jueves, 25 de junio de 2015

Ante el reto del despoblamiento

Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (Centro)
Trabajo intenso para mantener viva la Fe

En una zona comercial del Sector Libertad, a sólo dos cuadras del Mercado de San Juan de Dios, se halla esta Parroquia, concretamente en la esquina de las Calles Dionisio Rodríguez y Abascal y Souza. En medio del barullo de los vendedores y compradores, este lugar de oración y recogimiento abre sus puertas a todos los que por ahí transitan.

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Rebeca Ortega Camacho

Al frente de la Parroquia se encuentra el señor Cura Rigoberto Coronado Flores y, como Vicario, el Presbítero José Vázquez Gómez. La atención a los fieles y el mantenimiento del Templo son las prioridades de los dos Sacerdotes, y su principal reto es mantener viva la comunidad, a pesar del aumento de negocios diversos y de los problemas de delincuencia y drogadicción, que ahuyenta a los residentes.
“La Parroquia está deshabitada, ya no hay familias viviendo aquí, los pocos habitantes son personas grandes, no hay niños ni jóvenes. Por eso, hay mínima participación en nuestras Eucaristías, y de ahí la imposibilidad de promover todas las Pastorales que se requieren. La gente que se ve en el día es gente de paso, que viene a ver sus asuntos, a su trabajo; al terminar, esto ya queda deshabitado. Y así los domingos, queda sola la comunidad”, comentó el señor Cura Coronado.

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El corazón de obsidiana
La historia de la construcción del Templo del Sagrado Corazón nos remonta al extraordinario descubrimiento de una reliquia para cuya veneración se decidió construir este recinto. Los siguientes datos se tomaron de un Artículo del Boletín Eclesiástico, Órgano Oficial de la Arquidiócesis de Guadalajara.
“Las noticias precisas en torno al pedernal en forma de corazón no son exactas. Se reitera nada más que los hechos acaecieron en algún lugar cercano a la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación de los Macías, hoy Encarnación de Díaz, en el Estado y Región de Los Altos de Jalisco, y que esto ocurrió a mediados del Siglo XIX.
“En una fecha incierta, la señora Ascensión Cornejo Díaz se daba un baño en un estanque natural. Encontrándose en un lugar pedregoso, resbaló y la corriente comenzó a arrastrarla. Viéndose en riesgo de morir ahogada, invocó con inmensa Fe al Sagrado Corazón de Jesús, del cual era muy devota, y habiendo conseguido asirse a un punto de apoyo que le ofrecieron unas rocas ancladas al lecho del torrente, logró incorporarse y salir del agua. Al tiempo de hacerlo, su mano tocó una de las tantas piedras, advirtiendo al punto que su forma no era común; tomó la roca y se la llevó.
“Apenas pudo, sintetizó a su familia lo acaecido, incluyendo la invocación que hizo y la piedra que de forma tan curiosa llevaba consigo, misma que vieron los asombrados ojos de sus oyentes, que de mano en mano admiraron un pedernal tallado en la forma más perfecta de un corazón humano, del tamaño de un puño, de color obscuro, y en el que es posible incluso distinguir de forma detallada partes anatómicas, tales como los ventrículos izquierdo y derecho, aurículas izquierda y derecha, venas cava y aorta, así como algunas protuberancias minerales en color amarillo blanquecino, perfectamente parecidas a partes grasas de un órgano natural. Se trataba, pues, de una réplica, en pedernal, idéntica al órgano central del aparato circulatorio.
“La piedra en forma de corazón quedó entre los descendientes de doña Ascensión como el gran tesoro de la familia, y así lo recibió su hijo primogénito, José María Romo de Vivar Cornejo, quien pasó a residir a la Ciudad de Guadalajara para cursar sus estudios de Farmacéutico.
“La piedad de don José María y su deseo de construir un Templo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús llegaron a oídos del segundo Arzobispo de Guadalajara, don Pedro Loza y Pardavé, de labios de él mismo, al que enteró cómo luego de muchos años de demandarlo, tenía reunido un caudal nada desdeñable para destinarlo a la construcción de un Templo, con el propósito de dar a venerar su reliquia. El Templo se situó al Oriente de la ciudad, en un terreno amplio en la confluencia de la Calle que entonces se llamaba De la Paz y la de Dionisio Rodríguez, donde además el Arzobispo dispuso que se estableciera una Escuela Primaria y la Rectoría. La primera piedra se colocó en el año 1886. José María Romo vivió lo suficiente para ver concluida la obra. El Fundador murió el 22 de marzo de 1894, y sus restos descansan en ese Templo.
“En el marco de la Persecución Religiosa en México, el Templo del Sagrado Corazón de Jesús fue profanado por el Gobierno, y en 1942 se reabrió al culto.
“La Parroquia del Sagrado Corazón fue erigida el 21 de noviembre de 1960, siendo su primer Párroco el Sacerdote Enrique M. Luna Álvarez, quien se dio a la tarea de remozar y ampliar el Templo, hasta darle la forma monumental que tiene actualmente. El corazón de pedernal quedó montado en una corona de espinas, que a su vez se fijó y sujetó a una escultura, según se aprecia en una estampa impresa en 1964”. (Se relata en el artículo: “Una história de fe: crónica de un corazón”, de Eduardo Padilla Casillas).
“El tiempo del señor Cura Enrique fue una época floreciente porque tenía muchos habitantes, había muchas familias. El Colegio Parroquial llegó a tener mil 600 alumnos; fue una Escuela muy distinguida en ese tiempo.
“Cruzando la calle del Templo, se ubica la Casa Pastoral, la Notaría y Oficinas. También estaba la Escuela, pero hace tres años dejó de serlo porque terminó con 70 alumnos, precisamente porque ya no hay niños y estamos rodeados de Escuelas Oficiales por todos lados. Entonces, vino a menos y ya no se pudo sostener; pero ahí se nota el nivel de Parroquia que fue y ha ido decreciendo”, comentó el Párroco actual.

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Pastoral en acción
La jurisdicción comprende 46 manzanas, pero la labor evangelizadora no es fácil. “Se va trabajando en mantener viva la Fe y la vida cristiana de las personas que se van acercando. Es una Pastoral de sobrevivencia, y en ocasiones, difícil. Por ejemplo, tenemos Catequesis, la mayoría de los niños son de los trabajadores del mercado, de los locales; la mayoría son de fuera de la Comunidad.
“Nosotros salimos a visitar los locales, a las familias, y los invitamos a participar de la instrucción, de la Evangelización, de la Catequesis; pero, claro que no es posible; ellos están ocupados en sus trabajos. Hacemos tres Cursos de Evangelización en el año para preparar a los Sacramentos de la Iniciación, y es como se logra la mayoría de afuera. Por ejemplo, comenzamos en octubre y terminamos en diciembre; comenzamos en abril y terminamos en junio; con esos dos cursos de tres meses logramos grupos nuevos de personas que se han bautizado, que han recibido la Primera Comunión y la Confirmación.
“En la Catequesis hay alrededor de 200 niños y se cuenta con 25 Catequistas. Hay otro grupito, de la Renovación en el Espíritu Santo, que se mantiene más constante, y la mayoría pertenece a la Comunidad y se reúne todos los martes. Los Acólitos que tenemos son alrededor de 12 niños, y cuatro Ministros de la Eucaristía”, señaló el entrevistado.
Todos los días, de las 7.30 a las 13, y de las 17 a las 21 horas, se expone el Santísimo Sacramento. Los viernes primeros de cada mes se celebra Misa para los enfermos al medio día y a las 20 horas. Y además de la Celebración Eucarística, se realiza un momento de Adoración y luego Procesión con el Santísimo.

Fervor arraigado
El viernes 12 junio se celebró la Fiesta al Sagrado Corazón de Jesús. La devoción está muy arraigada entre las personas, según manifestó el Padre Coronado: “Yo entiendo que el culto al Sagrado Corazón es fuerte entre nuestra gente. Todo el mes de junio está dedicado a Él; los viernes primeros son de templo lleno; un amor ardiente al Sagrado Corazón de Jesús. En nuestras Fiestas asiste mucha gente, y vemos en todas las Celebraciones que se renueva su Fe, se renueva su ser de Parroquia, su ser de Comunidad. La imagen es muy querida y aclamada”.
También, en el marco de la Celebración, recibieron el Sacramento de la Confirmación 140 creyentes, y más de 150 menores la Primera Comunión, los cuales se prepararon en un Curso Intensivo durante tres meses.
Además de las Fiestas mencionadas, en la Parroquia se celebra con especial atención la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, de la Virgen del Carmen y de Nuestra Señora del Refugio.

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46 años al servicio de la Iglesia
El Sr. Cura Coronado Flores nació el 16 de octubre de 1940 en Margaritas, Atotonilco el Alto, Jalisco. Fue ordenado Sacerdote el 21 de diciembre de 1969. Su Fe, trabajo y servicio pastoral han producido muchos frutos en todas las Comunidades que se han visto beneficiadas con su presencia. Estuvo en las Parroquias de: Jesús Nazareno, de Amatlán de Cañas, Nayarit; en Tala; El Dulce Nombre de Jesús; Nuestra Señora de la Paz; San Lázaro; Nuestra Señora del Divino Amor; Getsemaní de la Cruz; San Martín de Tours; El Espíritu Santo, y desde 2009 en el Sagrado Corazón.

Parroquia Sagrado Corazón
Domicilio: Calle Dionisio Rodríguez #282, Sector Libertad
Teléfono: 3617-9683.
Horario de Misas diarias: 8, 12 y 20 Hrs.
Sábados: 8, 12, 18 y 20 Hrs.
Domingos: 8, 10, 12, 13, 18, 19 y 20 Hrs.
Decanato: Analco.
Vicaría Episcopal: San José de Analco.

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