jueves, 5 de diciembre de 2013

Granjeros de tilapias hacen su camino al andar

Otra opción de mercado y nutrición


Granja de bagres


TOTOTLÁN, JAL.- Algunos granjeros han cambiado de giro. De ser porcicultores, ahora crían peces. Y así, la tilapia producida en granjas tecnificadas, ha venido integrándose gradualmente a la oferta alimentaria como un producto disponible todo el año y de rico contenido nutricional.

En determinadas regiones del país esta integración se da más aprisa que en otras. El granjero acuicultor Juan de Dios Barba Vargas refirió que, aunque ya tiene recorrido un tramo de camino, el reto sigue vigente, porque la mayoría de los consumidores solamente busca el pescado en el tiempo de la Cuaresma.

Platicando en su Granja Santa Elena, ubicada en el Municipio alteño de Tototlán, el productor comentó que la crianza de estos peces supone un período de cuatro a cinco meses en estanques circulares de nueve metros de diámetro con agua de pozo profundo, donde los peces se engordan con alimentos balanceados.

Relató que en este Municipio se le ha apostado a las granjas acuícolas, como lo demuestran las cinco unidades de producción ya establecidas.


Algunas peculiaridades

Explicó que el alimento debe ser peletizado y debe flotar en el estanque para que las tilapias lo engullan. Las piletas de geomembrana de plástico deben tener un clima controlado que no baje de los 20 grados para no retrasar el ciclo de crecimiento. La iluminación necesaria, junto con el gasto en el bombeo del agua, son de los costos más impactantes.

Respecto a su granja, detalló que se maneja un costo de producción de 24 a 32 pesos por cada kilogramo, lo que hace posible un producto nutritivo y de muy buena presentación, con ausencia del olor a cieno que tienen los peces de embalses silvestres, como presas o ríos.

Ha aprendido que ciertos hábitos de las tilapias son de importancia, no sólo para asegurar la supervivencia de los peces, sino para que el negocio de la crianza llegue a su objetivo buscado. Un ejemplo de estos hábitos es el referido: que el alimento peletizado debe flotar en el estanque.


Necesidad de fomentar el consumo
Barba Vargas insistió en la necesidad urgente de fomentar entre nuestra población el consumo de pescado y mariscos, lo que supone acciones en varias vertientes, como sería la de integrar una cadena productiva que incluyese a granjeros, comerciantes, restauranteros y consumidores finales.

También indicó que se mantiene una competencia desleal con productos asiáticos que entran a precios muy por debajo de los peces de engorda nacionales, lo cual debe revisarse a fondo.

Con una mayor difusión de las bondades de la tilapia, como su olor no penetrante, propio de otras especies de pescado, además de pocas espinas (en comparación con las carpas) y su alto contenido de Omega 3, son ventajas que hay qué resaltar y hacer valer ante el consumidor.

De igual modo, el entrevistado reconoció que hay apoyos oficiales para el establecimiento de granjas, los cuales deben aprovecharse para las inversiones en proyectos acuícolas tecnificados y que suponen recursos en favor del productor, vía programas de concurrencia entre los Gobiernos Estatal y Federal.



EL DATO


La producción mexicana de peces y mariscos supone, al año, un millón 600 mil toneladas; volumen en el que la tilapia aporta apenas 5% de la captura.


Fuente: Sagarpa



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