El alma de todo Misionero

Thalía Verónica Rangel Sotelo

Pastoral Juvenil Diocesana

El Domingo de Ramos, 13 de abril, se llevó a cabo nuevamente la celebración del Día Mundial de la Juventud, verificada en el Cerro del Tesoro, junto al Santuario de los Mártires Mexicanos. 2,500 jóvenes, así como familias, acompañamos a Jesús en su entrada triunfal mediante la Procesión de las Palmas. Como es costumbre, iniciamos este acto litúrgico utilizando este símbolo, a manera de pórtico de los Días Santos que se vivieron a continuación.

Contamos esta vez con la presencia del Monseñor José Leopoldo González González, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guadalajara, quien nos compartió, durante la Santa Misa, una reflexión en torno a la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses: “Cristo se anonadó; no se aferró a sus prerrogativas divinas; se hizo nada para rescatarnos a nosotros; y así, de manera sencilla, rompiendo las expectativas de la liberación del pueblo de Israel, entró a la Ciudad Santa montado sobre un burrito.

“Es ese movimiento del Cielo hacia la Tierra, es como Jesucristo cumple con el Mandato del Padre: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Único Hijo, para que todo aquél que crea en Él, no muera, sino que tenga la luz de la vida ”.

“Ahora nos toca a nosotros arrodillarnos frente a Jesucristo y proclamarlo como nuestro Señor”, fue la invitación que nos hizo el Obispo Leopoldo.

PREGONEROS

DE LA BUENA NUEVA

Como muchos jóvenes fueron enviados en días anteriores a cumplir la misión de llevar a Cristo a las comunidades más necesitadas, así también Monseñor González nos pidió que orar mucho por ellos y nos exhortó a que acudiéramos a las diferentes comunidades parroquiales de la Arquidiócesis de Guadalajara para la conmemoración de los Días Santos y de las respectivas Pascuas Juveniles.

En esta ocasión, abundante número de jóvenes del Camino Neocatecumenal, procedentes de las Comunidades de San Miguel, Nuestra Señora del Rosario, Sagrado Corazón, María Madre del Redentor, Cajititlán, Tlajomulco, Atotonilquillo y Zapopan, por mencionar sólo algunas, se dieron cita en el Santuario de los Mártires para vivir esta Misa de Envío. Y al terminar la Celebración Eucarística, no se cansaron de alabar a Dios en el Concierto que el Ministerio de Música “Xrisma” había preparado.

Así, en un ambiente lleno de alegría, como el que se vivió el Domingo de Ramos, los invitamos a permanecer en el gozo que procede del hecho de que nuestra Fe Católica no sólo se basa en un Dios Todopoderoso, sino en el Dios que se hizo como nosotros para darnos vida en abundancia en el Sacrificio de la Cruz, y que ahora, en la Eucaristía, permanece vivo entre nosotros y se hace nuevamente “nada” en un pedacito de pan, para darnos su Cuerpo y su Sangre.

Dios nos ha elegido a cada uno; no somos Cristianos por casualidad”:

Santo Padre Francisco.