lunes, 29 de diciembre de 2014

Tamarindo: actor estelar del ponche de fin de año

Un sabroso ingrediente


arbol tamarindoEl ponche es protagonista en los festejos del tiempo navideño, que se extiende a la cena de fin de año y como acompañante de la Rosca de Reyes. Y para esta bebida tradicional se requiere de un componente que es muy demandado: el tamarindo, que le imprime su característico sabor agridulce, junto con otras frutas.

Jalisco tiene un espacio apto para los tamarindos en varios de sus Municipios de la Región de la Costa, la llamada “Tierra Pródiga” por el Literato Agustín Yáñez Delgadillo, donde este árbol tropical está a la espera de proyectos serios de emprendurismo que aprovechen su amplio potencial como agronegocio.


Grandes beneficios

Tales proyectos podrían convertirse en fuentes de ingresos para los agricultores costeños por la venta de la fruta y su pulpa, dado que actualmente quienes le sacan mejor provecho son personas de fuera de esta comarca.

Así lo planteó el productor costeño Javier Regla Vázquez, al comentar que para capitalizar el tamarindo se requiere que quienes cuentan con plantaciones de este árbol mejoren su visión, a fin de poseer una mentalidad empresarial, lo que supone desde preservar la sanidad de los árboles, hasta cuidar el corte de la fruta y después procesar y comercializar la pulpa.

Indicó que el reto es que hay que cambiar la situación actual, en que la fruta se la pagan, si bien les va, a cuatro pesos el kilogramo, cuando después se vende a más de 20 pesos (o hasta más de 30, cuando se expende envasada) en las grandes ciudades.


Condiciones elementales

El entrevistado adujo que el tamarindo requiere que los propietarios de sus predios le den un enfoque adecuado, lo que supone varios aspectos ordenados, desde el combate de las plagas, el dominio de las técnicas adecuadas para su corte con tal de no maltratar la fruta, así como un manejo óptimo en la obtención de la pulpa y la comercialización de ésta y de la misma fruta.

Detalló que, prácticamente, el corte debe ser manual para evitar que se quiebre la fruta y se maltrate, lo cual le resta calidad a la pulpa. Esto supone el dejar de tumbar la fruta a golpes de vara.

Regla Vázquez añadió que la superación de la forma elemental en que se aprovecha hoy en día el tamarindo de parte de sus productores, remite al reto de formular proyectos sólidos, los que puedan concretarse con los recursos públicos disponibles en varios programas oficiales, de modo que la derrama económica se quede en la región costeña.


Combate de plagas

La Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco mantiene contacto con los municipios tamarinderos para la asesoría en campañas sanitarias de combate a sus plagas, por ejemplo el hongo conocido como cenicilla (Género Oidium) y el gorgojo barrenador (Caroyedon serratus). Para ello, se prevé la instalación de trampas para el control y cuantificación de la presencia de este bicho. El ataque de este insecto es devastador, dado que puede afectar hasta la mitad de una cosecha.

En años recientes hubo un apoyo estatal para instalar una nave industrial para el procesamiento de la fruta y vender la pulpa en la población de Tequesquitlán, pero este proyecto fracasó por errores de unos cooperativistas, según refirió el productor entrevistado.



Jalisco es el segundo productor nacional de tamarindos. Los Municipios con más plantaciones son: Cuautititlán de García Barragán y La Huerta.

Es otra muestra de la interacción con Asia, dado que es originario de este Continente. Se introdujo a México por el contacto con las Islas Filipinas.

Las huertas bien cuidadas dejan rendimientos cercanos a las cinco toneladas de fruta por hectárea.

A la fecha, existen plantaciones con una superficie de 3,000 hectáreas, de las cuales mil 700 se encuentran en producción.

El tamarindo tiene una demanda creciente para su utilización en la elaboración de dulces, paletas, fórmulas medicinales y salsas.



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