El Evangelio en la periferia

Parroquia Jesús Nuestra Esperanza

Una comunidad en crecimiento

Todavía dentro de la ciudad, pero prácticamente “afuera”, como dice el Párroco,

esta comunidad se empeña en crecer progresivamente hacia la mejora social y pastoral.

Mónica Livier Alcalá Gómez

Como su tercer destino parroquial, el señor Cura Eligio Ramírez Polanco relató lo que ha podido observar en este vasto territorio, durante los tres años que lleva al frente de él; y si bien resalta los grandes desafíos a los que se enfrenta, también exalta los logros y, sobre todo, la generosidad y Fe de esta porción de la Iglesia Diocesana, asentada en la Colonia Las Liebres, de Tlaquepaque, en la periferia de la Ciudad, y que ha ido formándose principalmente de personas que han emigrado de Michoacán, Colima, Aguascalientes, entre otros Estados: “Tenemos aquí un amplio terreno que el primer Párroco consiguió y trabajó con esmero, el Padre Francisco Casillas Navarro. Él inició todo, al mismo tiempo que lo hizo con El Señor del Perdón, en La Duraznera. Siendo muy trabajador, nos dejó ya todo construido, gracias a Dios, con un lugar muy espacioso para las Celebraciones y los trabajos pastorales”.

El templo fue construido gracias a la generosidad de las personas de esta colonia. Los planos estuvieron a cargo de la Comisión Diocesana de Arte Sacro, y la primera piedra la puso el entonces Obispo Auxiliar de Guadalajara, Monseñor Ramón Godínez Flores, el 10 de enero de 1988, iniciándose formalmente la edificación el siguiente año.

Finalmente, fue consagrado el 1° de mayo de 1994, por el Obispo José Guadalupe Martín Rábago, entonces también Auxiliar de Guadalajara.

Después del señor Cura Casillas (actual Capellán del Templo Expiatorio) llegó el señor Cura Olegario Íñiguez Becerra (desde hace años, internado en el Albergue Trinitario Sacerdotal, por su salud y edad avanzada); posteriormente estuvo aquí el Padre Eduardo Aguirre Solís, que duró alrededor de 14 años, y finalmente el Padre Eligio: “Es reciente, no es una Parroquia tan antigua, pero ha ido creciendo conforme crecen la colonia y los asentamientos, que han proliferado. Ahorita somos alrededor de 17 mil personas”.

Una colonia olvidada

“Es una Parroquia pobre; tenemos problemas por el estado de nuestras calles, la mayoría sin pavimentar. Además, cuando comenzaba la colonia, sin prevenir, pusieron drenajes de muy escaso diámetro y ahora es necesario cambiarlos, pues están ya rebasados en su función, y esto ha creado muchos problemas”.

Además, denunció que en la colonia no existen lugares de recreación y esparcimiento. Él ha solicitado ya al Ayuntamiento una Unidad Deportiva donde los muchachos puedan acceder a la práctica de algún deporte; pero, lamentablemente, no se ha escuchado su petición: “Nuestro fin es que la misma gente se sienta contenta en este lugar; que la colonia sea digna. También queremos hacer, frente al templo, una extensa plaza donde la gente pueda convivir después de la Santa Misa; todavía nos falta trabajar en muchas áreas comunes de nuestros hogares”.

Nuestro entrevistado reconoció que es una colonia más bien olvidada respecto a la seguridad y servicios, incluso en cuanto a la Salud, pues no existen hospitales cercanos, quizás por ser de la periferia. Es por ello que, aunque saben que aún son parte de la ciudad, se les tiene olvidados o poco son tomados en cuenta, como si estuviesen fuera del perímetro citadino: “Pese a todo, en muchos de los habitantes se nota el afán de progreso; la mayoría de los vecinos anhela vivir bien, con dignidad; son personas que reaccionan, exigen, están conscientes de sus derechos, aunque no siempre se le toma en cuenta”.

El Padre Martínez señaló también que muchos saben que la educación de sus hijos es fundamental, por lo que puede verse el empeño de los padres de familia llevando o mandando a sus hijos a las escuelas, que no faltan, pues cuentan con dos Primarias y una Secundaria; además opera el Colegio “Líderes del Siglo”, administrado por particulares, y atendido por los Sacerdotes de la comunidad: “Nosotros solemos estar cercanos a este Colegio; atendemos a los alumnos en lo espiritual y en lo pastoral. Gracias a Dios, han egresado de ahí buenos muchachos, fieles a la Iglesia, por lo que nosotros los apoyamos en lo que podemos”.

Los grandes retos

Uno de los más importantes, por ser escaso, es el bien de la Salud. La mayor parte de las personas corresponde a obreros, albañiles, carpinteros, herreros. Algunos trabajan en las fábricas de El Salto, con sueldos bajos que no les ajustan para subsanar las necesidades básicas de sus familias, por lo que cuidar y preservar la salud se vuelve, para muchos, una gran odisea: “La mayoría va al día: no alcanza a cubrir todas sus necesidades y sufre mucho porque acceder a la Salud es muy difícil”.

Además, hay numerosas madres solteras, que han sido abandonadas por sus esposos, lo que también genera una área desatendida y poco valorada: “Ellas tienen que salir adelante, con muchos problemas; sin embargo, tienen mucho espíritu de progreso”.

Otro de los grandes problemas son las pandillas: “Aunque todos somos hermanos y vivimos juntos, se han creado divisiones. Resulta que algunos jóvenes no pueden cruzar ciertas calles u otras ‘por ser territorio’ de pandillas contrarias. Esto ha creado una situación muy grave. Algunas de nuestras Fiestas Patronales, incluso, no son muy pacíficas; hemos tenido que cancelarlas varias veces ante el problema que han generado por actos vandálicos; o la misma gente, por temor, no acude a ellas. Se ha ido mejorando un poco en este aspecto, pero todavía falta muchísimo por hacer”.

Una respuesta en comunidad

El señor Cura hizo notar que, desde la Parroquia, se ha tratado de paliar un poco la situación en que se vive aquí; primero, tomando conciencia de que los Sacerdotes no pueden desentenderse de la situación social de su comunidad, así que han tratado de llevar a cabo acciones concretas; pero esto, sin desatender, desde luego, lo primordial de su misión, que es la labor pastoral: “Gracias a Dios, la gente es esencialmente generosa, buena. Todavía asisten muchos a las Misas de los domingos y comulgan; se confiesan. Esa parte de acercarse a los Sacramentos no se ha perdido; al contrario, ha ido creciendo, lo cual habla muy bien de esta comunidad”.

También los Sacerdotes atienden una pequeña Capellanía que apenas se está formando y ha tomado el patronazgo de Santo Toribio Romo González y, aunque solamente cuentan con el terreno y la Eucaristía se celebra al aire libre, sí hay muchos fieles que asisten y se entusiasman con que algún día puedan tener su propio templo en esta área que está un poco distante de la sede parroquial: “Es una comunidad alejada, pero que también está llenándose de casas, por lo que es prioridad no dejar desatendida esta zona; lo bueno es que ya contamos con el terreno, y esperemos poco a poco ir concretando la construcción”.

Atienden también a los miembros del Club de Golf Atlas, con la ayuda de un Formador del Seminario, el Padre Juan Antonio Márquez Gutiérrez.

Personas generosas con la Parroquia

Aparte de variados grupos, el Sacerdote resaltó la generosidad de mucha gente, a la que siempre que se le solicita ayuda, responde: “Todos los grupos están bien atendidos. Incluso en los Ejercicios Espirituales, reuniones del Equipo Coordinador Básico, etc., hay buena disposición, lo cual es algo positivo que tenemos y valoramos”.

Esta Parroquia tiene dos Fiestas Patronales: la primera, del 12 al 21 de mayo, está dedicada a “Jesús nuestra Esperanza”, y en diciembre, a la Virgen de Guadalupe.

“Tratamos de poner nuestro granito de arena también con los chicos que están en el Reclusorio Juvenil, que tenemos cercano. Los visitamos un domingo al mes, charlamos con ellos, les celebramos la Misa y les damos atención espiritual”.

Lamentablemente, en la comunidad se han asentado numerosas sectas y grupos evangélicos que han desestabilizado a algunos miembros de la comunidad y han creado divisiones, hasta dentro de las mismas familias: “Hacen proselitismo los Testigos de Jehová, diferentes grupos de cristianos, la Luz del Mundo, etc. Crean problemas y confusión, por lo que se hace necesario, de nuestra parte, intensificar la atención; pero, particularmente, esforzarnos para que la feligresía conozca y reafirme su Fe”.

Mensaje del Párroco
Por último, el Padre Eligio envió, a través de este Medio, un mensaje sobre sus ideales, quehacer y labor sacerdotales: “Tenemos que seguir evangelizando, hacer presente esa misión que nos ha pedido el Papa Francisco. Queremos sentirnos verdaderamente insertados con nuestro pueblo, como él repite constantemente, que ‘olamos a oveja’, a nuestro pueblo.

“El Papa Francisco posee una sencillez natural, nos da ejemplo de cómo ser Pastores, siempre hablándonos de la pobreza evangélica. Entonces, nuestra grey necesita que seamos misioneros pobres, que sintamos el sufrimiento de nuestra gente.

“También queremos acatar lo que nos dice aquí en la Arquidiócesis nuestro Arzobispo, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, quien nos ha recomendado llevar la Buena Nueva de Dios a todos nuestros hermanos, lo cual es un reto muy grande para nosotros y para la Iglesia. Tenemos que salir en busca de las ovejas perdidas y estar con ellos. Deseamos ser misioneros al estilo de Cristo, pero a partir de aquí, nuestra comunidad parroquial”.