Cuasiparroquia Beato Juan Pablo II
Una Comunidad que se edifica material y espiritualmente cada día
Para el Cuasipárroco, lo más difícil es la construcción de la Comunidad, pues uno de los desafíos actuales es el individualismo, que mantiene a las personas apáticas e indiferentes. De ahí que el reto principal sea crear una Comunidad de Fe, integrada por creyentes que vayan a evangelizar a los otros.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
Y es que lograr una comunidad unida protege, además, de otros problemas que aquejan a la Sociedad, como la inseguridad, la delincuencia organizada y la crisis generalizada en cuanto a los valores y las familias, indicó el Padre Juan José Trejo Rosales, quien llegó hace once años como primer Cuasipárroco del Beato Juan Pablo II.
Un inicio difícil
La comunidad surgió en la década de los 90 en la Colonia Mirador del Sol. “En este terreno, inicialmente, el Ayuntamiento de Zapopan planeaba hacer una Estación de Policía o de Bomberos; sin embargo, los vecinos solicitaron que en el lugar se edificara el templo católico. En principio no fue fácil, porque así como había vecinos que apoyaban la idea, también había quienes se oponían a ella, por lo que después de un proceso de confrontar firmas de quienes estaban a favor y quienes estaban en contra, la cuestión llegó hasta el Gobierno del Estado, y al final ganaron quienes estaban a favor.
“En un comienzo, venían a atender a los fieles, Sacerdotes de la Parroquia de San Isidro, en El Zapote. Les celebraban dos Misas los domingos, una por la mañana y otra por la tarde. Cuando llegué aquí como primer Cuasipárroco en el año 2003, había sólo tres Catequistas que atendían a 10 niños, y no había más. Ahora tenemos cinco Misas los domingos.
Respecto a lo material, sólo estaban los muros, y el templo era más pequeño; tenía techo de lámina; ahora, con el apoyo de la comunidad hemos logrado ampliarlo, construir la casa para el Sacerdote y la Casa Pastoral, pues también se carecía de salones. Es en lo que estamos trabajando actualmente, y pronto estarán terminados cinco nuevos salones.
“Inicialmente, la Cuasiparroquia se llamaba Reina de los Mártires Mexicanos, pero en 2011, cuando se anunció la Beatificación del Papa Juan Pablo II, solicitamos al Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, todavía Arzobispo de Guadalajara, que nos autorizara cambiar el nombre en razón de que aquí muy cerca, en El Coli, hay una Parroquia que se llama María Reina de los Mártires. Y, al ser el nombre tan parecido y estar en el mismo Decanato, se generaba confusión entre la gente. Se nos concedió el nuevo nombramiento y se cambió a Cuasiparroquia Beato Juan Pablo II”.
La realidad de la comunidad
“Según el Censo que realizamos al inicio de la Misión Continental en concordancia con toda la Diócesis, en nuestra comunidad hay un poco más de diez mil habitantes. La mayoría son familias jóvenes, aunque también hay un pequeño grupo de personas mayores.
“Un fenómeno que se observa aquí, es que, al estar cerca de la UNIVA, tenemos una población flotante de jóvenes estudiantes que vienen a Misa o a confesarse. La mayoría son muchachos de otras poblaciones que estudian en esa Institución, rentan alguna casa o departamento cerca, y acuden aquí a los servicios religiosos.
“Territorialmente, la Cuasiparroquia está dividida en Sectores. El territorio es alargado; se inicia en Avenida Mariano Otero y termina en Avenida Guadalupe, y aunque el terreno es amplio, hay muchos lugares que no son zona habitacional, por ejemplo, la UNIVA; también hay empresas como la Cigarrera, sobre las Avenidas Patria y Moctezuma; centros comerciales, talleres, pequeñas y medianas industrias, la Escuela Secundaria No. 89, y otro Colegio. A un costado del templo pasa el canal de aguas pluviales de Santa Elena, que en esta parte va entubado; es una área verde. A un lado de la UNIVA el canal sí corre a cielo abierto. Junto al templo también está la Dirección de Programas de Tecnología en el Aula (DIPTA), de la Secretaria de Educación Jalisco”, relató el Sacerdote.
Así se trabaja
La Cuasiparroquia cuenta con aproximadamente 15 Catequistas que atienden la formación de los niños. Tiene, además, Grupo de Adolescentes, Grupo de Jóvenes (que salieron a misionar durante la Semana Santa).
“Tenemos también Pastoral Familiar a través del Movimiento Familiar Cristiano. Hay un Grupo de Pastoral de Enfermos y de Catequesis Presacramentales. Los viernes primeros, por la noche, tenemos Adoración Nocturna.
“Entre nuestros proyectos figura el implementar una Escuela Bíblica, ahora que estamos ya por terminar los salones parroquiales. En cuanto a lo social, hacemos reparto de despensas que se colectan y se distribuyen los días primeros en la Misa de la Divina Providencia. Éstas se hacen llegar a colonias de la periferia. Incluso algunas personas que trabajan por aquí, como empleadas domésticas por ejemplo, vienen a recoger su despensa; ellas viven en Arenales Tapatíos, El Fortín u otras colonias de la periferia, y se les entrega una despensa al mes.
“Disponemos, asimismo, de un Grupo de Ministros Extraordinarios de la Comunión, Equipos de Monitores, de Lectores, de Acólitos, y tres Coros.
“En este momento, nos ocupan dos prioridades: la Formación de Agentes y la promoción de la figura de Juan Pablo II. Nos hacen falta Evangelizadores y Catequistas, sobre todo para las Pláticas Presacramentales.
“Estamos promoviendo que la gente conozca más la vida y la obra escrita del Papa Juan Pablo II. Estamos formando una Biblioteca con todos los escritos del Papa, desde que era seminarista y cuando fue Sacerdote, desde su poesía hasta sus escritos filosóficos; como Obispo de Cracovia, y como Pontífice. Además, queremos difundir trípticos breves con resúmenes de su vida y su obra.
“Lo que intentamos es que la gente vea en Juan Pablo II a ese hombre que nos dijo que se puede seguir el Evangelio en estos tiempos, lo cual nos enseñó con su vida, sus actos y sus obras, siendo un gran Evangelizador del mundo”.
Un grupo muy fuerte es el de la construcción; son unas señoras ‘guerreras’ de esta comunidad. Sacrifican buena parte de su tiempo y nos ayudan de muchas maneras: haciendo rifas, kermeses, vendiendo pozole, enchiladas y todo lo que se puede. Lo que se ha hecho en cuanto a construcción, es gracias a Dios y al trabajo de muchas personas”, aseguró el Padre Juan José Trejo.
Fiesta y devoción a Juan Pablo II
La comunidad celebra a Juan Pablo II el 22 de octubre: “Lo festejamos en el día que fue electo Papa, que fue la que quedó como fecha oficial a nivel Iglesia Universal, una vez que fue beatificado. Lo festejamos con un Novenario, al que invitamos a celebrar la Misa a los Sacerdotes del Decanato. En esos días tenemos muy buena participación de la gente: el templo se llena.
“Para el día 22 invitamos a alguno de los Obispos para que nos celebre la Eucaristía, que es el Centro de la Fiesta, y para que nos hable de nuestro, ahora Santo, Patrono. Tratamos de que el Obispo que venga haya conocido al Papa Juan Pablo II. El Cardenal Juan Sandoval, por ejemplo, nos ha compartido sus experiencias cercanas con él. También hemos invitado al Obispo Auxiliar José Leopoldo González, quien estuvo trabajando en Roma y también le conoció.
“La gente tiene devoción por el Papa Juan Pablo II, viene y reza; algunos traen sus Novenas, o a veces le mandan decir Misas en acción de gracias.
“Una vez efectuada la Canonización, deberá hacerse el trámite ante el Arzobispado para que nuevamente se le cambie de nombre, pues ya no será Beato Juan Pablo II, sino San Juan Pablo II”.
Un llamado a la vocación
El Padre Trejo compartió su experiencia: Cuando Juan Pablo II estuvo en Guadalajara, a él como jovencito le tocó hacer valla en Avenida 16 de Septiembre, cerca de la Catedral, donde Juan Pablo II abordó un camión descubierto en el que recorrería las calles. “Me tocó verlo relativamente cerca, a 6 o 7 metros; fue un momento muy bonito. Después de esa visita, yo entré al Seminario en 1979”.
La Cuasiparroquia ha solicitado, por medio del Arzobispado y del Cardenal José Francisco Robles Ortega, nuestro Arzobispo Metropolitano, al Postulador de la Causa de Canonización de Juan Pablo II, que done alguna reliquia para la comunidad. La solicitud se hizo aproximadamente en noviembre, pero todavía no llega la respuesta. Sin embargo, como obsequio de un Sacerdote polaco, se obtuvo un diminuto pedazo de tela de alguno de los ornamentos que utilizó el Papa Wojtyla.
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