Abraham Mercado Castro, 4º de Teología
Sé que a lo largo de la vida has conocido muchas familias, algunas indirectamente, ya que al tratar a una persona, sabes también algo de su familia, de su personalidad que lleva inscrita una carga genética, cultural, humana e intelectual, y que finalmente resulta de gran importancia para la Iglesia, que es ejemplo de vida comunitaria. La Sociedad pide, a gritos, ayuda por las distintas problemáticas que afectan a la vida de la comunidad.
Nosotros, en tanto cristianos, como modelo de familia debemos de tener en cuenta a la Sagrada Familia, que en un contexto difícil supo dar ejemplo de virtud. Jesús, José y María son un ejemplo claro de que se puede estar unidos como familia, aun en medio de las dificultades.
¿Cómo es tu familia? Esta pregunta la hacemos con frecuencia en el Seminario a los compañeros seminaristas que vamos conociendo, y la sorpresa que nos llevamos al tratar a sus parientes es que realmente hay un gran parecido entre ellos. Las convivencias familiares son parte importante de la formación de los alumnos, y por eso en el Seminario se realizan dos cada año. De entre las Comisiones que nos repartimos para la organización de dichas convivencias, la que más me gusta es la de recepción, ya que intento descubrir, por el parecido de cada familiar que va entrando a la Casa del Seminario, a qué seminarista pertenece. Algunas veces, acierto por los rasgos físicos; otras, por la forma de ser, y a los que ya conozco los saludo directamente.
Lo más importante es mencionar que la familia es indispensable para el desarrollo de la persona. Y, a lo largo de la formación en el Seminario, logro descubrir que la familia ha sido parte fundamental en la vocación de cada seminarista. Entre compañeros, convivimos, estudiamos, hacemos deporte, oramos y compartimos la Fe en la Celebración Eucarística; todos, con un mismo ideal: ser Sacerdotes. Es por eso que, Padres Formadores, Maestros, el Personal de Servicio, y de una manera especial nuestros Bienhechores, son parte de la Gran Familia del Seminario de Guadalajara de Señor San José…
¡Tú puedes ser parte de esta Gran Familia!
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