INDIFERENCIA

ANTE LA TRATA DE PERSONAS
Para el Santo Padre “es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres, o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada. Esto pone en riesgo el sentido de la lucha por el ambiente”.
Alienta también a los fieles a “detenerse a dar gracias a Dios antes y después de las comidas. Propongo a los creyentes que retomen este valioso hábito y lo vivan con profundidad. Ese momento de la bendición, aunque sea muy breve, nos recuerda nuestra dependencia de Dios para la vida, fortalece nuestro sentido de gratitud por los dones de la Creación, reconoce a aquellos que con su trabajo proporcionan estos bienes y refuerza la solidaridad con los más necesitados”.
Sobre los Sacramentos, el Papa Francisco asienta que “a través del culto somos invitados a abrazar el mundo en un nivel distinto. El agua, el aceite, el fuego y los colores son asumidos con toda su fuerza simbólica y se incorporan en la alabanza.
“La mano que bendice es instrumento del Amor de Dios y reflejo de la cercanía de Jesucristo, que vino a acompañarnos en el camino de la vida. El agua que se derrama sobre el cuerpo del niño que se bautiza es signo de vida nueva. No escapamos del mundo ni negamos la Naturaleza cuando queremos encontrarnos con Dios”.
En la Eucaristía, dice el Vicario de Cristo, “lo creado encuentra su mayor elevación. La Gracia, que tiende a manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo, hecho Hombre, llega a hacerse comer por su criatura”.

Sobre la Madre de Dios, el Pontífice afirma que “María, la Madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano”.

“Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la Esperanza”, alienta el Patriarca de la Iglesia Universal (ACI/EWTN Noticias).

Los personajes referentes en Laudato si’

ROMA- “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”. Esta expresión de San Francisco de Asís es la que inspiró al Papa Francisco para titular Laudato si’ (Alabado seas) a su Carta Encíclica sobre La Creación.
1- “Creo que San Francisco -escribe el Pontífice- es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad.
“Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la Naturaleza y consigo mismo”.
2- También se sirvió del Magisterio de sus predecesores para dar forma a la primera Encíclica escrita íntegramente por él, en la que cita a San Juan XXIII, al Beato Paulo VI, a San Juan Pablo II, y a Benedicto XVI.
De este modo, retrocede en el tiempo, cincuenta años, cuando el mundo se asomaba a una crisis nuclear.
3- Recuerda luego el año 1971, cuando el Papa Paulo VI se refirió por primera vez a la “problemática ecológica” presentándola como una crisis.
4- El Magisterio de Juan Pablo II también es uno de los pilares de la reciente Encíclica del Papa Francisco. El Papa Wojtyla se ocupó con interés de la salvaguardia de la Creación. Llamó a una “conversión ecológica global”, y resaltó la falta de compromiso ante la salvaguardia de “las condiciones morales de una auténtica ecología humana».
5- El Sumo Pontífice Benedicto XVI, hoy Emérito, tampoco podía faltar en la Encíclica de Francisco. Aquél decía que “la degradación de la Naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana”, y propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas, producidas por nuestro comportamiento irresponsable.
6- No podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas -como también otras Religiones- han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas”.
De esta manera, el Papa Francisco pone como ejemplo el aporte del Patriarca Ecuménico Bartolomé, quien se refirió de modo particular al pecado ecológico, porque, «en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra contribución -pequeña o grande- a la desfiguración y destrucción de la Creación».
Laudato si’ también hace alusión a expresiones de algunos pensadores de otras Religiones, así como expresiones provenientes de distintas Conferencias episcopales como las de Estados Unidos, Australia, México, Bolivia, Portugal, entre otras (ACI).

CARTON

Más que cuidar el planeta: Cinco cambios de vida

CIUDAD DEL VATICANO- Laudato si’, incluye un claro llamado a cambiar hábitos y tendencias negativas en la vida de cada persona. El Sumo Pontífice propone cinco formas concretas para el cambio de vida.
1- Ser agradecido y practicar la gratuidad: que todo cristiano reconozca el mundo (lo creado) “como un don recibido del Amor del Padre”, algo que implica “actitudes de renuncia y gestos generosos”.
Es importante convencerse de que “menos es más” y de que se debe crecer en la sobriedad y en la capacidad de gozar con poco.
2- Educar en los diversos ámbitos: no educar sólo desde el punto de vista científico, con leyes y normas como se ha hecho hasta ahora, sino ir más allá. Solicita realizar “pequeñas acciones cotidianas”, como “evitar el uso del material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias”.
3- Destierro del consumismo compulsivo: las personas que se dejan “apresar” por los mercados, son sumergidas en la “vorágine” de las compras y los gastos innecesarios.
4- Olvido del egoísmo: el Papa Francisco sostiene que la situación actual del mundo favorece distintas formas de egoísmo. Así, las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en sí mismas. “Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir”. Por tanto, sugiere “salir hacia el otro” y superar el “individualismo”.
5- Conversión interior: el Santo Padre recuerda la necesidad de ‘convertirse’; es decir, encontrarse realmente con Jesucristo e iniciar una vida nueva. El cristiano, asegura, debe vivir su vocación admirando la belleza de la obra de Dios y protegiéndola. Así, Su Santidad propone “una sana relación con lo creado” como parte de la “conversión íntegra de la persona” y tomando de modelo a San Francisco de Asís. Esto implica “reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de corazón, cambiar desde dentro” (ACI/EWTN Noticias).

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