jueves, 18 de diciembre de 2014

50 Años del Club Serra, orando por las vocaciones

“Siempre adelante, y no retroceder”


El miércoles 10 de diciembre se ofició una Misa de Acción de Gracias por las cinco décadas de este Organismo.


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Rebeca Ortega Camacho


El Seminario Diocesano Mayor fue la sede para la reunión de los asociados del Club Serra, con sus esposas y familiares, quienes se congregaron para celebrar y dar gracias por los primeros 50 años del Apostolado Serra en favor de las vocaciones.

Dicho Club es una Asociación voluntaria de hombres y mujeres católicos que se han agrupado para promover vocaciones al Sacerdocio y a la Vida Consagrada a través de su testimonio, la oración y la acción.

Punto central de esta conmemoración fue una Celebración Eucarística; pero, poco antes, los asistentes vieron una semblanza, en video, de la vida y obra de su Patrono, el Beato Fray Junípero Serra Ferrer, y a las 19 horas dio inicio la Misa, presidida por el Padre José Guadalupe Miranda Martínez, Vicerrector del Seminario Diocesano de Señor San José, y concelebrada por otros Sacerdotes, entre ellos el Canónigo Pedro Ortega Pelayo (Capellán de Santa María de Gracia y ex Coordinador Diocesano de Promoción Vocacional); Monseñor Alfredo Dávalos Rodríguez (Párroco de Santiago Apóstol en Tonalá y ex Rector del Seminario), y el Padre Catarino Espinoza Íñiguez, Asesor y Capellán de este Movimiento Laical.


Acción de gracias

Con la asistencia de los Seminaristas y miembros del Club Serra, la Capilla lució llena de servidores de Cristo. Por un lado, los que aportan su oración para que continúen las vocaciones Sacerdotales, y por otro, los hombres que donan su vida para difundir el Evangelio.

Rememorando los inicios del Club Serra, el Padre Guadalupe Miranda, en su Homilía señaló: “Estamos reunidos en un ambiente de familia, dándole gracias a Dios porque reconocemos su presencia en medio de nuestro caminar; y cuando se trata de descubrir este caminar, ustedes, miembros del Apostolado Serra, lo experimentan con mayor claridad, porque, incluso, hay aquí algunos fundadores de este Grupo, que surgió el 8 de diciembre de 1964, y cuyo inicio se debe al Cardenal Arzobispo José Garibi Rivera, quien se interesó siempre en apoyar y potenciar a esta Agrupación, previendo todos los beneficios que atraería para el Seminario y para la Arquidiócesis de Guadalajara”.

También recordó que el 14 de mayo de 1972 el Club Serra colocó en el patio central del Seminario un busto de Don José Garibi, y remarcó: “El 27 de mayo de ese mismo año falleció el Cardenal Garibi, pero su busto quedó aquí para recordar su labor en el Seminario y también su particular empeño en crear este Grupo de apostolado. Asimismo, junto a él se encuentra la efigie del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien por muchos años fuera Rector de este Seminario y estuvo siempre muy relacionado con el crecimiento y la expansión del Club Serra, no solamente en la Diócesis, sino también en la República Mexicana.

“Hay otros dos Cardenales en la Historia que no aparecen en bustos conmemorativos; uno, quien fuera muy callado y austero, quien nunca aparecía ni le gustaba aparecer, pero que también fue muy cercano al Club Serra, Don José Salazar López, quien fue Rector del Seminario, e igualmente otro Arzobispo de esta Iglesia local, Don Juan Jesús Posadas Ocampo, de breve episcopado, pero profundamente intenso.

“Podríamos mencionar a otras muchas personas que estuvieron en relación con el Club Serra, Sacerdotes, Seminaristas, ex Seminaristas, y tanta gente que ha pasado por aquí. Los que hemos estado en el Seminario en diferentes etapas, hemos visto cómo el Seminario es un río de aguas encrespadas, donde transcurren las generaciones, dando a veces la impresión de que lo que se hace, lo que aquí se invierte, como que se esfuma, no se ve, no se constata; sin embargo, tengan la seguridad de que todo el apoyo bien se distribuye, se multiplica y va a donde más se requiere. El trabajo callado y silencioso es el espíritu de la obra; pero, a la vez, es muy fructífero, a tono con su Patrón, Fray Junípero Serra, un Franciscano pobre, humilde, sencillo y entregado”, concluyó señalando el Padre Vicerrector del Seminario.


Un trabajo de oración

Por su parte, el señor Jorge Humberto Lemus Contreras, uno de los Fundadores, se mostró satisfecho y agradecido por celebrar 50 años de la formación del Club Serra Internacional de Guadalajara, y así lo manifestó:

“Nos da mucho gusto celebrar, con la Eucaristía, estos 50 años. Tenemos la oportunidad de ser un Apostolado Vocacional, aquí en Guadalajara, que se inició precisamente hace cinco décadas, gracias al Cardenal José Garibi Rivera, quien nos dio la bendición y la aceptación para que trabajáramos en esta obra pontificia por las vocaciones”.

Luego añadió: “Nuestro principal trabajo es en la oración, para solicitar al Dueño de la Mies que mande operarios a su viña, y es lo primero que hacemos. Lo segundo es tener relación con los Seminaristas, Sacerdotes, con miembros de la Jerarquía en estas Diócesis y en otras. Nuestra organización es internacional; estamos en 40 países, y Guadalajara se siente muy orgullosa porque, el de aquí, fue uno de los primeros Grupos que se formó en la República Mexicana. Esperamos haya muchos Laicos comprometidos orando, trabajando por las vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Misioneras”.


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