Preguntándonos…
Las preguntas provocan irremediablemente el arte del diálogo. El progreso de la Historia surge del diálogo. El año que termina deja más preguntas que respuestas, en muchos sentidos. Las propuestas venidas del oficialismo dejan insatisfacción. Hay asuntos perentorios en la sociedad, en la familia; temas para encarar a Gobiernos, para pensar en la Educación. Urge seguir cuestionando a los intelectuales honestos, a la Sociedad, a la Iglesia; al mismo Dios. ¿Qué nos falta para ser verdaderamente humanos?
El comercio lubrica todas las relaciones. México parece que se ha convertido en el tianguis del mundo, a donde llegan variopintas mercaderías; unas buenas, otras inútiles. ¿Y las Autoridades? ¿Y la pobreza en la que estamos sumergidos como Nación, justifica el hurto, el engaño? Los monopolios de las de comunicaciones, los políticos que usufructúan la riqueza sin trabajar dignamente, los sindicatos que reparten poder y cuotas de obediencia, ¿tienen algo de culpa en los millones de pobres y la miseria social de esta Patria?
¿Las Universidades son cotos de poder, sectas entre amigos o instituciones de ciencia, y motor de desarrollo en el país? Los Maestros y políticos encajados en la Academia, ¿dan lustre científico e impulsan el desarrollo social en la Nación? La tan sobada Reforma Educativa, ¿tendrá arreglo; los Maestros son víctimas o culpables; hay personajes obscuros manipulando sindicatos? ¿Los niños, esperanza o carne de cañón de la Sociedad; alguien resguarda su derecho a la enseñanza, al aprendizaje en las escuelas?
La política que los antiguos concibieron como la ciencia en la organización de los pueblos, que empezó a desvirtuarse con las teorías de Maquiavelo, que engendró cinismo, hoy ha manchado a muchos; corruptos en sus propias decisiones, en el amiguismo, las cuotas de poder, la leyenda del “toma y daca”. ¿Tienen remedio el sistema político mexicano, los Partidos actuales? El arte de la marrullería se esconde en los Programas de Gobierno; los salarios estratosféricos deshonran la justicia y la ética.
En las grandes fiestas de fin de año, ¿qué fue primero, el huevo o la gallina; la celebración de hondo sentido religioso o la parafernalia orquestada por la gente del dinero? ¿Por qué el cambio de saludo: Feliz Navidad a felices fiestas? ¿La forma es el fondo? Gobiernos y Medios: ¿Qué se quiere ensalzar, qué quiere ignorarse?
La correteada reforma de Pemex, votada en la incertidumbre y en la gazmoñería, violentando la esencia de la Constitución, ¿deja algún resquicio al Derecho de Amparo para preservar al pueblo y sus mayorías? Los millones de pesos tirados en la repetición inicua de mentiras mediáticas con desvergüenza y dolo, ¿podrán convencer; tienen alguna justificación ética?
Muchas preguntas importantes al interior de la conciencia para hacer un balance de los activos y pasivos de su vida, volver a ser congruentes con cada creencia. Hay preguntas para la Iglesia local, para las comunidades, Parroquias, Grupos de Pastoral, Sacerdotes y para todo creyente: ¿La Nueva Evangelización es un eslogan que se va decolorando ante la repetición y el paso de los días, o va cuajando en actitudes nuevas?
Y las otras tareas de la raza humana, las brillantes, las dolorosas y la depravación… enfermedad, deporte, trabajo, violencia, drogas, injusticia, pederastia, degradación, libertinaje, mentira, sexo, robo, virtud, práctica religiosa ¿Todo bien… Hay asuntos qué regenerar, desechar, cambiar, afinar?… Preguntas que, de ser respondidas con honestidad, darían otro rumbo nuestra Patria. O, al seguir camuflando la verdad, la dejamos hundir.
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