lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Qué hay en el corazón de los adolescentes?

IMG 4356


Cristina Parra de Hernández, Sección Familias


Recientemente tuvimos, mi esposo y yo, la oportunidad de participar como facilitadores en un Encuentro de Adolescentes; primero, exponiendo el tema de sexualidad por separado para chicos y chicas, respecto a lo cual nos dimos cuenta de que ellas tienen muchas inquietudes que, normalmente, con una sana relación con los papás, en un clima de confianza, pudieran resolverlas en una charla paterno-filial.

Entre éstas, cabe mencionar como las más trascendentales, las siguientes, pues tienen qué ver con su percepción del valor personal: “¿Qué importa si me voy a vivir con una persona sin casarme? ¿Es pecado que me abracen, me toquen y me besen, sin ser novios? ¿Qué tan importante es casarse, y para qué? ¿Se vale tener un hijo sin casarme?”… Y es que, en realidad, más inquietante resulta para las jovencitas obtener respuesta a estas interrogaciones que los efectos que puedan tener los anticonceptivos en sus cuerpos en proceso de desarrollo. Es decir, les inquieta más el corazón, lo emocional, afectivo, que los aspectos físicos en sí.


IMG 4285


Impactantes revelaciones

En la segunda parte de nuestra participación, fungimos como “papá y mamá” de los chicos varones para, a nombre de ellos, recibir sus confidencias, reclamos, inquietudes y secretos de su corazón que -por diversas razones- se habían abstenido de expresar. Esta parte fue la que más nos rompió el corazón, pues el panorama que encontramos fue devastador:

- “ A Mamá y papá no les he dicho que hace más de un año que me hacen bullying en la escuela; que me lastiman y me humillan; pero no se lo he dicho por no decepcionarlos más.Tengo mucho miedo cada que voy al baño y cuando salgo a recreo. Creo que con mis bajas calificaciones y reportes ya es más que suficiente para desilusionarlos. Tengo cicatrices en mi espalda, piernas y pecho. La Directora y la Coordinadora nada hacen; los que me acosan siguen ahí”.

- “Papá, no entiendo por qué prefieres estar con mi abuela que con tus hijos. No tengo un recuerdo de que me hayas acompañado a alguna actividad en la escuela, que me hayas invitado a ir al parque y jugar conmigo y con mis hermanos. Te pasas el tiempo con ella, y a mí me haces mucha, mucha falta”.

- “Mamá ¿por qué siempre estamos discutiendo? Me hablas de mal modo y me pides que haga muchas cosas, y si por algo no las completo o faltó algo, me lo echas en cara y no ves lo que sí hice y lo hice bien. Soy el más chico de una familia grande, y todos mis hermanos también me exigen que les limpie los zapatos, que les traiga cosas, que haga lo que tú les pides”.

- “Mi papá y mi mamá nunca están en la casa, y cuando llegan, se ponen a revisar su celular, ignorando que yo tengo ganas de platicar con ellos; pero no me hacen caso”.

- “Papá: Sólo necesito que me digas que hago bien las cosas, que me digas que me quieres, que soy importante para ti”.

- “Papá: La tragedia llegó a casa cuando decidiste irte con otra persona; dijiste que buscando tu felicidad. ¿Acaso nosotros no te hacemos feliz? ¿Buscas tu felicidad causando nuestra infelicidad?”

- “Mamá, vivo contigo, pero la verdad es que no me significas nada, no me siento identificado contigo porque dejaste a mi papá, y no me importa lo que pienses de mí”.

Yo hubiese esperado que en la etapa que les está tocando vivir a estos muchachos, entre los 12, 13 a 17, y 18 años de edad, sus ocupaciones y preocupaciones fueran estudiar, pasar el tiempo con los amigos, descubrir los talentos, las habilidades que tienen y comenzar a ponerlos en práctica en una “rebeldía” que busca mejorar el mundo en que vivimos, logrando mejores condiciones de vida para todos. Pero, éstos, son sólo algunos de los comentarios dolorosos que escuchamos esa tarde; sin embargo, no podría aquí explicar dicho dolor, tal hambre de amor, de aceptación, de cariño que esas miradas llorosas, labios temblorosos y brazos ansiosos de abrazos nos manifestaron.

Papás: ¡por favor, dense el tiempo de escuchar a sus hijos; de abrir canales de confianza para que ellos puedan expresar sus sentimientos, angustias, inseguridades y conflictos!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario