Importante, su presencia nacional
Además de su penetración en el mercado local, las flores de Nochebuena generadas en viveros jaliscienses han logrado una significativa presencia en varios Estados del Noreste y del Pacífico mexicano, lo que habla bien de la capacidad de sus viveristas ante la creciente demanda de esta flor en el gusto de la población.
Al respecto, el Directivo de “Rancho Calderón”, Heriberto Calderón, detalló que hay estimaciones de que la temporada de comercialización de esta flor icónica del tiempo de Otoño e Invierno supone una demanda nacional que fluctúa entre las 35 y 50 millones de plantas puestas en maceta (sin que sean datos muy contundentes, por falta de estadística precisa), lo que trae consigo una ventana de oportunidades para su cadena productiva, desde los viveristas hasta los intermediarios y los puntos de venta al consumidor.
Demandan apoyos para crecer
Refirió este floricultor que los viveristas y los productores de flores de corte tienen el reto de hacerse valer ante el Gobierno Federal para que se fortalezca el sistema productor de las flores y plantas de ornato, como una actividad económica formal y generadora de empleos, y que no se les discrimine como artículos elitistas, para que, de este modo se propicien condiciones favorables para incrementar su mercado interno e incluso aprovechar la exportación.
Un reto específico es capitalizar las bondades del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, en el que, al momento, se han cerrado las oportunidades a la mayoría de los vegetales ornamentales y las flores producidos en nuestro país, por medidas proteccionistas establecidas a modo de los intereses de la contraparte norteamericana.
El entrevistado destacó que si se abre el mercado de la exportación a Estados Unidos y Canadá, se obtendrá un reacomodo en el mercado doméstico que traerá mejores opciones para todos sus jugadores nacionales que llevan el producto a diversos lugares, como oficinas, escuelas, restaurantes, hoteles y jardines.
Insistió en que México, y Jalisco en lo particular, poseen microclimas propicios para la floricultura y las plantas ornamentales que deben ser motivo de captación de divisas, como lo ha hecho Colombia, a pesar de que este país estás lejos de nuestro vecino del Norte.
En el reto de fortalecimiento del sector de plantas ornamentales, indicó que sus protagonistas deben hacer lo suyo en organizarse para facilitar una adecuada conexión entre la oferta y la demanda, de modo que se hagan los ejercicios pertinentes para alentar su consumo, no sólo en grandes zonas urbanas, sino en poblaciones de menor tamaño.
Demanda creciente
Heriberto Calderón señaló que el mercado nacional ha experimentado una demanda creciente de Nochebuenas (llamada también “Catarina” y “Flor de Navidad”), aunque supeditado al gusto y al poder adquisitivo de la población, que ha preferido el color rojo encendido y los tamaños intermedios y pequeños.
También apuntó que es relevante la demanda de flor para ornato en espacios públicos, como edificios de dependencias oficiales y los camellones de las avenidas.
Ante el crecimiento de la demanda, dijo que los viveristas y comercializadores han de orientar a la población respecto a que estas flores son vulnerables ante las heladas extremas, los fuertes vientos y las lluvias prolongadas.
La flor de Nochebuena es otro regalo de la flora mexicana al mundo. Su nombre indígena es Cuetlaxóchitl; su nombre científico es Euphorbia pulcherrima.
Desde el período colonial, esta planta ha tenido amplia utilización como parte del ornato navideño, tanto en los templos como en los hogares.
Hay testimonios históricos de que el primer Embajador de Estados Unidos en nuestro país, Joel Roberts Poinsett, la introdujo en la nación vecina, donde se difundió con el nombre de Poinsettia.
Hay, al menos, 20 variedades con extensa demanda comercial.
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