ANIVERSARIO DE BENEDICTO XVI

Cumple 87 años de vida

Pasos de Benedicto XVI por nuestra América (2005-2013)

La Exhortación Apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis (22-II-200), Fiesta de la Cátedra del Apóstol San Pedro, se propone retomar la riqueza multiforme de reflexiones y propuestas surgidas en la reciente Asamblea General del Sínodo de los Obispos, desde los Lineamenta hasta las proposiciones, incluyendo las relaciones y las intervenciones de los Padres Sinodales y de los Auditores” (Cfr. Sacramentum Caritatis, N° 5, de Benedicto XVI, Editorial Dabar).

Dos efemérides de este mes de abril en los años 2008 y 2009 nos dan motivo para conmemorar y consignar dos fechas del pontificado del nuestro Papa Emérito, Benedicto XVI, muy relacionadas con nuestra América: Su Visita Pastoral a Estados Unidos, con actos pletóricos de sentido eclesial, del 14 al 20 de abril de 2009, y el octogésimoprimer aniversario de su natalicio, en 2008, (octogésimoséptimo en este miércoles 16 de abril), ya en su fecundo y espiritual retiro en Santa Marta, fecha en la cual nos legó la publicación de su Obra: ‘Jesús de Nazareth’, en tres tomos llenos de enseñanzas y reflexiones teológicas; auténtico tratado teológico espiritual.

Iniciamos con la consignación importante de tres de las visitas Papales: A Estados Unidos y, obviamente, ante la ONU. A Brasil, con ocasión de la V Reunión del CELAM en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en Sao Paulo, y su presencia en el Centro de México, al pie del Cristo del Cubilete, bajo el amparo de Nuestra Santísima Madre de la Luz, en su Basílica de León, Guanajuato. Ponderamos desde ahora la repercusión eclesial de sus enseñanzas y lecciones, a partir de su Discurso inaugural el 13 de mayo de 2007 ante el pleno del CELAM ya en Aparecida, Sao Paulo: ‘Mane nobiscum, Domine’ (“Señor, quédate con nosotros”) (Lc. 24, 29).

I-RECUERDOS ECLESIALES DE HONDO EJEMPLO PASTORAL

De la visita a Estados Unidos, destacamos el formal arribo diplomático a la Base Militar de Andrews, para iniciar sus seis días de estancia; el recibimiento solemne y protocolario. Su tratamiento doctrinal, con referencias pastorales a temas sinuosos, pero insoslayables en su momento: pederastia; inmigración; guerra de Irak, por citar tres. Sus dos visitas especiales y precisas: una de ellas muy sensible, a la “Zona Cero”, en Nueva York, sobre las ruinas de las Torres Gemelas y sus víctimas. La segunda, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

De su visita a Brasil, en mayo de 2007, sobresale su presencia en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, y su previa Carta Personal…a ‘los hermanos en el Episcopado de América Latina y El Caribe’ (con esa conjunción ‘y’), en alusión directa al CELAM, todavía desde El Vaticano, invocando la Protección de la Santísima Virgen. Y ya en el Salón de Aparecida, bajo el manto de la Virgen, su alocución directa a todos los Obispos y a todos los presentes: Sacerdotes Delegados, Religiosos-as y Laicos, y muy puntualmente a los Observadores de otras Confesiones Religiosas. Pastor Universal, al fin, que como tal tuvo una intervención muy contundente, al afirmar: ‘No conllevo, en ningún momento, ninguna alienación de las culturas precolombinas de los pueblos autóctonos…. Las respeto siempre”.

Y, su visita a México, claro que mereció reportajes, crónicas y memorias especiales por su cordialidad, su calor humano y simpatía con que se desenvolvió, siempre abierto y cercano, desde el ‘corazón‘ de México, en el sobrevuelo (debido a su alta presión arterial) sobre el Cristo del Cubilete. Y luego, sus palabras específicas al Episcopado Americano en el Santuario de Nuestra Señora de La Luz y el Rezo del Santo Oficio con ellos, hermanos Sacerdotes.

De esta visita específicamente, cabe destacar su rasgo, paternal y tierno, con los niños pequeños, y su aceptación, como atuendo, del simbólico sombrero de charro. Rasgos inolvidables que nos ganaron el corazón, (y borraron la imagen negativa de su ‘inventada’ frialdad germana…nada más tendencioso y falso). Y todos esos días, cerrados con broche de oro en sus muestras de veneración a la Santísima Virgen de Guadalupe (que por precaución médica, no pudo visitar, dada la altitud del Distrito Federal), pero que él expresó, al invocar su Bendición como Emperatriz de América… Sin embargo, fue en México, y aun desde El Vaticano, donde sufrió el espinoso caso de la pederastia. No lo esquivó, y supo decidir y exigir definidamente las llamadas letras dimisorias, para suspender de su ministerio sacerdotal a los culpables, y ordenó al Colegio Cardenalicio reflexionar y ‘ventilar’ ese problema para que no se enconase… Datos que retratan a nuestro Papa Emérito Benedicto XVI.

II-UN IMBORRABLE RECUERDO DE ADMIRACIÓN

Cerramos con un corto colofón. Durante sus años de Pontificado, se desempeñó como un fino y firme diplomático y como docto Maestro de la Fe; profundo Teólogo. Y ello, ante las visitas protocolarias de los Mandatarios de América al Vaticano, y concomitantemente, en sus visitas pastorales de él a las ciudades de América. Hoy, apenas hemos señalado tres, frente a personajes de muy diferente perfil: Barack Obama; Lula da Silva; Felipe Calderón Hinojosa; los hermanos Castro Ruz en Cuba, sólo por citar unos cuantos.

¡Vaya si nuestra América lo llenó de alegría como Pastor y por su Fe Mariana! Pero también le ha dado fuertes dolores de cabeza (como bien dijera Carmen H. Moreno, seria Periodista). Y hoy aparece ¡con qué discreta figura de Papa Emérito en retiro! Con un ‘silentium obsequiosum’ que él mismo se ha impuesto. Hoy, él lo ha expresado: “No abandono la Cruz; acompañaré a la Iglesia en oración”, como lo afirmó en su última Audiencia del 28 de febrero de 2013. Y así lo ha cumplido hasta éste su cumpleaños 87° que celebramos. ¡Queda la impronta de su huella, y nuestra añoranza de él!