viernes, 29 de mayo de 2015

“Monseñor Romero es estrella luminosa en el cielo espiritual de América”, dice Cardenal Amato

EL SALVADOR

Nota 1

SAN SALVADOR- “El Beato Romero es otra estrella luminosísima que se enciende en el firmamento espiritual americano”, aseguró, el sábado 23 de mayo durante la Ceremonia de Beatificación, el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien presidió la Misa de Beatificación del Arzobispo Mártir de San Salvador, Mons. Óscar Arnulfo Romero Galdámez, en la Capital salvadoreña.
“Gracias a Dios, son muchos los Santos de este maravilloso Continente”, dijo el Cardenal, recordando a Fray Junípero Serra Ferrer -que será canonizado en septiembre por el Papa Francisco en Estados Unidos-, Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano, San Juan Diego, Santa Kateri Tekakwitha, el Beato José Gabriel del Rosario Brochero, el Beato Miguel Agustín Pro Juárez, entre otros.
Minutos antes, el propio Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos había leído la Carta del Papa Francisco, en latín, en la que autorizó que “se le llame Beato y se celebre su Fiesta el día 24 de marzo, en que nació para el Cielo”.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero gobernó durante tres años la Arquidiócesis de San Salvador. Su preocupación por la profunda pobreza en el país llevó a que muchos lo consideraran marxista y cercano a la guerrilla, que en esos años comenzaba a perpetrar atentados en el país.
El 24 de marzo de 1980, mientras celebraba Misa en la Capilla del Hospital de La Divina Providencia, fue asesinado por un disparo.
En su Homilía, el Cardenal Angelo Amato aseguró que el nuevo Beato “era un Sacerdote bueno; un Obispo sabio; pero, sobre todo, era un hombre virtuoso, amaba a Jesús, lo adoraba en la Eucaristía, veneraba a la Santísima Virgen María, amaba a la Iglesia, amaba al Papa, amaba a su pueblo”.

El Cardenal Amato recordó que, cuando apenas era un joven Seminarista en Roma el Beato Romero, poco antes de su Ordenación Sacerdotal escribía en sus apuntes: “Este año haré mi gran entrega a Dios. Dios mío, ayúdame, prepárame, Tú eres Todo, yo soy nada. Y, sin embargo, Tu amor quiere que yo sea mucho. Ánimo, con Tu todo y con mi nada, haremos mucho”

Con motivo de la Beatificación, el Papa Francisco envió una Carta en la que destacó el testimonio cristiano del Arzobispo Óscar Romero. “En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del Amor y de la Reconciliación, recibió la Gracia de identificarse plenamente con Aquél que dio la vida por sus ovejas”, afirmó el Santo Padre (ACI).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario