Sergio EstradaGonzález. México, D.F.
El próximo domingo 27 de Abril, en la Santa Sede, el Papa Francisco canonizará a los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, este último muy significativo para México, debido a su amor tan grande por nuestro país. Por lo que concierne a Juan XXIII, fue un Papa muy sencillo que abrió las puertas de la Iglesia a todo el mundo como promotor del Concilio Vaticano II. Además, concedió a México el primer Cardenal de su Historia, en la persona del sexto Arzobispo de Guadalajara, D. José Garibi Rivera.
En entrevista, Monseñor Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en nuestro país, nos dio su punto de vista en torno a estas Canonizaciones:
“Se trata de un acontecimiento extraordinario, en particular para la Iglesia en México, porque son dos Papas que se han conocido fuertemente. En lo personal, yo, cuando entré al Seminario, estaba el Papa Juan XXIII, y fue el Papa del Concilio, que marcó la Historia de la Iglesia del siglo pasado. Fue un Papa cercano a la gente, muy sencillo, que nos inspiró a todos. Respecto a Juan Pablo II, ha sido un modelo en el camino de santidad para el mundo”.
¿Podría comentar alguna anécdota de su vida en relación con estos Papas?
En torno a Juan XXIII, personalmente no lo conocí; para mí, fue un Papa de grande Fe, de cultura, hombre sencillo y pastoral.
Tuvo esa sensibilidad hacia el mundo de hoy, debido a que en los últimos 50 años había habido una época de cambios culturales, en los Medios de Comunicación, la globalización y el secularismo, entre otros, y él sintió que hacía falta evangelizar en un contexto nuevo. Por eso convocó al Concilio Ecuménico Vaticano II, y fue en un momento de espíritu muy fuerte que todavía nos alimenta.
A Juan Pablo II lo recuerdo en su segundo viaje a Brasil, en 1991, en que me tocó la preparación de su visita y acompañarlo durante 10 días por 10 Estados. Él era muy comunicador, muy recogido, siempre estaba en la presencia de Dios, en momentos intensos de oración. Lo que más me impactó fueron sus encuentros con la gente, pero no como un personaje famoso, sino como un hombre de Dios y de María.
¿De qué manera influirá esta Canonización en la Iglesia?
Esto es parte del misterio de la Iglesia, que es la presencia de Cristo Resucitado dentro de nuestra vida humana. Esos dos Papas representaron la fuerza de Dios en la Tierra, y aunque hoy ya están con Él, siguen acompañándonos. La fuerza de la Iglesia es la presencia divina. En el caso de Juan Pablo II, a México lo seguirá acompañando, y esto es lo importante, porque cuando vinieron las reliquias de Juan Pablo II, asistieron alrededor de 34 millones de personas, y esto indica la religiosidad de México.
Estas Canonizaciones, en especial la de Juan Pablo II, ¿cómo influirán en la Iglesia Católica mexicana?
La Canonización es algo muy importante para la Iglesia. Como Iglesia ya influimos, porque los católicos que viven su Fe pueden ayudar a que el mundo sea mejor, a que haya menos violencia, sea un mundo de paz, y para que se formen familias de verdad; y en particular, el ejemplo del Papa Juan Pablo II y sus palabras, pueden ayudarnos, al igual que la fuerza de la oración, mientras que la Gracia se puede dar a conocer a través del testimonio personal y comunitario.
¿Algo más que quiera agregar?
Cristo ha venido a dar sentido a nuestra existencia, a revelarnos que venimos de Dios y volvemos a Dios, y ése es el verdadero sentido de cada uno de nosotros. Entonces, la Canonización es el resultado de la vida de un cristiano. Nosotros somos llamados a la santidad, y la Canonización es una indicación de que, si unos han podido vivir esta vida, ¿por qué nosotros no?
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