jueves, 25 de septiembre de 2014

Testimonio: Caridad hacia la Creación, la correcta relación con los animales

La sobrepoblación de perros en la calle ha llevado a muchas personas a conscientizarse de que si se quiere una mascota de este tipo en el hogar, no es necesario comprarla: mejor opción es adoptarla.


perros callejeros 26032013


Dulce Natalia Romero Cruz


María del Rocío Camarena Figueroa es una Administradora de Empresas que se dedica al comercio; tiene un restaurante en la Colonia La Estancia y además vende alimento, que no es comercial; es hecho en Guadalajara, y es para perros.

Asimismo, ayuda, de manera particular, a canes abandonados en la vía pública: “Cuando veo un perro en la calle, no sólo le tomo una foto y la subo al Facebook, sino que tomo al animal y me hago cargo de él hasta que se le consigue quién lo quiera. Si el perro está atropellado, lo llevo a que le den atención médica; si está moribundo, también, para que pueda descansar; o si está en buenas condiciones, se le baña y se ofrece en adopción”.


Beneficios de la adopción

“No creo que ahora sea muy responsable comprar un perro, porque la sobrepoblación es impactante. El punto número uno es que hay demasiados en la calle, lo mismo en Guadalajara, en Jalisco, en México, que en el mundo, y que son responsabilidad de todos, porque de algún lado vinieron, no aparecieron espontáneamente; alguien tuvo que haberlos abandonado o echado a la calle. Ahora bien, el beneficio de adoptar en vez de comprar, primeramente es bajar la incidencia de canes abandonados, y paliar el sufrimiento, el maltrato y la crueldad hacia estos animales”.

Rocío aseguró que en la actualidad también hay muchos perros de raza en las calles, no sólo criollos o “corrientes”, como vulgarmente se les llama: “Tenemos una sobrepoblación de la raza Schnauzer; es muy común observarlos y nadie los reclama; lo mismo sucede con los Pugs. Creo que porque son razas que se han puesto de moda y la gente los compra, los reproduce y los vende o los regala; o bien, se enfadan de ellos y los echan de la casa, o éstos se salen de la casa y ya nadie se preocupa por buscarlos”.

Además, comentó que no deja de haber cierto elitismo a la hora de adoptar un perro, porque cuando se encuentra uno ‘de raza’, la respuesta es muy grande, pero cuando recoge un perro criollo y lo promueve para adopción, pueden pasar meses sin que alguien se interese en llevárselo. “Mucha gente ignora que los perros criollos son muy agradecidos. Yo tengo seis perros; la idea era tener dos, pero tengo cuatro más que no salieron en adopción. Entonces, como hay espacio y les doy calidad de vida, nos los quedamos”.



“No compren un perro de raza; adopten uno que no tiene casa”.



entrevistadaPasos a seguir

El proceso que sigue Rocío Camarena desde que ve un perro en la calle, es el siguiente: “Primero está tu propia seguridad, porque si lo ves en el Periférico, no vas a parar el tráfico. También hay que saber cómo está el perro, si está herido, agresivo o nervioso. Después se lleva a que lo valore un Veterinario y luego hay que pensar en la adaptación del hogar temporal, donde va a pasar un tiempo. Ya que está sano y tiene sus vacunas, se comienza a buscar un dueño. Se tiene que hacer un filtro, porque no se le puede regalar a cualquiera que diga que quiere un perrito”.

Para poder dar a los perros que Rocío rescata del abandono se ha apoyado de la Plataforma “Adopta Guadalajara”, en Facebook, y a través de ellos sigue ciertos criterios; entre ellos, el entregar a un perro sano y estable. Todo lo hace con sus propios recursos y no pide donativos, para evitar malos entendidos.

“En mi caso, me contactan por teléfono. Les hago preguntas, como: ¿Por qué quieres un perro?; ¿has tenido otros perros?; ¿qué ha pasado con ellos? Después me entrevisto con las personas, platicamos, les presento al perro para ver si se llevan bien. Si se quedan con él, hago una visita a su casa para checar que estén listas realmente para recibirlo.

“Ser rescatista y dar perros en adopción es un acto de fe, en el cual yo creo en ti, creo que vas a cuidar al perro y que vas a atenderlo, porque se debe estar consciente de cómo eres tú, porque así como tú seas, se lo vas a transmitir al animal; no es tanto que un can sea malo o agresivo por ser de cierta raza; las personas son quienes lo hacen así”.

Rocío conoció la noble labor del rescate y la adopción cuando ella misma estaba buscando un perro porque el que tenía se murió, y decidió adoptar, en lugar de comprar. También ha estado recabando comida para perros y gatos, que fue enviada a Baja California Sur.


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