Nos hace falta compromiso y acción a los cristianos

Lo dice el Papa

Ana Alcaraz Fletes

En la Exhortación Apostólica que el Papa Francisco nos dio a conocer hace unos días, Evangelii Gaudium, la Alegría del Evangelio, hizo un llamado a todos los bautizados a evangelizar, a recordar que la Iglesia es misionera, y que en todo momento puede contagiarse la alegría del Evangelio”, aseveró el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega.

Durante un encuentro con representantes de los Medios de Comunicación, nuestro Pastor Diocesano explicó que se trata del segundo Documento Pontificio; el primero fue la Encíclica “Lumen Fidei” (La Luz de la Fe), que fuera iniciada y casi concluida por el Papa Benedicto XVI, pero publicada por el Papa Francisco, por lo que se le conoce como una Encíclica “hecha a cuatro manos”.

El segundo Documento papal es precisamente éste, dado a la luz la semana anterior, Evangelii Gaudium, que viene siendo el primero, propiamente dicho, del actual Pontífice. “Siempre, al inicio de un pontificado, el Papa publica un Documento en el que suele señalar las líneas generales de su pontificado”, detalló el Cardenal Francisco Robles.

En el texto del Exhorto la palabra “alegría” aparece 59 veces

Así fue que Evangelii Gaudium nació en el Sínodo de la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe Cristiana, que se celebrara en Roma el mes de octubre de 2012. En aquel encuentro, el Pastor de la Iglesia Universal recibió todas las propuestas, las leyó, las profundizó, las hizo suyas, pero les dio el toque de su propio estilo.

La alegría del Evangelio hace nacer y renacer en las personas la alegría de conocer y seguir a Jesucristo; éste es el hilo conductor que recorre toda la Carta, que señala el Anuncio alegre y gozoso del Evangelio.

Puntos de inflexión
Para un breve análisis del Documento, que cuenta con cinco Apartados, el Arzobispo Metropolitano apuntó: “Resalta, por ejemplo, el tema de ‘salir’, de no estar a la espera de los fieles, sino que la Iglesia debe ser misionera, que vaya no sólo a buscar a los propios fieles, sino a los que son partícipes de otra Fe. Trata también temas doctrinales que se han abordado imparcial o equivocadamente; por ejemplo, el aborto, en el que no debe esperarse cambio de postura de la Iglesia.

“Sobre el tema de la Economía, tal como se viene desarrollando, afirma que es egoísta, que busca la utilidad y que tiene como víctimas a los más pobres; este tipo de economía mata, es asesina. Sobre los Seminarios, afirma el texto papal que hay que buscar tenerlos llenos, pero no con promesas de cualquier índole.

“En lo que respecta a las homilías, el Santo Padre pide que éstas hagan vibrar los corazones con la novedad y la alegría del Evangelio; que respondan a las situaciones concretas de la vida.

“Tal vez el asunto que más llama la atención -añadió-, debido a que en los comentarios ha quedado de lado, es el del Quinto Apartado, que habla de la Evangelización y el compromiso social. En él se señala que no habrá una auténtica propuesta del Mensaje Evangélico si no es asumiendo la realidad social del hombre de hoy, haciéndolo activo y comprometido para tratar de transformar la realidad social. El Evangelio no es para que nos enajene y nos separe de la realidad; es para que haga arder nuestros corazones en el encuentro con Cristo y nos haga transformar todas las situaciones.

“Todo bautizado debe recordar su compromiso de Evangelización. ¿Cómo hacerlo”, se preguntó el Cardenal, y respondió: “Buscando a las personas físicamente; puede ser en su domicilio, puede ser casa por casa, puede ser en sectores, agrupaciones; puede ser hasta casualmente; se puede proponer la alegría de la Fe Cristiana en cualquier momento y en cualquier lugar. ¿Quiénes deben hacerlo? Todos los que formamos la Iglesia Cristiana, que es eminentemente misionera. La Iglesia es el Papa, somos los Obispos, los Sacerdotes, las Religiosas, todos los bautizados en Cristo formamos la Iglesia”, finalizó diciendo.

En su contenido, este Documento cita a todos los Encuentros Sinodales de los Continentes, a las Conferencias Episcopales, a varios Papas, desde Paulo VI hasta Benedicto XVI. Se conecta, asimismo, con el Magisterio y la enseñanza de sus antecesores, y hace una propuesta a los tiempos actuales.